Columnas

Si duele, no es amor

David Ed Castellanos Terán

@dect1608

Si duele, no es amor

Definitivamente no es lo mismo ser el Gerente que el Garrotero de un Restaurante, no, y los trabajadores del Poder Judicial de la Federación ya se dieron cuenta que no es igual defender sus derechos desde el escritorio a salir de las oficinas para exponerse ante las inclemencias climatológicas. No es fácil.

El presidente Andrés Manuel López Obrador cuando vivía en el disfraz del Peje, él y sus fieles reclamaron y pretendieron defender la elección del 2006 con un megaplantón en el Zócalo de la República en el Distrito Federal, pero la Ley Electoral y las reglas del juego terminaron por beneficiar a Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, el panista los rebasó, claro, tuvo el apoyo de los gobernadores del PRI, entre ellos, el de Tamaulipas Eugenio Javier Hernández Flores, y por consiguiente AMLO se convirtió en el gran perdedor, en el hazmereír de la grey política, sin embargo, permaneció junto con algunos centenares de seguidores en lo incómodo de un campamento entre casas de campaña y baños nómadas.

Hoy el confort de los trabajadores del Poder Judicial de la Federación, debe quedarse guardado en el escritorio, es más, debe incluso estar en el guardaropa de la casa y protestar con más ahínco, determinación y fuerza para que la ciudadania en general “el pueblo hermano que ha sido amparado”, comprenda lo qué se está en riesgo, para que la ciudadanía entienda de lo que se trata su manifestación pacífica, porque esto no se trata única y exclusivamente de sus derechos laborales. Lo que se tiene en riesgo es el México del presente.

Mientras la Supre Corte de Justicia de la Nación y sus adscritos trabajadores del Poder Judicial de la Federación planeaban manifestarse y hacer plantones galantes, bloqueos en zapatillas, traje y corbata, los correligionarios de Ignacio Mier, coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados exterminaban con su mayoría aplastante 13 fideicomisos de 14 existentes, y el monto económico de 15 mil 400 millones de pesos que se destinaba deberá ser devuelto o administrado a partir del 2024 por la Tesorería de la Federación, es decir, regresarán a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), para el uso que mejor le convenga al emperador.

Por eso es de vital importancia que Jesús Ignacio Ramírez Pimentel, lider nacional del Sindicato de Trabajadores del Poder Judicial de la Federación, se compre unos pantalones, si no le alcanza con la fortuna que ha amasado, no importa, habrá quién le preste un par de colgantes, pero sus agremiados deben liberar la frustración, reorganizarse, hacerse sentir y con justo derecho “trastocar” el libre tránsito de la población en general de ser necesario para que los mexicanos hagan conciencia de lo que se está jugando, si Jesús Ramírez no tiene con qué, en Tampico sobra quién le ayude.

En la intimidad… Como le dije, en la Cámara de Diputados se aprobó por una mayoría de 259 votos la adición de un segundo párrafo al artículo 224 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.

Le correspondió al diputado Erasmo González Robledo presentar el dictamen, destacándose la importancia de mantener un equilibrio entre los tres Poderes del Estado y asegurar que cada uno cumpla con sus funciones de manera profesional y eficiente, siempre velando por el bienestar de la población y el uso racional de los recursos públicos.

En este sentido, la reforma establece que dentro del Poder Judicial Federal no puedan crearse ni mantenerse fondos o fideicomisos adicionales a los contemplados por la propia Ley, como es el caso del Fondo para la Administración de Justicia.

El diputado González Robledo también destacó que este proyecto de Decreto no tendría un impacto presupuestario para el erario federal. Además, no se advierte una vulneración a derechos básicos derivados de una relación laboral, en tanto que los recursos destinados a cubrir estos derechos se encuentran previstos por Ley y no mediante un fondo o fideicomiso.

Así el mundo de los “otros datos”

davidcastellanost@hotmail.com