Le llegó la hora a los futbolistas
David Ed Castellanos Terán
@dect1608
Le llegó la hora a los futbolistas
Después del Covid-19, habrá quien no tenga futuro. El Coronavirus desde su aparición en diciembre de 2019, enfrentó a todos los habitantes del planeta tierra a algo completamente nuevo, el mundo cambió y sigue cambiando considerablemente.
El balón no bota más en la NBA, no hay clavadas, ni vuelos espectaculares de sus gigantes figuras; la UEFA Champions, dejó su majestuosidad y derroche millonario para otro momento; la Liga de las Estrellas, ya no brilla más, el esplendor se apagó; y qué decir de la División de Ascenso de la Liga Mexicana de Fútbol, simplemente desapareció.
Nos está doliendo es verdad, pero debemos aceptar que tenemos un mundo nuevo y eso es lo que tenemos que entender; nos está costando demasiado imaginar que ya no vamos a seguir haciendo cosas a las que estábamos acostumbrados ¿Por cuánto tiempo?, nadie lo sabe, quizá y lo mejor sería que fuera por un corto tiempo, pero debemos y estamos obligados a cambiar.
En lo que concierne al fútbol mexicano profesional, debemos comenzar por fortalecer la psicología competitiva del niño, de los jóvenes y de los que a partir de ahora parece que no tienen más una fuente de empleo; quizá deberán recurrir a sus estudios profesionales para sobrevivir. Los que tenían presente que disputaban su último campeonato posiblemente la tendrán más fácil que el resto; sin embargo, como todos, están obligados a modificar sus esquemas y ritmos de vida.
Así ha venido sucediendo sin darse cuenta desde que la liga de ascenso se redujo a 12 equipos, allí comenzó la desaparición de la misma. Otro factor fue cuando a los clubes de la primera división profesional se les obligó a darle minutos de juego a un juvenil canterano, obligando a los directores técnicos modificar su esquema de juego; ellos experimentaron una modificación en el parado táctico, los más veteranos con la reducción de equipos, enfrentaron la necesidad de abrirse camino en otras áreas profesionales u oficios de la vida pues el trampolín de lo que fue la Primera “A”, ya no estaba tan robusta para jugar y luego regresar a un mejor club si esa fuera la intención después de un mal año deportivo. Insisto, desde entonces, claro, desde hace poco más de una década la desaparición de la liga de Ascenso era inminente y hoy llegó su día.
A trabajar más duro en la formación de talentos, a ser más cuidadosos con las oportunidades futbolísticas y los jugadores a ser más exigentes en el respeto a su profesión que siempre; invariablemente sin excusa ni pretexto, los dueños de los equipos velarán por sus intereses y no por los de la afición. Un cúmulo de seguidores dispuestos a dejar su dinero en la grada, en los palcos o restaurantes para ver cada partido de fútbol.
Le llegó el momento a la Liga Mexicana, a la generación de futbolistas que hoy van a dormir con esa incertidumbre, yo no sé mañana.
