Columnas

La política que seda de lado

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza

La política que seda de lado

La lógica es que, por el período del año que corre, la política entre en pausa, en especial porque a los ciudadanos cerrarán su mente a cualquier cosa diferente a tratar de lidiar con la pandemia de COVID-19 y a generar una inercia positiva respecto al a celebración de la Navidad y el Año Nuevo.

El asuntos es que quienes están metidos en el proceso electoral, sobre todo dirigentes de partidos y prospectos a candidaturas y sus grupos de apoyo, buscarán que se alarguen los días para llegar a los electores con algunos mensajes antes de que, por las reuniones familiares pequeñas que puedan tener previstas, ya no les dejen conoce sobre sus preferencias sobre las personas que buscan obtener nominaciones de los partidos políticos.

Desde luego, aquello que es más importante, son las reglas del juego, que deben de aplicar a nivel nacional el INE y a nivel local el IETAM y que deben ser respetadas por todos los actores del proceso para que los ciudadanos confíen desde el inicio en quienes buscan cargos de representación electoral y aquellos que deben organizar las votaciones.

Es de observarse que el periodo de desentendimiento ciudadano de la política irá más allá del Año Nuevo, porque los primeros del 2021, las personas estarán atentas a la celebración del Día de Reyes, un evento que también es considerado dentro del tiempo de vacaciones y en el cual todo mundo está relajado y listo para sacarle la vuelta a los asuntos de partidos y de candidatos.

Siempre actores de la política que, a pesar del rechazo ciudadano insisten durante las vacaciones para conectar con grupos y al menos con los dirigentes, para que ellos se encarguen de llevar mensajes a los ciudadanos porque se trata de momento clave para el posicionamiento, aunque, deben de enfrentarse a las complicaciones de los escenarios por el asunto de la pandemia de COVID-19.

Experto en el tema de la política, señalan que a temporadas como Navidad y Año nuevo, es preciso buscarles el lado correcto para que los electores no se quiten de la cabeza los nombres de precandidatos y que, de cualquier manera piensen en los partidos políticos.

Desde luego, una forma de lograrlo, es llevar regalos para la celebración de las fechas, sin embargo, esto cada vez se da en menor proporción por la inversión requerida para ello y existe la creencia que, a medio año de distancia de las votaciones, los regalos de esta temporada no generan votos.

Si esta fuera la situación, los expertos creen que la época de Navidad es propicia para ganarse a los dirigentes de grupos de la población, es decir quedar bien con los líderes para que, en las precampañas y las campañas se pueda hablar de compromisos con los potenciales electores.

Cada partido político tiene sus formas de acercarse a los grupos de la sociedad y, la temporada de posadas era una de esas a las que se sacaba mucho jugo político, sin embargo, este es un año diferente, porque aunque inició el proceso electoral, por la emergencia sanitaria debido al coronavirus, infinidad de actividades tuvieron que eliminarse de las agendas y por tanto, mantenerse a la expectativa para aprovechar cualquier coyuntura que se presentara ya sea desde los comités estatales y municipales de los partidos o en forma directa los candidatos y sus equipos de trabajo.

Como año atípico, las estrategias para la política se tienen que mejorar casi a diario, debido a que algo que funciona para una ciudad, no sirve para otra y cuándo se cree que los grupos ya están enterados de algunos compromisos que sus dirigentes hacen con los políticos, resulta que, al llegar una propuesta diferentes, el ciudadano que tiene credencia para votar con fotografía considera que las nuevas alternativas son mejores y se olvida de inmediato de compromisos que se hicieron con anterioridad.

Que la política es volátil en este momento, es seguro que sí, porque todavía no hay un entendimiento real entre el proceso, los partidos, los personajes de la política y los ciudadanos, deberán de alinearse todavía muchos factores para que pueda hablarse de que se respira la dinámica de las precampañas y de las campañas, pero, ahora, este fin de semana y los días por venir de este mes de diciembre, las personas solo quieren saber de cómo harán para que la familia pueda reunirse sin riesgos de COVID-19 y sus pavores.

Los otros.

Aunque el presidente de la CANACO Victoria, José Luis Loperena González hable de los cierres de negocios debido  a los efectos de la pandemia, en la capital de Tamaulipas, el movimiento en las zonas comerciales aumentó en mucho desde el pasado fin de semana, bastaba observar el tránsito vehicular para darse cuenta que las personas, andaban en búsqueda de productos y bienes que les servirán para pasar en familia la Navidad y el Año nuevo.

Una de las tiendas departamentales que funciona al norte de la ciudad, tuvo muchos compradores, al grado que las autoridades municipales y estatales debieron de estar pendientes de que se cumpliera con los protocolos que consideran las medidas preventivas.

El reynosense, Héctor Garza González, que dejó hace poco la gran chamba que tenía en la secretaría de Gobernación, ahora se dedica a cultivar amistades y a ganar adeptos para su proyecto político de ser candidato del Partido Regeneración Nacional, para la gubernatura de la entidad o de pasada hacerse de una curul en la Cámara de Diputados Federal para esperar desde allí la nominación del 2022, que al final de cuentas es su gran anhelo, no le hace que ya contendió una vez por ese cargo.

En el caso del partido del Gobierno Federal, todavía tiene acciones pendientes den Tamaulipas, porque no logra cohesionarse, para pueda declarársele listo para ganar las elecciones del año que viene y estar en condiciones de hacer lo mismo para el 2022.

La existencia de grupos, grupillos y grupúsculos deja muy mal parada la organización en la entidad y, hasta podría decirse que, sí hoy fueran las elecciones locales y federales, la falta de estructura y de liderazgo, sería la causa de un mal resultado en las urnas, es decir, una derrota más a manos del PAN y quizá el crecimiento del PRI y del Partido Movimiento Ciudadano.