Columnas

No al aventurismo político

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza

No al aventurismo político

Pareciera que los ciudadanos de Tamaulipas están metidos en el proceso electoral local que comenzó en septiembre de este año y, no es sí, porque quienes se pusieron a jugar el juego de los aspirantes para las candidaturas de alcaldes y diputados al Congreso del Estado, es una minoría ínfima, ni siquiera detectable en el contexto poblacional.

Las personas que deciden quienes llegan a los cargos de elección popular, todavía no se asoman al proceso electoral, de ahí que, la intención del voto no pueda ni dibujarse.

A los ciudadanos de Tamaulipas, les preocupa más como resolverán el fin de año respecto a las necesidades familiares, incluso, hasta si podrán aprovechar las ofertas del Buen Fin que ya están aquí, porque en materia de finanzas del hogar, aunque se hable mucho de que la inflación medio se contuvo, todo cuesta más y las entradas que tienen las parejas mes con mes tendrán que declararse insuficientes para un buen fin año.

Respecto al papel jugado por los dirigentes de los partidos políticos en estos primero casi tres meses del proceso electoral, la realidad es que, casi se encuentra como antes porque hay cero creatividades a nivel de dirigencias estatales o municipales y, de no actuar en consecuencia solo queda pensar que la cosecha de votos en junio del año que viene será pobre.

Que desde los partidos políticos sus dirigentes apuesten por la popularidad de los candidatos que selecciones, es una de las formas más confortables de hacer el papel de postulantes de candidatos, cuando en realidad debería de aportar una estructura organizada, sólida, actuante, dinámica y comprometida con la sociedad para que, más allá de los votos obtenidos por el candidato, la verdadera suma provenga de la estructura partidaria.

Alguien dijo que, resolver candidaturas con encuestas de preferencias, es un error grave, porque la experiencia hace ver que los seleccionados, no son aquello a quienes quiere la gente para que despachen en los cargos públicos y, la verdad forzar el voto a favor de candidatos que no lograron llegar al ánimo de la gente, equivaldrá siempre a la derrota en las urnas.

Resulta entonces que, los aspirantes a cargos de elección popular tienen los próximos dos meses del actual proceso electorales para desengañarse de su postulación y de gran valor para obtener una buena cantidad de votos en las elecciones de año que viene, será que, en honor tanto a la verdad como a reconocer que la gente ni siquiera les identificó como prospectos, deben declinar y sumarse a aquellos con posibilidades reales de obtener sufragios.

Como los candidatos a puestos en empresas, los que buscan cargos públicos a través de las urnas, deben de reunir características que les permitan interactuar con los ciudadanos, por ello deben ser flexibles para interactuar con conocimiento de causa frente a todos los grupos poblaciones y enfrentar los retos o desafíos que les expongan.

Otra característica que cuenta mucho es que los aspirantes tengan buena iniciativa, porque los ciudadanos quieren ver a personas que sepan de proyectos, muchos proyectos, de acciones que aporten resultados a las demandas que ellos plantean y que las ideas que planteen sean viables de lo contrario se convertirán en prospectos de cuento, que hablan por hablar, pero, no aterrizan compromisos claros, de manera que nadie votará por ellos.

Los prospectos a candidaturas son medidas por los ciudadanos en función del equipo de trabajo que tienen, por tanto, es una característica que deben de cuidar de sobremanera, dado que, los electores al identificar personas indeseables en el grupo, llegan a considerar al aspirante como indeseable.

La otra característica que no debe de fallar es manejar en forma correcta el tiempo con los ciudadanos, es decir, ser un gestor atinado del tiempo, porque la calidad y la rapidez no son incompatibles, deben de ir de la mano, en el entendido de que, tiene que diferenciar muy bien aquello que es urgente o importante.

Urgencia está asociada al tiempo e importancia al logro de objetivos, si es urgente, precisa atención inmediata y si es importante puede resolverse a corto o mediano plazo.

En razón del tiempo es una gran verdad que, si el aspirante o candidato tiene prisa porque el tiempo se come su proyecto, la ciudadanía de inmediato se percata de que, en absoluto le interesan los planteamientos de la ciudadanía y, por tanto, no es un buen prospecto, como tampoco será un buen funcionario en el cargo público que busca.

El aspirante que no tiene tiempo de escuchar a los ciudadanos, tendrá todo el tiempo del mundo para lamentar el fracaso social de su proyecto, de ahí la insistencia de que, los inscritos en los partidos políticos para ser candidatos deban de aprovechar al máximo estos dos meses del proceso electoral, a fin de rectificar su presencia ante los ciudadanos y que la percepción sea mejor, en especial porque el aventurismo en política no funciona.