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Los Rurales

Tribuna

Por Javier Terrazas

Los Rurales

Cuando se ha vivido una etapa de la vida en una tranquila zona rural de gran productividad agropecuaria, se sabe identificar muy bien lo que es la paz.

Y hace muchos lustros que en mi natal Chihuahua y en el adoptivo Tamaulipas, esa tranquilidad se ausentó.

Miles de productores han sido víctimas de diversas formas de robos, despojos, atropellos y vejaciones por parte de bandas delictivas.

Muchos que no tienen otra alternativa han caído incluso en los pagos de cuotas onerosas que prácticamente les quitan las ganancias.

Agricultura, citricultura, silvicultura y ganadería han sido golpeados en forma severa por el fenómeno de inseguridad.

Hay ciertas regiones con ranchos totalmente abandonados, que incluso se convierten en focos de riesgos sanitarios por la ausencia de control de plagas o enfermedades en plantas o ganado.

Es un tema, además muy sensible, porque muchas personas han perdido la vida en defensa de sus predios. Otros más han sido lastimados e inhabilitados para seguir sus empresas agropecuarias.

Por ello, el anuncio del renacimiento de la Policía Rural, como un segmento de la Policía Estatal Acreditable, orientada a la atención del campo tamaulipeco, en particular las zonas productoras, es relevante.

Porque una de las fortalezas de Tamaulipas es precisamente su sector agropecuario, de tal forma que contar con una Policía Especial que vele por la seguridad en el campo, genera confianza.

Este cuerpo ya opera en algunas otras entidades del país, como en el vecino estado de Nuevo León.

Cierto que no hay muy buenos antecedentes de las Policías Rurales de los últimos gobiernos en que operó.

 En algunos casos fue como “poner al lobo a cuidad a las ovejas”, pero de alguna forma, con controles y supervisión, siempre será mejor tener un cuerpo de vigilancia que al campo a la deriva.

Y Luis Felipe López Castro, Secretario de Seguridad Pública del Gobierno del Estado, parece tener las agallas y la visión para entrarle de fondo al combate a la inseguridad en todas las áreas y frentes.

Si se recuperan esos espacios en los municipios rurales, podrá incluso cortarse de tajo una de las fuentes de donde se nutren las bandas delictivas.

La exigencia de mayor seguridad, ha sido una de las demandas permanentes desde hace algunos años del Presidente de la Unión Ganadera Regional de Tamaulipas Homero García de la Llata.

Y es que no solamente fueron los clásicos embates de los abigeos, sino las agresiones a los productores, los secuestros y los robos de cosechas, equipo a infraestructura.

También han elevado la voz los agricultores de varias regiones, los citricultores, los lecheros, los apicultores.

Así que bienvenido el regreso de la Policía Rural a Tamaulipas.

Creo que los alcaldes le darían una buena acogida al proyecto, entre ellos Oscar Almaraz de Victoria;  Alma Laura Amparán de Altamira;  José Ríos de San Fernando, Jesús de la Garza de Matamoros; Faisal Smer Silva de Aldama; Habiel Medina Flores de Soto la Marina; Guillermo Verlage de González, entre otros.