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Masacre en Walmart

Tribuna

Por Javier Terrazas

Masacre en Walmart

De nueva cuenta un joven estadounidense (Patrick Crusius) de apenas 21 años,  armado con un rifle AK 47, es el ejecutor de al menos 20 personas y 24 heridos.

Los hechos ocurrieron en una tienda Walmart del Centro Comercial (Mall) Cielo Vista de la Ciudad de El Paso Texas, en la frontera con Ciudad Juárez, Chihuahua.

Lamentable suceso, que pone al desnudo la fragilidad y la vulnerabilidad de la vida en la frontera México-Estados Unidos.

El fenómeno, es derivado de la facilidad que existe en el vecino país   del norte para la compra de armas de alto poder sin ninguna limitante.

La industria bélica es una de las más sólidas en los Estados Unidos y ello hace que las restricciones de sus autoridades federales no solo no frenen, sino alienten su venta.

Esa circunstancia permite que las bandas criminales de México adquieran armas de más poder a las usadas por el Ejército.

Y las consecuencias las vemos todos los días a lo largo de nuestras fronteras y ciudades del interior, decenas de muertos por el uso de armas que llegaron ilegalmente al país.

Hoy el tocó vivir esa tragedia a El Paso Texas y Ciudad Juárez Chihuahua, pues las víctimas son de ambos lados de la frontera.

Pero el caso puede repetirse en otras regiones de los más de 3 mil kilómetros de frontera entre ambos países, desde Tijuana-San Diego a Matamoros-Brownsville.

Tamaulipas tiene 371 kilómetros de frontera con Texas y por tanto es más vulnerable que otras regiones.

Hay ciudades gemelas, por llamarles de alguna forma, como Nuevo Laredo-Laredo; Reynosa-Mc Allen y Matamoros Brownsville.

Ahora más que nunca se viven situaciones especiales derivadas de las nuevas políticas migratorias más duras por parte de los gobiernos de ambos países.

Situación que hace más tensa la relación diaria de la frontera y por tanto, con influencia en las conductas de las personas, especialmente en mentes inmaduras o enfermas.

Las posturas radicales de Donald Trump y su partido republicano en torno a los migrantes ilegales, sin duda alimenta la fobia de algunas personas en contra de los latinos, sean migrantes legales o ilegales.

La masacre de éste 3 de agosto en el Mall Cielo Vista de El Paso Texas, es una prueba de ello.

Y no debe dejarse pasar como un caso más.

Es urgente que los mexicanos fronterizos y nuestras autoridades estatales y federales, retomemos la exigencia perene de establecer restricciones y controles a la desmedida venta de armas en Estados Unidos.

La demanda ha sido planteada en forma reiterada por el gobernador de Tamaulipas Francisco García Cabeza de Vaca.

Y recientemente en las negociaciones bilaterales por el acuerdo migratorio reciente, el Canciller Marcelo Ebrard lo puso sobre la mesa por parte del gobierno de México.

La inacción y falta de resultados en éste punto tan delicado nos lleva a índices alarmantes de violencia y muertes por la carrera armamentista de la delincuencia organizada.

Bandas que tienen a ciudades y estados mexicanos en,  “estado de guerra”.

Tiempo de frenar ésta loca carrera de violencia derivada del libertinaje en el mercado de las armas en el lado estadounidense y el mercado negro en el lado mexicano.

Cielo Vista es el nombre del Mall de la tragedia.

Y nos hace poner la Vista en el Cielo para clamar un alto a las causas  de la masacre.

Cierto que Patrick es el autor material.

Pero la autoría intelectual tiene otros nombres y apellidos.