Columnas

Pemex, gran apuesta y dividendos

Factor entre dos

Por: José Efraín Caballero Sevilla

Pemex, gran apuesta y dividendos

Una gran apuesta que ha ganado este año el gobierno federal, es el haber impulsado su inversión pública en fortalecer la producción petrolera en nuestro país, a través de la empresa productiva del estado Pemex.

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador aumentó el presupuesto de Petróleos Mexicanos (Pemex) para este 2021 en 544,000 millones de pesos.

Esto, con la finalidad de maximizar la renta petrolera del Estado, enfocando su estrategia en rescatar a la compañía, y consolidarla como palanca del desarrollo nacional, como lo fue en décadas anteriores.

Pese a los serios problemas financieros en Pemex, derivado de las pésimas administraciones anteriores, se decidió invertir en el saneamiento en su infraestructura y economía.

Pese a que existían voces muy críticas que se oponían a esta maniobra, tanto de parte de la oposición política, diversos analistas y consultoras, tanto nacionales como internacionales; se privilegió el invertir en Pemex con estos recursos, que ya le están generando importantísimas ganancias.

La mezcla de exportación mexicana, se tenía contemplado que rondara este año los 40 dólares por barril, y al día de hoy ya ha superado los 70 dólares; su mayor cotización desde septiembre de 2018, cuando se encontraba en los 71 dólares.

Los ingresos petroleros han tenido un alza de 86.6 por ciento anual real, al llegar a 363 mil 621 millones de pesos en el mes de mayo, y se estima que siga la tendencia, a grado tal, que los países productores de petróleo están planteando incrementar igualmente su producción, ante la gran demanda internacional del crudo.

Los ingresos petroleros del Gobierno Federal, han sido mayores al monto programado que se estimaba en los 21.4 mil millones de pesos, que incluía la reducción en la carga fiscal para fortalecer su posición financiera y  están ya en 363 mil 621 millones de pesos en el mes de mayo, según información de la Secretaría de Hacienda.

Si a esto, le damos el valor agregado que representa, la compra pactada de la Refineria Deer Park, que le generará a nuestro país un gran ahorro en la importación de gasolinas, nos damos cuenta que Pemex es un gran negocio y las acciones estratégicas de la actual administración van en sentido correcto.

Ya existen voces desde Estados Unidos, donde el congresista republicano por Texas, Brian Babin, está solicitando a la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y a la Secretaría de Energía de Estados Unidos, comandada por Jennifer Granholm, detener la compra de la refinería, ante el argumento que Pemex no tiene experiencia en la administración de este tipo de empresas.

Esto es un argumento inadmisible, ya que nuestro país cuenta con media docena de refinerías y la administración actual les ha invertido una cantidad importante de recursos para modernizarlas y aumentar su capacidad de producción,

El interés real de este congresista Brian Babin, es que representa los intereses de las compañías texanas que le venden gasolina a Pemex, y este negocio dejará de ser lucrativo para ellos.

Aquí se cae el argumento que se ha esgrimido, donde dicen que el petróleo y las gasolinas no son negocio; en caso que no lo fueran: ¿Por qué tanto jaloneo ante un mal negocio? La pregunta se contesta por sí sola.

De esta manera, se ve una muy efectiva apuesta de la administración federal hacia la empresa Pemex, que va en vías de volver a ser una gran palanca de desarrollo nacional, ante los ingresos multimillonarios que representa. Hasta que las llamadas “energías limpias” hagan su aparición, dentro de los próximos 35 años o más, que está contemplado realmente que suceda masivamente.

Querido lector tenga un excelente día, nos leemos la próxima.

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