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Noé Ramos, la metamorfosis: de boxeador a actor político

Escenario político

Por Marco Antonio Torres de León

Noé Ramos, la metamorfosis: de boxeador a actor político

Comenzó su carrera desde abajo. Desde joven practicó boxeo con un entrenador muy popular de la época, mismo que condujo a varios mantenses a ganar títulos de campeón.

Se le veía cerca del mercado municipal, donde en un segundo piso casi enfrente el entrenador tenía su gimnasio, y daba clases de ataque y defensa a sus púgiles.

Su aspecto era tímido, su porte, sereno y callado, tal vez como hasta hoy. Han querido encasillarlo como un hombre limitado por no provenir de familias de apellido, pero su tesón lo ha sacado adelante.

Sus adversarios son clasistas, elitistas, incompasivos  y verdaderos perros de presa inmisericordes, doctorados en enjuiciar y en poner contra la pared.

A fin de cuentas saben que destruir es más fácil que construir.

Mire usted amable lector, hay veces que la envidia es causante de un efecto positivo en el personaje vilipendiado, lo hace crecer. Sobre las piedras recibidas, se yergue triunfante aquel que recibió ataques.

Por eso aplica bien la máxima, los hacedores de prohombres son aquellos que arrojan piedras sobre la gente inocente.

A la soberbia precede la humillación, y es el pago que reciben aquellos que no saben respetar y que creen tener la vara del juicio lista para ejecutar.

Aquel joven – en aquella época- se marcharía después a buscar su destino a los Estados Unidos y es allá donde encontró su suerte.

Un día retornó asentándose en El Mante como la ciudad que lo vio nacer y junto a su joven familia comenzó a hallar su vocación, el servicio público.

Descubrió que tenía un imán para dirigir planes, proyectos y anteproyectos y se vio rodeado casi enseguida de personas de buenos principios, la mayoría cin una particularidad, eran pobres, necesitados, pero por esa misma razón, tesoneros e incansables a la hora de cumplir tareas y concluir objetivos trazados.

Sus seguidores eran igual que él, humildes y trabajadores.

Muchos llegaban apenas con huaraches al trabajo porque no les alcanzaba para más. No había para zapatillas, menos para calzado de marca. Otros llegaban desaseados porque en sus colonias no había agua potable, pero aún así, la mística de todos era la misma de su líder.

Hoy la suerte le sonríe a NOE RAMOS FERRETIZ y por fin, después de varios trienios donde tuvo que tragar lágrimas amargas porque sus asesores y amigos le decían, espera, aún no es tiempo, cede el lugar a otro aspirante, hoy el destino lo recompensa dándole una candidatura.

Misma que tiene al borde de sus bolsillo.

No es bueno destruir. Es mejor construir.

Pero la envidia es mala. Como dice el refrán, la envidia nunca es buena, mata el alma y envenena.

Hoy es su tiempo, el tiempo de Noé Ramos Ferretiz, mañana con certeza será el tiempo de otro.

Pero mientras tanto, él está preparado para seguir siendo humilde y sencillo, con amigos y enemigos.

Porque es muy lindo ser amigo de los amigos; dar de comer solo a tus buenos vecinos. Pero amar a tus enemigos, desearles el bien y aparte de todo darles buen trato, es la máxima prueba.

Noé Ramos es más que eso. Hoy se registra en el Comité Estatal del PAN en Ciudad Victoria y si pasados unos días nadie más osa registrarse, por consecuencia sera el candidato oficial de ese partido para ir en busca de la presidencia municipal de El Mante.

Hasta pronto. En breve nos leemos.