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Rumbo a la segunda alternancia

Opinión pública

Rumbo a la segunda alternancia

Por Felipe Martínez Chávez

Cd. Victoria, Tamaulipas. – Si le hacemos caso a las encuestas, dentro de diez meses Tamaulipas vivirá una segunda alternancia política, todo en santa paz y sin plantones ni marchas, ni exigencias de “voto por voto casilla por casilla”.

A diferencia de aquella histórica votación del 2016 en que el PAN dio la sorpresa, esta vez no la habrá si Morena conquista por primera vez la “esquina del poder”.

Igual que hace seis años con Francisco Javier García, es de pronosticar una transición pacífica, sin protestas ni manifestaciones callejeras, dentro de las Ley y con la cultura política que han alcanzado los tamaulipecos.

Nada está escrito y menos si se dan las alianzas partidistas. No se descartan hechos que pudieran variar la tendencia de la voluntad popular.

Desde mediados de año, cuando las encuestadoras empezaron a ponerle atención a los seis estados en que habrá elecciones en el 22´, no hay una sola que beneficie la prolongación del PAN en el poder estatal, ni por equivocación o accidente.

Lo anterior hace suponer que, por primera vez también en la historia, se dará una triple alternancia en tres años: De PRI a PAN y MORENA.

Las encuestas pueden ser pagadas. Quienes las realizan son giros comerciales cuyo objetivo es ganar dinero y no hacer trabajo social o proyectar de gorra a alguien que busca llegar al poder, pero…

A diferencia del 16´ cuando por lo menos una, Mitofsky, horas antes de las elecciones le concedió una ligera ventaja al opositor García sobre el oficialista Baltazar Hinojosa Ochoa, algo que despertó incredulidad, esta vez no le conceden hálito de vida al partido en el gobierno.

Gabinete de Comunicación estratégica le daba al priista Hinojosa –hombre de Peña Nieto- una ventaja de cuatro puntos, mientras la famosa María de las Heras generaba posible victoria de 46 a 40 porcentuales.

De otras firmas ni para qué hablar, todas caían en el triunfo del PRI por enésima ocasión, aunque con cifras no muy holgadas.

La decisión en las urnas fue contundente: El PAN se agenció 721 mil sufragios frente a 520 del rival más cercano, el PRI, y abrió el camino de la confianza ciudadana a que el voto vale y se respeta.

Contrario a lo de hace seis años, cuando las encuestas daban resultados muy apretados (empates técnicos les llaman) y Mitofsky se atrevió a contradecir, en esta ocasión ni por asomo conceden al PAN mínima posibilidad. Al contrario, se habla de diferencias hasta de dos a uno.

En su trabajo de agosto del 2021 Electoralia difundió según su investigación, que Morena ganará con el 58 por ciento frente a un 25 por ciento de los panistas, y en noviembre que la diferencia es de 55 a 24, poco más del doble.

Massive Caller no se queda atrás y en su trabajo de noviembre señala que la intención por la guinda es del 48 por ciento frente al 28 de los celestes.

El tres de diciembre Polls Mx publicó que el partido del presidente se alzará con el 48.1 por ciento y el contrincante más cercano alcanzaría el 27.9, “si hoy fueran las elecciones”.

Para qué hablar de trabajos de otras casas que se dedican al tema, todas con métodos técnicos y que han reportado al Instituto Electoral.

Siempre se ha dicho que, en política, el que gana la encuesta es el que la paga. Estamos de acuerdo, en parte, pero un solo partido no estaría en condiciones de pagar todas las investigaciones, y menos Morena con la fama de “codos” ganado a pulso.

Por lo pronto así la dejamos. Hay que esperar que designen a los candidatos. Las campañas comienzan dentro de varios meses. Pueden suceder muchas cosas. Cuando un sondeo difiera lo daremos a conocer oportunamente en estas líneas. Nos quedamos con el criterio de que la alternancia viene.

Y quedará entre partidos, porque los “independientes” no tienen futuro. A los cinco registrarlos parece guiarlos un espíritu de protagonismo o satisfacción de egos y no por convicciones, para “matar el tiempo” y ver si sale un billete por ahí.

No son tan independientes. En 2015 Fernando Antonio Iglesias Elizondo, de Matamoros, fue candidato del PRD a diputado federal por el IV distrito. Cosechó mil 150 votos frente a los 48 mil del PRI. Una vergüenza.

Hasta hace algunos días Juan Enrique Flores Aguirre, de Altamira, recorría barrios y colonias con la representación de Morena y Jóvenes Transformando Tamaulipas.

Geovanni Francesco Barrios Moreno, Reynosa, de plano es un payaso. Se registró como libre, pero está en la lista de los 38 de Morena. A todo le tira y a nada le pega. En 2018 fue “libre” por la alcaldía de Reynosa, pero no reunió las firmas necesarias.

Otro payaso es Marco Antonio Elejarza Yáñez, igual de Reynosa. Fue precandidato a Gobernador en 2016 y no reunió apoyos suficientes. El INE lo sancionó por presuntamente levantar firmas hasta de muertos. Participa en todas las fiestas. Se divierte.

El tampiqueño Moisés Méndez Aguilar es un desconocido. No hay datos suyos ni por organizar una cascarita futbolera en el barrio, o salvar algún gatito atrapado en un árbol. Los “libes” han caído en el desprestigio.