Los contrapesos de la reelección…
Polvorín
Los contrapesos de la reelección…
José Ángel Solorio Martínez
En pocos municipios como en Río Bravo, Tamaulipas, el Partido Acción Nacional (PAN) tiene cuadros vigorosos y sin fricciones. Roxana Gómez, Juan González y Raúl García, es la tercia de ases que ese partido tiene para evitar la reelección del alcalde Juan Diego Guajardo. El escenario, es más que favorable para los albiazules: un presidente municipal que se distanció de todos los actores que le ayudaron a llegar; un PRI, cada día más a la baja y un MORENA en ascenso que permitiría a Roxana o a Juan o a Raúl, ganar en una elección de tercios con una cuota de sufragios menor.
Roxana parece tener ventajas sobre sus competidores. Es mujer –y la cuota de equidad obliga al PAN a postular al menos 22 damas en respectivas alcaldías-; viene de una campaña en la que se quedó en la raya: por una minucia perdió con la priista Copitzy Hernández; y tiene arraigo en la ciudad.
Juan González, también ya tiene colmillo en comicios constitucionales. Fue el candidato del PAN a la alcaldía y fue derrotado por Diego. Le falta mucho camino por recorrer, es joven y no se le acabó el corrido con el descalabro pasado, como no se le terminará si no es candidato.
Raúl García, es acaso el más experimentado de esa tríada. Ha sido diputado federal y un sin fin de cargos más que ha ocupado en la administración pública –con priistas y panistas, porque fue uno de los más vehementes priistas en los tiempos de Manuel Cavazos Lerma y Tomás Yarrington-; ahorita es gerente de la COMAPA de Río Bravo, aún y cuando desde hace 30 años vive en Reynosa.
Aparte, posee un récord un tanto cuestionable a su paso por el servicio público en su larga estadía de militante del PRI. Se le vincula –en indagaciones de la misma institución- a manejos turbios en el ISSSTE, cuando su cómplice Guillermo Acebo fue delegado en Tamaulipas de esa dependencia.
Así están los tres.
Unos, con más fortalezas.
Otros, son más debilidades.
Eso sí: coexisten en el paisaje riobravense con civilidad y respeto.
Roxana maneja la Oficina Fiscal del pueblo. Juan, despliega tareas de la Secretaría de Bienestar Social en el municipio. Raúl, administra decenas de millones de pesos en la institución que pusieron en sus manos sin que hasta hoy, se vean cambios positivos en el servicio de agua potable y alcantarillado.
Los socios de Raúl, apuestan por él.
Por Roxana, van decenas de cuadros panistas y algunos clubes sociales.
Por Juan, se han pronunciado a favor, un segmento importante de jóvenes albiazules que creen en el relevo generacional.
Sin duda, esos elementos, inclinarán la balanza por quien se subirá al ring, contra el Niño del Tepeyac…