Columnas

Los buenos y malos alcaldes

RESEÑA POLÍTICA

Por: Juan R. de la Sota

Los buenos y malos alcaldes

En Tamaulipas, los Presidentes Municipales, Oscar Almaraz Smer, de Victoria y Enrique Rivas Cuellar, de Nuevo Laredo, están cumpliendo con la responsabilidad y obligación que tienen con su pueblo.

En Tampico, la  alcaldesa Magdalena Pereza Guerra, también está haciendo buen trabajo y  realiza un gran esfuerzo para atender las necesidades de la sociedad.

Pese a que su equipo de funcionarios ha caído en flojera, la maestra Pereza, no se dobla ni se esconde,  pues continúa con la fuerza que la caracteriza  y trabajando con determinación, a fin de seguir logrando mayor desarrollo del municipio y el bienestar de todos los sectores de de la población.

Oscar Almaraz, Enrique Rivas y Magdalena Pereza, al menos han determinado desde el inicio de su administración estar cerca de la gente y aunque enfrentan deudas y muchas necesidades, han dado la cara y  atendido las necesidades prioritarias que les ha planteado su pueblo.

Entre las obras de relevancia realizadas por los mencionados mandatarios municipales, resaltan pavimentación de calles, bacheo, rehabilitación de parques y jardines, instalación de red de agua potable, drenaje, electrificación, mejoramiento de la seguridad pública, apoyos alimenticios, arreglo de lagunas, entre otras acciones de beneficio social.

Del resto de los Alcaldes, no se sabe nada, tal parece que no existieran, que su mundo es interior y que nada les interesa saber de los acontecimientos  externos, así como tampoco tienen el mínimo interés de informar sobre su función pública  ni en qué gastan el dinero del pueblo.

Han trascurrido más de seis meses de su Administración, se la han pasado quejándose y comiendo con los vecinos, sin aportar nada a la cocina, como lo hace el Alcalde de Padilla, Eduardo Alvarado García.

No han tenido la disposición ni tan siquiera, según ellos, ante esa falta de recursos, de comprar una escoba y salir a barrera las calles en conjunto con directores, secretarias, regidores, síndicos y otros empleados municipales.

Seguramente, el presupuesto o los ingresos por concepto de impuestos, si les permite hacer la nómina y pagarse su buen sueldo, porque de lo contrario ya estarían quejándose y pidiendo el apoyo del Gobierno Estatal, no para hacer obras, sino para  cubrir su salario.

Reitero, son sólo tres los alcaldes que trabajan en Tamaulipas y se coordinan con el Gobierno del Estado, para llevar beneficios a sus comunidades, el resto son los peores Presidentes Municipales que han tenido los tamaulipecos.

En municipios como Padilla, Llera, Güémez, Soto la Marina, Abasólo, Jiménez, San Nicolás, San Carlos, Camargo, Villa de Casas, Aldama, Hidalgo, Mainero, Xicotencalt, Gómez Farías, Tula, Jaumave, entre otros,  han desaparecido de la silla municipal, porque están ocultos, corriendo las cortinas de las ventanas, para no resolver las necesidades de la sociedad.

En esos municipios no hay obra pública, la seguridad pública es mínima, la actividad comercial es regular, la atención al público en áreas municipales es mediocre, la recolección de basura no existe, la inseguridad pública sigue vigente, los servicios públicos como agua potable, drenaje y electrificación son pésimos.

Un ejemplo de su negativa  actuación e incapacidad para gobernar es que al inicio de su administración despidieron a decenas de trabajadores, dejando sin comer a muchas familias, argumentando falta de presupuesto, siendo que el origen de la medida, fue porque los empleados municipales estaban identificados como priistas, violando sus derechos humanos.

En lo referente al alcalde de Río Bravo, Juan Diego Guajardo, este muchacho, ha incumplido sus promesas y se la ha pasado peleando, con cuya actuación sólo ha afectado a su pueblo.

Ese edil ha defraudado a su pueblo y, por su negativo comportamiento, dejará un municipio con mayor atraso y con graves problemas de servicios públicos.

Antes de que se me pase, los alcaldes que tienen adeudos deberán pagarlos, de lo contrario enfrentarán problemas.

Ante ello, los ediles que están escondidos, que no dan la cara a la gente, que decidieron fallarle a la gente y que han determinado estar en su casa, viajando o divirtiéndose, así como cobrar sin trabajar, no deben atreverse a pensar en una reelección, sino de lo que deberían cuidarse es que el pueblo no los eche de la alcaldía, por irresponsables y falsos.

Cambiando de tema, en lo referente al convicto ex gobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba, este miércoles tendrá la oportunidad de hablar y ser escuchado por magistrados de la Corte de Apelaciones de la ciudad Italiana que desahoga su asunto.

El ex alcalde matamorense no se salva de la cárcel. Se espera que las autoridades italianas no lleguen a un arreglo económico con el ex mandatario, porque pueden inventar algo y dejarlo en libertad, pues en este mundo todo es posible y todo puede suceder.

En el marco de este cuadro que enfrenta Yarrington, muchos de sus prestanombres se mantienen nerviosos, desesperados y con gran temor de ir a la fresca cárcel.

Ciudadanos aplauden la decisión del Gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, al reiterar que hay interés del Gobierno del Estado en recuperar los bienes y recursos que robó el ex mandatario.

 También respaldan la determinación del titular del Poder Ejecutivo Estatal de que todos esos bienes y recursos regresen al Estado, para que estos sean aplicados adecuadamente.

El Dato: No deben ocultarse ni hacerse los despistados aquellos que juraron  lealtad y sinceridad;  aquellos que preguntaban cuando llegaban a la oficina: ¿Dónde está el jefe Tomás. Estos ya desaparecieron y ahora reniegan de su amigo, así es la vida.