Columnas

Rafa, del populismo al autoritarismo.

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza.

Rafa, del populismo al autoritarismo.

La llamada Ley garrote de Tabasco tiene una sola finalidad, proteger la obra de la refinería de dos bocas que se construirá en aquella entidad por decisión del presidente, Don Andrés López Obrador.

El punto es asegurar que nadie diga nada en contra del proyecto presidencial, ni desde el punto de vista ecológico, ni del político, por eso, el Gobernador de aquella entidad, promulgó una serie de reformas con la idea central de maximizar las penas por los delitos de extorsión, bloqueos a las vías de comunicación e impedir la realización de obras públicas o privadas.

A propuesta del Gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, se creó el delito de impedimento de ejecución de trabajos y obras, en cuyos casos se considera cárcel de seis a 13 años.

Además, logró que el Congreso del Estado aprobara las mismas penas a quien obstruya el acceso de personal o maquinaria al lugar destinado a la ejecución de trabajos u obras y las penas se elevarán al doble, cuando, en la comisión del delito, el sujeto activo, por sí o por interpósita persona, pida o exija dádivas, cuotas o la obtención de un empleo o cuando se utilice violencia o se comenta por dos a más personas.

En Victoria, el diputado local del PRI, Rafael González Benavides, fue muy claro al ejemplificar porque en Tabasco a pesar del retroceso que significa una Ley contra quienes expresen o manifiesten sus ideas en las calles, el fin es evitar a como dé lugar que las obras de la refinería de dos bocas que se construirá en aquella entidad, se conviertan en la causa de protestas de los mexicanos que no están a favor de las determinaciones que toma el gobierno federal.

No se entiende la actitud, porque el presidente, Don Andrés López Obrador, como muchos de sus colaboradores usaron la protesta pública y los bloqueos de calles como arma política en su lucha por llegar al Poder y ahora de manera ventajosa, se modifican varios documentos legales, para que nadie, pueda hacer nada en contra de las obras que los gobiernos federal o estatal lleven a cabo en aquella entidad, del sureste mexicano.

Esto de que tanto se habla en el país, por las implicaciones que tiene sobre las libertades de expresión que teníamos los mexicanos, en especial las modificaciones al Código Penal de Tabasco, fue publicado el Decreto 115, en el Periódico Oficial de aquella entidad, este miércoles, por lo tanto, entra en vigor a partir de este jueves y son las autoridades que tiene bajo sus órdenes Adán Augusto López, las que habrán de aplicarlo contara aquellos que condenen la obra de dos bocas.

Este mismo miércoles, el secretario General de Gobierno de Tabasco, Marcos Medina Filigrana, anunció que la administración para la cual trabaja está lista para enfrentar las impugnaciones que puedan presentarse con motivo de la Ley Garrote, bajo la premisa de que no se violan derechos de nadie, sino que, se harán valer argumentos del Estado sobre la importancia de las obras.

Las observaciones más severas que se hicieron, corresponden al Artículo 308 Bis, que al final de cuentas tuvo algunos cambios, por tanto establece que, al que extorsione, coaccione, intente imponer o imponga cuotas e impida total o parcialmente el libre tránsito de personas, vehículos, maquinaria, equipo especializado o similar, para la ejecución de trabajo u obras pública o privada en las vías o medios de comunicación de jurisdicción local a que se refiere el Artículo 306, se le impondrá prisión de seis a 13 años y multa de mil a dos mil veces el valor diario de la unidad de medida de actualización, sin perjuicio de las penas que correspondan por otros delitos que resulten.

Total, palo dado ni Dios lo quita, dice el dicho, así que, Ley garrote en el sur del país y Ley Bonilla en el norte, son dos ejemplos claros de la aseveración que el Diputado de Matamoros Rafael González Benavides hizo esta semana, al precisar que los atentados contra la libertad manifestación es un retroceso, para los mexicanos y con el afán del populismo, los responsables del gobierno federal avanzan en el autoritarismo.

Los otros.

Está raro, porque los cambios que llaman naturales, por la mitad de sexenio en Tamaulipas, parece que se anticipan, al menos así se consideró la renuncia del panista real de Tampico, German Díaz Pacheco, a la Dirección del Instituto Tamaulipeco de Infraestructura Física Educativa, sobre todo, porque no son tiempos de candidaturas, que son, la otra pasión del exdiputado federal y exregidor sureño.

Tampoco es el momento para que, algunos de los Diputados locales del PAN que ya no tendrán curul a partir del primero de octubre venidero, se separen de sus cargos para entrarle a una chamba en Gobierno del Estado, mínimo, deben de esperarlos, para que acudan a las dos o tres sesiones extraordinarias que tendrán para concluir su trabajo Legislativo, en especial, la que se llevará a cabo a fines de septiembre para recibido el III Informe de Gobierno de la administración estatal.

También se supone que, durante este período de asueto escolar, el director del Instituto de Infraestructura Educativa, iba bien con su trabajo, en el entendido de que son las semanas de más chamba, dado que los recursos, pocos que hay para mejorar y modernizar las escuelas implican la atención de los funcionarios de esa Institución.

Quizá haya que pensar mal y señalar que, sólo que sea por eso y que, se puso a chambear sin voltear a ver a sus enemigos y para cuándo meno lo pensó, ya habían dado cuenta de él.

Algo harán los responsables de obras públicas del municipio de Victoria, Edgar Valdés Valdivia y el gerente de la COMAPA, Humberto Calderón Zúñiga, para que el abasto de agua potable en la ciudad mejore del cielo a la tierra, en virtud de que, es una instrucción del alcalde, Xicoténcatl González Uresti.

Es indispensable que se mejoren los servicios para la comunidad, dijo el presidente municipal en la última sesión del Cabildo que presidió en el edificio del Ayuntamiento.

El de obras públicas comentó que el abasto de agua será sectorizado para mejorar la eficiencia en la distribución, para ello se invertirán 43 millones de pesos.

En Tanto, el de la COMAPA, hizo ver que se requieren unos 400 millones de pesos para atender la demanda de agua de la población, de los cuales, porque tienen que reemplazarse equipo que ya superaron su vida útil. De esa cantidad, 220 millones, que obvio, no se tienen son indispensables para la automatización y la sectorización.

El punto es que, solo 43 millones son reales, porque saldrán de la Dirección de Obras Públicas, los otros no existen, como real es también que más de la mitad de los usuarios de la capital de Tamaulipas, carecen de agua en sus viviendas y eso tiene que evitarse para que los servicios mejores, como lo pidió el alcalde.