Quiero ser diputado
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Oscar Rafael Contreras Nava
Quiero ser diputado
El poder legislativo en México es el gran club de la amistad. Ahí es donde se hacen amigos, socios y cómplices para toda la vida y no importa a qué partido se pertenezca, eso es lo que menos interesa, porque su desmedida ambición por el poder, los une.
La relación entre las bancadas es casi siempre de armonía, aunque a veces parecería que sus diferencias ideológicas fueran de reales pero no es así.
Así los vemos por el Canal de Congreso, discutiendo, manoteando pero pasado este momento en el pleno, su amistad vuelve a la normalidad y siguen los legisladores siendo muy felices.
Y más, cuando se ponen de acuerdo para aprobar el monto de su salario, prestaciones y en especial, sus aguinaldos.
De tal manera que esto nos demuestra que a las diputadas y diputados no les interesa lo que a la sociedad le pase, cuando han aprobado el presupuesto federal.
Tampoco lo que los gobiernos tendrán qué hacer para tratar de guardar lo más elemental de sus recursos, y responderle a la gente.
Como por ejemplo el gobierno de Tamaulipas ya inició el análisis de su base laboral porque se sabe que dará de baja al 20 por ciento de los trabajadores, es decir, que será alrededor de tres mil burócratas que se quedarán sin laborar a partir del primero de enero del 2020.
Y a los burócratas que se quedan les reducirán el 80 por ciento de las compensaciones, que a veces reciben, pero eso a los diputados federales no les importa porque ellos viven muy felices.
Pero bueno, es importante comentar que el poder legislativo de Carlos Salinas de Gortari y de Vicente Fox, así lo hicieron y se repite con Andrés Manuel López Obrador, quien es un perfecto simulador de la política.
Con esto nos damos cuenta que nada cambia y no importa que partido esté al frente del Poder Ejecutivo, porque todos son iguales y lo único que buscan son los recursos para seguir manteniéndose en el poder.
Es seguro que pronto los senadores y diputados vuelvan a sus distritos y van a decir lo mismo de siempre:
Logramos un presupuesto histórico que cambiara al país.
Con las reformas logradas, hicimos una nueva constitución.
Le hemos dado el poder a la gente, porque el pueblo quita y el pueblo pone.
Terminamos con el neoliberalismo.
Les daremos más dinero a los adultos mayores y jóvenes.
Y sembraremos millones de árboles en el país.
En fin, si ganan más de 140 mil pesos mensuales o 150 mil o 200 al mes, no importa, es lo de menos, ya perdieron credibilidad y son muy pocos los que se salvan, por eso don Lupe, el taxista me dijo:
Quiero ser diputado y le pregunto por qué:
No trabajan porque López Obrador lo hace todo y ellos solo aprueban lo que les manda.
Los diputados fingen que se pelean pero es más real una pelea del Canelo Álvarez en las Vegas.
Y además, cobran como si hubieran trabajado y ni sudan ni se preocupan por lo que aprueban.
Por eso quiero ser diputado… Ni que decir…
Punto final. Ahora sabemos que Adrián Oseguera Kernion, presidente municipal de Ciudad Madero, instruyó a su tesorero, Carlo Alberto González Portes, para que el presupuesto 2020 sea austero, pero se incrementen las obras y ayudas sociales, siendo coherente con MORENA, su partido político.
Será este viernes cuando lo presenten al Cabildo y tendrá un total de 718 millones 241 mil pesos, lo que busca Oseguera es que los maderenses tengan un gobierno cercano a la gente y un gobierno que incluya siempre obras que vayan en beneficio de la ciudadanía.
Desde luego que a diferencia de 2019, nos dicen que el presupuesto de 2020 será mayor, porque también se tiene que ajustar de acuerdo al índice inflacionario en algún tipo de partidas y también, se incrementará en la obra pública. Ni más ni menos.
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