Que las calabazas se acomoden
Gaceta.
Por: Raúl Terrazas Barraza.
Que las calabazas se acomoden
Es seguro que la presencia del secretario de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, José Ángel Gurría Treviño en la capital mexicana y ante funcionarios de la administración federal, propiciará algo de confianza en los asuntos financieros del país.
De alguna manera, la credibilidad que tiene en el mundo de las finanzas públicas le confiere autoridades para que, la perspectiva que los inversionistas tienen de los escenarios presentes y futuros, cambien si hay distensión en esta área.
Llama la atención el hecho de que, el ex secretario de Hacienda y Crédito Púbico, propusiera esperar todavía un tiempo más para ver resultados de las reformas realizadas por el actual gobierno de México, porque lleva tiempo entenderlas, saber su alcance y el impacto en la economía de la nación.
El punto para el economista internacional, que, por cierto es de Tampico, es que, los mexicanos están acostumbraos a la gradualidad en los cambios, misma que no se dio ahora, porque estos son de golpe y su impacto no es inmediato, llevará tiempo saber que funcionan y cual es su verdadero objetivo.
Gurría Treviño, sabe de que habla, conoce sobre las letras chiquitas de todas las reformas económicas en los países de América Latina y del Mundo, porque la oficina que representa se dedica a explorar el rumbo que llevan las economías de las naciones sobre la base de los proyectos a corto, mediano y largo plazo.
El secretario de la OCDE, que también fue secretario de Relaciones Exteriores de México, dijo algunas cosas que permitirán a los inversionistas analizar pronto las garantías que ofrece su país para que las empresas internacionales consideren como opción su crecimiento o asentamiento aquí, sin dejar de lado un hecho real, la crisis económica mundial, que por desgracia pega más a los países en vías de desarrollo.
El economista se reunió con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero para hablar sobre los resultados de análisis realizados por la OCDE y ponerlos a disposición de la administración federal.
Hizo ver además, que, en el primer año de gobierno las inversiones se contraen, porque los empresarios ver con reservas el rumbo que tomarán las cosas y prefieren mantenerse a la expectativa, sin embargo, pasado ese tiempo existe la posibilidad de que el crecimiento económico recupere su paso, en virtud de que, la confianza se hace presente de nuevo y rompe con la atonía económica.
En los próximos meses el panorama sería diferente, ya que, reformas, nuevos esquemas en la forma de gobernar y una comunidad a la expectativa, tienen al país en vilo y el bajo crecimiento logrado, se revertirá casi de forma natural, debido a la demanda de bienes y servicios que la creciente población demanda tanto del Estado mexicano como de la iniciativa privada.
Para entender la situación económica del país, es fundamental que, a dicho de pueblo, las calabazas se acomoden en el camino y en el tiempo, para que la confianza de los inversionistas se haga patente y la economía de un vuelco a favor del crecimiento del país.
La observación del economista es importante, al dejar claro que una cosa es la que, todos los mexicanos ven día a día y que los tiene en ascuas, porque se dice que las cosas están bien, pero, a la hora del rendimiento de los salarios y la búsqueda de mejores condiciones de vida, nada más no pintan. Otra muy diferente como se ve desde fuera y que, por la profundidad de los cambios, esperan que haya reacciones financieras positivas, al considerar que retornará la confianza de los inversionistas y se apuntalará el crecimiento económico.
Asunto de esperar el acomodo de las calabazas y que, aquellas no que incidirán en el bien de la nación, se caigan en el camino, porque nada bueno dejarán a la población, como eso de regalar dinero a quienes no hacen nada.
Los otros.
Mientras que el presidente del comité estatal del PAN, Luis Cantú Galván realiza trabajo de gabinete, su contrincante del priísmo, Edgardo Melhem Salinas, trata de completar el equipo de trabajo por ello nombró más colaboradores esta semana, entre los cuales está la ex diputada local y ex dirigente de la Federación de Sindicatos Trabajadores al servicio del Estado, Martha Guevara de la Rosa, quien tendrá a su cargo la delegación en el quinto Distrito Federal Electoral que tiene cabecera en Ciudad Victoria.
En tanto, el ex responsable del Oportunidades en el estado, Manuel Cavazos Guerrero, trabajará como delegado en el Distrito de Río Bravo, Nabor Etienne Goytortúa es el Contralor del comité estatal y el abogado Ivés Soberón Tijerina, es el secretario Jurídico Adjunto a la presidencia.
También son secretarios adjuntos el licenciado Eliseo Castillo Tejeda, quien acaba de entregar la delegación de la Secretaria de Gobernación al doctor Felipe Garza Narváez, el reynosense Benito Sáenz Barella y el ex acalde de Aldama, Faisal Smer Silva.
Circula en las redes sociales desde el pasado martes, un manuscrito del señor César Muñoz Díaz, originario del Ejido Constitución del Municipio de Buenaventura, en el estado de Chihuahua, que contiene una petición concreta el presidente de la República, Don Andrés López Obrador, en el sentido de que, los productores rurales no quieren apoyos financieros y no porque los hayan sacado del Presupuesto de Egresos de la Federación, sino, porque aquello que necesitan, son precios de garantía para los productos del campo, basados en los costos de producción reales, es decir, que se consideren los aumentos de combustibles e insumos, para que, la producción se venda a precios reales.
La idea es de las mejores que se escuchan en el medio rural y en el entendido de que, con precios de garantía basados en costos reales, los mismos campesinos podrán mejorar sus sistemas de producción, actualizar sus herramientas y equipos, así como, tener acceso sin limitaciones a los insumos para producir alimentos.
Aclara los productos, que mientras los productos del campo no valgan a la hora de sacarlos al mercado, la agricultura de México seguirá igual o peor, por eso aseveró que no quieren que les regalen nada, que solo necesitan que los productos valgan.
