Columnas

Mante sin diputado federal

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza

Mante sin diputado federal

La redistritación que lleva a cabo el INE, es un reflejo de la movilidad de la población y el crecimiento de las ciudades que están en cada región de la entidad, en el caso de Tamaulipas y de las entidades de todo el país.

Hay cosas que no cambian, que son 300 los Distritos Federales Electorales que sirven de base para la conformación de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión y que, cada uno de ellos tiene alrededor de 450 mil, que dan algo así como 135 millones de personas en el país.

La conformación de los distritos equivale a la revisión de la cartografía nacional sobre la base de estratificar la población en función de los números que sustentan la representatividad de las Cámaras Legislativas tanto federales como de las entidades del país.

El Instituto Nacional Electoral, tiene dentro e sus atribuciones llevar a cabo la actualización de los Distritos en función de la población, esto es que, después de cada censo general, la cartografía debe de revisarse para centrar los Distritos de acuerdo a la cantidad de personas que viven en las ciudades y comunidades, con la idea de que, hasta 450 mil sean quienes lleven a un Diputado a la curul de la Cámara Baja.

En los últimos años, Tamaulipas ha perdido y ganado distritos y en la revisión que acaba de llevar a cabo el INE y que será puesta a consideración de los ciudadanos, partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil sucede de nuevo, solo que, ahora no será de la frontera, sino el sur.

Se trata del Distrito Federal Electoral de Mante y cuyos municipios que lo conforman se sumarán a Distritos cercanos, entre ellos Madero, Tampico y Victoria.

La lógica indicaría que, si le quitasen de nuevo un distrito a Tamaulipas para que, de nueve quedaran en ocho, el IX de Reynosa debería de desaparecer, pero, no es así, debido a que la cantidad de población que hay en esa región, es mucho mayor que la radicada en el Distrito del sur, situación que a ojo cerrado sugiere un alto índice de migración del sur al norte, sin dejar de lado la obligación de analizar el porcentaje de crecimiento población de cada parte.

Es el Artículo 53 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, CPEUM, establece que la demarcación territorial es de 300 distritos electorales uninominales, será la que resulte de dividir la población total del país entre los distritos señalados. La distribución de los distritos electorales uninominales entre las Entidades Federativas se hará teniendo en cuenta el último censo general de población, sin que en ningún caso la representación de una Entidad Federativa pueda ser menor de dos diputados o diputadas de mayoría.

Respecto a la redistritación el Artículo 41, párrafo tercero, Base V, Apartado B, inciso a), numeral 2, de la CPEUM, así como, el diverso artículo 32, párrafo 1, inciso a), fracción II, de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, manifiestan que para los procesos electorales federales y locales, corresponde al INE definir la geografía electoral, que incluirá el diseño y determinación de los distritos electorales y su división en secciones electorales, así como, la delimitación de las circunscripciones plurinominales y el establecimiento de cabeceras

También la Constitución General de la República en el Artículo Tercero Transitorio del Decreto de reforma del 14 de

agosto de 2001 precisa que para establecer la demarcación territorial de los distritos electorales uninominales deberá tomarse en consideración, cuando sea factible, la ubicación de los pueblos y comunidades indígenas, a fin de propiciar su participación política y se remacha con una Jurisprudencia del 2015 en el mismo sentido.

Es por ello que en las entidades del sureste tendrán más diputados federales que en las entidades del norte del país, pese a que son menos personas y pero el territorio es más amplio, por ejemplo la propuesta es que Chiapas tenga 13 Distritos Electorales Federales, cinco más que Tamaulipas y de ellos, seis son indígenas, esto quiere decir que casi habrá más representación indígena de Chiapas que el total de los Diputados que tendrá Tamaulipas.

Obvio, el programa de redistritación no inició en estas semanas se lleva a cabo desde el año pasado y responde a un programa muy bien elaborado y debe terminarse antes de que inicie el proceso electoral federal del 2023-2024, esto es, en septiembre del año que viene y el objetivo es redefinir el trazo de todos los distritos electorales del país, federales y locales, para crear el equilibrio poblacional, la demarcación de las circunscripciones plurinominales y la determinación de las cabeceras distritales, que son básicas para la organización de las elecciones.

De acuerdo con el plan, está por abrirse un periodo en el cual, los ciudadanos y los miembros de los partidos políticos pueden interponer recursos sobre el proyecto elaborado por el INE y mandatado por la Constitución General de la República, pero, una vez que los Tribunales Electorales los resuelvan, se llegará a la etapa de la nueva domiciliación de las sedes para las Juntas Distritales Electoral, aunque en Tamaulipas más bien se eliminará una sede, la de Mante, porque sus municipios serán enviados a Madero, Tampico y Victoria.

La redistritaciones se llevan a cabo con toda normalidad y responden a proceso de ingeniería electoral muy bien diseñados y por lo regular, nadie protesta cuando una entidad pierde o no quiere un Distrito más, desde el momento que su conformación es consecuencia del crecimiento poblacional y la movilidad de las personas de un lugar a otro, es decir, la migración en su mejor expresión