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Los diputados quieren ir al senado

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Oscar Contreras Nava

Los diputados quieren ir al senado

En los últimos 24 años la mayoría de los diputados federales del PRI tamaulipeco, casi siempre han sido parte del rebaño que integra la bancada priista en la Cámara Baja del poder legislativo de este país.

Es decir, casi nunca tienen participación en la preparación de las iniciativas,  reformas y propuestas que el PRI presenta en el pleno legislativo y mucho menos, son llamados para subir a tribuna y defender el trabajo legislativo que se presenta.

Y no es que no les tengan confianza, sino que los priistas tamaulipecos no forman parte del grupo que domina la política nacional y su importante labor dentro de la Cámara radica en el simple hecho de apoyar y votar a favor todo lo que el PRI presente.

Sin embargo, existen muy raras excepciones de participación tamaulipeca en la Cámara de Diputados, pero estas se han dado porque esos personajes de la política están o estuvieron vinculados con la gente del poder.

Tal es el caso de Manuel Garza González, Jorge Aguilera Noriega, Manuel Cavazos Lerma, Laura Alicia Garza Galindo, Marco Antonio Bernal Gutiérrez, Baltazar Hinojosa Ochoa, Paloma Guillén Vicente, Felipe Solís Acero y uno que otro legislador más, que se nos escapa a la memoria y que en su momento, han sido piezas centrales para el trabajo legislativo y mantener el control de la Cámara de Diputados por parte del PRI.

Sin embargo, esta es una práctica normal en este partido político, ya que no todos los diputados que llegan a la Cámara tienen la experiencia, preparación y la cercanía con los tecnócratas que tienen el poder en el país.

De tal manera, que ser diputado federal es un trabajo muy relajado y nada agotador, porque no sudas ni te despeinas, ni te preocupas por nada, porque lees lo que te dan, haces lo que te piden y votas cuando te lo ordenan.

Además, te pagan muy bien, te dan boletos de avión, te pagan el hospedaje y te financian un carro, casa o lo que quieras. Así como también, aunque nunca hayas hecho nada, recibes bonos a la productividad; recursos para realizar obras sociales en tú distrito, viajes al extranjero representando a México y luego, cuando se termina la legislatura, que son esos tres años maravillosos de vacaciones donde ganaste varios millones de pesos sin hacer nada, te dan un jugoso bono legislativo para tú retiro. ¿Qué tal?

Por ello, uno de los objetivos en la carrera de los priistas es llegar a ser diputado federal y es por esto, que la lista de aspirantes cada día crece más, pero ahí solo llegan los elegidos o las elegidas, esos priistas que han sabido congraciarse con los poderosos.

Esa es la razón por la que en el PRI su selección de candidatos se ha degenerado y está muy devaluada, ya que ahora llegan a la Cámara de Diputados las esposas, los hijos, los sobrinos, las queridas y los queridos, por aquello del género, de los políticos que mandan en este partido.

Por lo que aquellos priistas que tienen el respaldo de alguna organización, sindicato o grupo político, casi nunca llegan a ser diputados ni locales mucho menos federales.

El caso es que esto lo comentamos porque la participación de los actuales legisladores del tricolor en la Cámara de Diputados deja mucho que desear y ahora sabemos que:

Los diputados Paloma Guillén Vicente; Esdras Romero Vega; Alejandro Guevara Cobos; Pedro Luis Coronado; María Esther Camargo y Baltazar Hinojosa Ochoa, no presentaron una sola iniciativa de ley en dos de los tres años de su presencia en la Cámara, pero si cobraron los 160 mil pesos que reciben mensualmente por diversos conceptos.

Los demás legisladores del PRI como Yahleel Abdalá Carmona; Miguel González Salum; Edgar Melhem Salinas y Montserrat Arcos Velázquez, presentaron de cinco a dos iniciativas, pero ninguna fue aprobada para lo cual es lo mismo.

Pero bueno, para las próximas elecciones federales ya se apuntan los diputados Paloma Guillén y Baltazar Hinojosa Ochoa, para presentarse como una formula del PRI al senado de la República.

Y también otra fórmula para el senado sería compuesta por los diputados Edgar Melhem Salinas y Monserrat Arcos o Alejandro Guevara Cobos y Yahleel Abdalá Carmona, pero dudamos mucho que lleguen, porque buscan seguir haciendo nada y aún les falta mucho que aprender para aspirar a esta posición.

En fin, cuando vemos que la mayoría de los diputados priistas sueñan con llegar al Senado de la República, como si realmente hubieran hecho un trabajo muy destacado en la Cámara de Diputados, nos damos cuenta que son unos cínicos y creemos que no lograran este objetivo, a casi todos los puso Egidio Torre Cantú o Eugenio “Geño” Hernández Flores y este par de victorenses salieron muy mal con el actual grupo en el poder por sus vínculos con la impunidad, la corrupción, la omisión y especialmente con la obscuridad, pero se vale soñar… Ni más ni menos.

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