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LOS GOBERNADORES DEL PAN, Y SU HOGUERA DE VANIDADES

CUADRANTE  POLÍTICO

POR FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO

LOS  GOBERNADORES DEL PAN, Y SU HOGUERA DE VANIDADES

La paradoja, se apodera  del PAN. Viven su época  de mayor poderío político, pero se encuentran divididos y enfrentados en sus cúpulas.

El nudo gordiano  del enfrentamiento  Anaya-Margarita,  parece  representar, un problema insuperable, en la sucesión interna  del blanquiazul. Ante esta situación,  asoma la probabilidad  de que,  sean los gobernadores del PAN, (los que  cuentan con el capital político real), los que desenreden   la madeja. O bien…que,  a alguno o algunos de ellos, les gane la tentación por el poder, y  asesten un golpe de timón, a nivel nacional, para postular a uno de sus homólogos.

Solamente  que hay  un pequeño problema: los gobernadores del PAN  representan una  bola  de egos, muy difícil de  ponerse  de acuerdo. Juntos  constituyen  una auténtica  hoguera  de las vanidades.

Como  se recordará, la figura  retórica  de la  Hoguera  de las vanidades, tiene su origen en  las postrimerías del siglo XV, en Italia, cuando los seguidores  del monje savonarola quemaron miles de objetos, durante las fiestas  del  carnaval, y  los objetos incinerados, eran enseres  de  la vanidad, como espejos, maquillajes  y vestidos caros.

Eso es justamente, lo que  son, en este momento, los mandatarios estatales  del PAN. Una lumbre  de  autoestimas  muy elevadas.  Por eso, Anaya podrá  aprovecharse  de esta circunstancia y seguir  firme como candidato  presidencial del PAN. Aunque  ya como candidato del frente,  las cosas  para Anaya cambian, y se le ve, muuuy cuesta abajo.

TAMAULIPAS: LOS HUÉRFANOS  DE ANAYA

A Oscar  Luebbert  Gutiérrez, le viene al dedillo, ese refrán  que habla sobre sentarse en la puerta de su casa, y ver los restos, (en este caso políticos), de su enemigo pasar.

Me refiero al líder nacional del PAN, Ricardo, Anaya, mismo que  vino  a nuestro estado, para tundir atípicamente al  ex senador priista, pero ahora, está sufriendo un irreversible desplome en sus aspiraciones  a  la presidencia de la república, y con ello,  deja vestidos y alborotados a  sus seguidores y aliados.

Entre los huérfanos sucesorios más  destacados de  Anaya,   figuran los panistas de Tamaulipas.

Es indudable, la debacle política  que está sufriendo  el líder nacional  del PAN,   ese  mocetón azul,  con desplantes  de soberbia  y de altanería, como hay algunos en Tamaulipas, que  ya se sienten en el senado, cuando  aquí mismo, en el estado,  el PAN cuenta con militantes  de mucho mejor peso y nivel,  con suficiente experiencia, y que no tienen tanta fama de prepotentes. Pero, dejemos ese ángulo para después, y retomemos el tema central:

¿Qué está pasando con el dirigente nacional  del PAN, Ricardo Anaya Cortés?

En las más  recientes encuestas, incluida  la del  periódico  El Financiero,  el chico Maravilla  resiente  seriamente, la salida  de la ex primera dama del país, Margarita Zavala. RAC,  cayó  de 25 a  19 puntos, mientras que  Margarita  ha  subido  de siete  a  16 puntos. Se encuentra a solo tres  de alcanzarlo, y muy posiblemente de rebasarlo.

La  citada medición,  revela  también, otros  datos, por demás  interesantes:  de  llegar  a  presidir  el Frente  PAN-PRD-MC, Margarita obtendría  31 puntos, y se instalaría en un empate  técnico con Andrés  Manuel  López  Obrador. Dicho de otra  manera, la única que  le podría  dar la guerra  a  AMLO  en  la famosa alianza  de pragmatismos   de izquierda  y de derecha, sería  la señora Zavala.

Todavía en julio, Ricardo  Anaya  respiraba como pavo real, junto con  Alejandra  “la del Barrio”, juntos  ya se sentían  ambos instalados en  Los Pinos, como  Marco  Antonio y Cleopatra, pero  hoy, como dice la canción  de José Alfredo, la suerte la  espalda  le ha volteado.

Anaya arrastra  situaciones  adversas, de las cuales difícilmente  se va a recuperar, políticamente hablando. Su problema número uno, es que no  supo conciliar con el grupo  Calderón-Zavala, pero   ha cometido  otros errores, también de orden estratégico, que hablan  de que,  el  joven maravilla, aún no está  del todo preparado para subirse al ring mayor de la lucha por el poder político  en México.

Anaya,  reaccionó visceralmente  al reportaje  publicado por el Universal  en el cual  denuncian  el  enriquecimiento inexplicable de sus familiares  políticos. RAC  no midió las consecuencias  y entabló una demanda  contra el prestigioso e influyente diario  nacional, mismo que ahora  ya no lo suelta.

En la nota  de ayer,  titulada, “Un Juicio para Anaya”, los de este periódico,  aseveran que, Anaya, no ha logrado desacreditar ante la autoridad en materia civil, el enriquecimiento ilícito de su familia,  y que el fallo del juez, (muy rápido por cierto), solo refiere inexactitudes, pero no falsedad en los trabajos periodísticos.  “Desde luego, el Universal, no está de acuerdo con la resolución, y  recurrirá ante un Tribunal Unitario, para impugnarla”.

En   resumen,  Anaya  no se  contenta  con  tener  una guerra,  contra los Calderón, sino que ha creado otro  frente de  batalla,  echándose  encima al  periódico más  poderoso  y de mayor circulación en el país.

Aquí , para efectos  de los escenarios  tamaulipecos, la interrogante  es: ¿Cuál va a ser el  papel  que va a adoptar  el gobernador  Francisco  García  Cabeza  de Vaca, ante  un  Rafael Moreno Valle, que  no  alcanzará  a crecer  lo suficiente,  como para sustituir  a  Anaya en la candidatura del Frente.

¿Se la van a rifar  los cabecistas  con la candidatura presidencial  de Miguel  Ángel Mancera, a sabiendas de que,  el PAN  a nivel nacional, estaría subsidiando  un proyecto político, ajeno a su partido?

¿Seguirán  a Anaya en su desplome político? ¿O bien, se encuentran a la espera de que  el PRI lance su candidato  presidencial, para  ver  la posibilidad  de apoyarlo, bajo una negociación redituable para  sus intereses  más  inmediatos?

Por ahora, para efectos de análisis,  los gobernadores  panistas  que triunfaron, en el 2016, no hallan que  hacer, pero podrían intentar  un golpe  de timón.