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Participación electoral y su motivación

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza

Participación electoral y su motivación

Tiene su relevancia el hecho de que las instituciones responsables de organizar las elecciones locales de este año convengan por escrito el colaborar y coordinarse para llevar a cabo acciones bien concretas que sirvan para promover la participación ciudadana en el proceso y que, su presencia en las urnas mejore respecto a elecciones anteriores.

Debería ser suficiente con que los partidos políticos y sus candidatos prendieran a quienes están enlistados en la relación nominal, pero, nunca estará de más que, de acuerdo a las atribuciones que tienen el Instituto Nacional Electoral, INE y el Instituto Electoral del Estado de Tamaulipas, IETAM, usen su creatividad y los tiempos oficiales que tienen en los medios de comunicación electrónicos para promover el voto libre y razonado.

Por estos días se firmó el Acuerdo entre ambas instituciones, que dirigen Sergio Ruiz Castellot y Juan José ramos Charre, de la Junta Local Ejecutiva del INE y el Consejero presidente del IETAM, en forma respectiva, quienes con sus equipos de trabajo echarán mano a de la creatividad para aprovechar las herramientas tradicionales y las tecnológicas para mantener una alta participación de personas en las urna a efecto de elegir a quienes deben de desempeñar los cargos públicos que se disputan en las urnas.

Entre otras cosas se habló de aplicaciones para móviles, información sobre las candidaturas para las elecciones, contenidos para redes sociales con un enfoque hacia la democracia y la difusión de la cultura democrática, elaboración de TikTok, esquemas de ciudadanía digital o bien acciones relacionadas con programas sobre democracia en minutos, diálogos dirigidos a los jóvenes y las mujeres, además de la distribución de materiales gráficos y participación de las personas a través de testimoniales como las selfies.

Se trata de que las dos instancias que organizan elecciones logren involucrar a los ciudadanos en el proceso, para que el día que las urnas se abran fluya la participación y que ejerzan en forma libre y razonada el voto que permita el triunfo de la persona que sustituya al actual gobernador de la entidad, porque este año la elección solo es para este propósito ya que, al alinearse la Legislación Electoral local con la Federal, tras la reforma nacional del 2014, el cambio de autoridades municipales y de Diputados al Congreso del Estado, se llevas a cabo en forma separada a la elección de gobernador.

Desde luego, llegará un momento en que haya un mandatario estatal que trabaje solo dos años al frente e la administración gubernamental, para que de nuevo la votación para cambiar el gobernador, también sea para alcaldes y diputados, pero, también de diputados Federales. Se dará el caso de que en proceso electoral también se elijan Senadores y presidente de la República.

De acuerdo al análisis de datos que hizo el presidente del IETAM, en el proceso de votaciones reciente, más de la mitad de los ciudadanos inscritos en el listado nominal, acudieron a las urnas, el 52 por ciento, para seleccionar a quienes serían sus alcaldes y diputados, cantidad que se considera aceptable y que puede superarse en las votaciones del cinco de junio venidero, porque está en juego la gubernatura de la entidad.

En el pasado, las elecciones locales en las cuales se votaba para Gobernador, Alcaldes y Diputados locales, eran las de mayor participación y a mitad de los sexenios cuándo solo se cambiaba de Legisladores y presidentes municipales la gente no acudía a las urnas en la misma proporción, pese a que, las autoridades electorales realizaban campañas de promoción para elevar la presencia de gente en las urnas.

Para que se niega, hubo elecciones intermedias en las cuales la votación rondaba porcentajes tan escasos que apenas superaban al 30 o 35 por ciento del listado nominal, incluso, dos o tres alcaldes de Ciudad Victoria, para ejemplificar el caso, llegaron a despachar al edificio del Ayuntamiento con cantidades de votos que daban risa por su escasa cantidad.

Total, el Acuerdos firmado hace unos días ente la Junta Local Ejecutiva del INE y el IETAM, servirá para implementar actividades presenciales y virtuales en la entidad, con respeto siempre a los protocolos sanitarios por la pandemia de COPVID-19 dirigidos a los diferentes grupos de la población electoral, entre ellos los jóvenes, porque el voto de ellos presenta una gran variabilidad.

Las acciones convenidas están previstas desde este mes de febrero hasta antes del día de las elecciones que es el cinco de junio, es decir, por 18 semanas, aunque es preciso señalar que nada es mejor que los candidatos y sus partidos políticos realicen actividades proselitistas que jalen a los electores a las urnas con sus propuestas y consentidos promocionales que den pie a que cada elector se ponga la camiseta que más le agrade y tomar la decisión de ir a votar.

En la elección de Gobernador de 1998, la participación ciudadana fue del 55.88 por ciento, votaron 900 mil 879 personas de un millón 612 mil 26 que hubo en la lista nominal, esta elección fue ganada por el licenciado Tomás Yarrington Ruvalcaba.

En el proceso del 2004, votaron un millón 79 mil 275 personas de dos millones 85 mil 184 que estaban en el listado nominal, para una participación del 51.76 por ciento y lo hicieron por el ingeniero Eugenio Hernández Flores.

Para la elección de Gobernador en el 2010, la participación en las urnas fue del 44.41 por ciento, al sufragar un millón 101 621 personas de un listado nominal de dos millones 480 mil 192 y ganó la elección el ingeniero Egidio Torre Cantú.

Fue la elección de Gobernador de Tamaulipas del año 2016 cuándo mayor participación hubo en las urnas porque el 56.23, es decir, un millón 438 mil 14 personas de los dos millones 557 mil 228 que tuvo el listado nominal en ese año, quienes acudieron a las urnas para elegir al actual mandatario de la entidad.

La participación ciudadana en estos cuatro procesos tiene un promedio del 52.07 por ciento de los listados nominales, de ahí que, miembros de las dirigencias de partidos políticos, los candidatos y las autoridades electorales tienen que ser creativos para obtener al menos este promedio o de plano superar a la elección del 2016 que fue la más alta con el 56.23 por ciento.