La novela del Tribunal Electoral
Gaceta.
Por: Raúl Terrazas Barraza
La novela del Tribunal Electoral
La telenovela que se vive en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, tuvo un final feliz por un mes, tras las renuncias de los dos últimos presidentes, José Luis Vargas Valdez y Reyes Rodríguez Mondragón, de tal manera que fue un tercero en discordia, el Magistrado Felipe Fuentes Barrera quien se encargará de firmar las resoluciones que haya sobre el proceso electoral reciente que todavía no cierra debido a que corren los tiempos previstos en la Ley de Medios de Impugnación.
A fines de la semana pasada en que Vargas Valdez declaró un receso en la sesión y ya no estuvo para continuar, la Magistrada Janine Otálora Malassis tomó las riendas de la institución y junto con sus compañeros que sí estuvieron, Felipe de la Mata, Felipe Fuentes Barrera e Indalfer Infante nombraron a Rodríguez Mondragón para el cargo, aunque, el gusto le duró muy poco, porque el presidente de la República, don Andrés López Obrador, se quejó de forma amarga en sus declaraciones diarias de éste último, porque le había ofendido en redes sociales.
Debido a esa situación era lógico que la designación de Reyes Rodríguez no tenía futuro, aunque, tampoco quedó clara la renuncia a la presidencia del Tribunal Electoral de Vargas Valdez, pero, ahora sí, ya ninguno es presidente fue promovido Fuentes Barrera, aunque el titular del Poder Judicial de la Federación, Magistrado Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, había comentado que la Magistrada Otálora Malassis podría desempeñar ese cargo y hacer un buen papel.
Desde luego, el nuevo presidente de ese órgano colegiado, estará menos de un mes en la chamba, porque el primero de septiembre terminará el trabajo que tienen en proceso y luego se realizará una sesión para elegir al cuarto presidente del Tribunal en menos de un mes y quizá, será el momento para ella y podrá despachar en la institución hasta el 2024, pues debe de concluir el período para que fue designado en Magistrado Vargas Valdez.
Muchas cosas en muy poquito tiempo las que sucedieron en ese pequeño grupo de distinguidos profesionales del derecho que hacen cumplir las Leyes Electorales y a los que, por cierto el propio presidente López Obrador les desconfía mucho ya que, desde su perspectiva no son derechos, puesto que invalidaron las candidaturas de los dos prospectos a gobernadores de Guerrero y Michoacán, Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón Orozco de manera respectiva
No es para verse en ese espejo, porque en los Tribunales Electorales del Poder Judicial de las entidades federativas, situaciones de ese tipo no deben de existir, en especial en el de Tamaulipas que tiene a su cargo la Mtra Blanca Hernández Rojas, porque mantienen cordialidad para el trabajo y se cuidan mucho para no dar de que hablar.
Estaban un tanto preocupados, por la pretensión de los Diputados del Congreso del Estado para que dejaran de ser cinco Magistrados quienes integran el Tribunal Estatal y se quedar en solo tres, sin embargo, el acuerdo de los Legisladores no tuvo eco en el Senado de la República, ya que, desde allá decidieron la designación de los dos nuevos Magistrados René Osiris Sánchez Rivas y Edgar Iván Arroyo Villarreal que sustituirían a aquellos que debieron de irse porque cumplieron el período que les correspondía, María Concepción Reyes Reyes y Edy Izaguirre Treviño.
Los otros.
Aunque falta todavía un mes y medio para la llegada del nuevo equipo de trabajo al Ayuntamiento de Ciudad Victoria y que lidera el empresario Eduardo Gattás Báez, comienzan a barajarse más nombres para la integración de Direcciones de área, departamentos, coordinaciones y desde luego aquellos que integrarán el equipo VIP, es decir, la gente importante cercana al alcalde cuándo ya no sea electo, sino que cobre como tal.
Surgido desde las bases bases de la población victorense, el gran deseo que tienen es que les traten bien en las oficinas del municipio, en el entendido de que hubo un cambio radical de octubre del año pasado para acá, cuándo llegó a la presidencia municipal la licenciado María del Pilar Gómez Leal, sin embargo, los ciudadanos quieren sentir de nuevo que las oficinas de los funcionarios municipales sean más cálidas y que, si llegan a ellas con algún planteamiento o necesidad, les hablen con la verdad, les digan que no con una razón de porqué no.
Quieren que se evite la mala costumbre de negarse a recibirles, dar la cara y escudarse en mensajes de las secretarias a quienes obligan a decir que no están aunque estén o bien que están en reunión y que se tardarán mucho o cualquier otro pretexto de esos que dan risa.
El doctor Felipe Garza Narváez, busca por la entidad hacerse escuchar por los tamaulipecos respecto a su intensión de ser parte de la encuesta que a principios del año que viene llevará a cabo el Partido Movimiento de Regeneración Nacional, PMRN, para determinar quien será el candidato a la sucesión gubernamental. El exdelegado de la Secretaría de Gobernación sabe que le irá bien, porque en el discurrir de los años y metido en la política tamaulipeca como siempre ha estado, puede decirse que generó una estructura y capital político suficiente para ese tipo de competencia interna.
La lista de quienes pretenden la nominación es larga y aunque hay de todo, a lo hora que la gente opine, quedará bien claro quien es quien para los tamaulipecos, situación que abre la probabilidad de que, los muy intensos en la actualidad no sean los que aparezcan en el resultado de las encuestas que llevará a cabo el dirigente nacional del partido regeneracionista, Mario Delgado Carrillo.
Por otro lado, llamó mucho la atención la reunión de siete exalcaldes de Ciudad Victoria con el Gobernador de la entidad y la presidenta municipal, María del Pilar Gómez Leal, la también exdiputada local Teresa Aguilar Gutiérrez, el licenciado Tito Reséndez Treviño, Fernando Méndez Cantú, Álvaro Villanueva Perales, Miguel González Salum, Arturo Diez Gutiérrez Navarro, José Manuel Assad Montelongo y Oscar Almaraz Smer.
Pero también llamó de manera poderosa la atención que no estuvieron otros que ocuparon el honroso cargo más importante en el edificio del 17 Hidalgo, uno o dos de ellos innombrables.