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Trabajadores informales, mejor sin IMSS

Gaceta

Raúl Terrazas Barraza

Trabajadores informales, mejor sin IMSS

Poca o nula promoción ha realizado el Instituto Mexicano del Seguro Social al ordenamiento legal en el sentido de que las y los trabajadores domésticos deben de contar con prestaciones como cualquier trabajador en el país y algo delicado que acontece son este segmento de la población mexicana es que, con la desaparición del Seguro Popular y la ineficiencia del Instituto Nacional del Bienestar, INSABI, para el caso de la salud, nada garantiza que reciban la atención necesaria.

Dentro de las actividades domésticas se considera además del servicio de limpieza, la preparación de alimentos, el cuidado de menores de edad, jardinería, choferes y vigilancia de acuerdo con la clasificación que maneja el INEGI y a partir de la cual se incluye en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, que aporta la información necesaria para llevar a cabo inferencias sobre todo aquello que se refiere a la condición de la economía nacional.

Cierto es que la atención de la salud está elevada a rango Constitucional, porque el Artículo Cuarto prevé que todos los mexicanos tienen derecho a la salud a través del sistema nacional de salud, sin embargo, eso no resuelve el estado anímico de las personas, las cuales solo viven con tranquilidad cuando saben que hay un papel de por medio que les ayudará a sortear dificultades en la familia debido al quebranto de la salud.

Desde el inicio de la administración federal actual, el Seguro Social como las Fuerzas Armadas, resultó estar en las preferencias del titular del Poder Ejecutivo, Don Andrés López Obrador y con ello, la institución anda a la cabeza de muchas acciones relacionadas con la salud, aunque, en el terreno de la realidad y la práctica quienes son derechohabientes de esa institución quisiera ver que la amplitud de las acciones de que habla el director, Zoe Robledo Aburto, se llevarán a cabo para que la atención médica fuera mejor.

Incluso, es un hecho que aquellos que se dedican al trabajo doméstico y que pueden cotizar al Seguro Social tras un acuerdo con sus patrones, prefieren rifársela por el lado de la Secretaría de Salud, es decir, acudir a la red hospitalaria de esa dependencia, ya que, tienen desconfianza plena de la atención en calidad de derechohabientes del Seguro Social.

El INEGI obtuvo a través de sus encuestas datos de los tres primeros meses el año que hay en México do millones y cuarto de personas mayores de quince años que trabajan en viviendas, el 90 por ciento son mujeres y el 96 por ciento son trabajadores informales, es decir, que no están registrados para las instituciones que otorgan prestaciones sociales como salud y vivienda.

Esta actividad laboral siempre ha sido informal y algo sorprendente es que, con el respaldo de los patrones se han forjado familias enteras, hijos de empleados domésticos que lograron cursar todos sus estudios y ser profesionistas, en especial por el respaldo a las mujeres que desempeñan este arduo trabajo y que representan el 97 por ciento del total de quienes se dedican al trabajo doméstico.

Es probable que, aunque se encuentren estipuladas en la Ley Federal del Trabajo las garantías a que tienen derecho, la respuesta de las trabajadoras es baja porque prefieren mantener una relación laboral directa con sus patrones, sin la intervención de instituciones y leyes, en consecuencia podría entenderse el fracaso de una parte de la Reforma Laboral, pero, queda que instituciones como el IMSS, así como se comprometen a todo aquello que agrada al presidente de la República, que también lo hagan con quienes no tienen seguridad social.

Al menos con este tipo de trabajadores que prefieren mantenerse en la informalidad, el IMSS no ha superado el impacto positivo que tuvo en las familias de los empleados domésticos el Seguro Popular y, una cosa que creen los empleados es que, llegará a su última etapa la administración actual y todo quedará en promesas de los funcionarios federales.

Los otros.

Algo sucede en la Fiscalía General del Estado que todavía tiene a su cargo el Mtro Irving Barrios Mojica, porque muchos de los colaboradores que llegaron con él hace casi cinco años tanto de la Ciudad de México como de otras entidades del país renuncian o están por renunciar. Da la impresión de que visualizan cosas muy complicadas y prefieren decir desde ahora que, aquí corrió antes que caer en situaciones que escapen de su control.

Esto es sintomático, porque en todas las áreas de la dependencia hay personas que llegaron con mucho ímpetu y ahora se les ve en desganados y en espera de que algunas fechas se cumplan para hablar con sus jefes y decirles que buscarán mejores alternativas en otras entidades del país o de plano ir de nuevo a sus ciudades de origen. A diferencia de la mayoría de las Secretarías del Gabinete estatales, el la ex Procu, como le dicen, casi no hay gente de Reynosa.

Por cierto, anduvo muy fuerte el rumor de que el Secretario de Educación Mario Gómez Monroy, podría dejar la dependencia por así convenir a sus intereses personales, aunque los dirigentes del Sindicato de Trabajadores de la Educación, cuyo titular es el profesor Rigoberto Guevara Vázquez preferirían que el hombre se quede, pese a no entenderse bien con la responsable de la SEP, maestra Delfina Gómez Álvarez, pese a que el Delegado del Gobierno Federal, José Ramón Gómez Leal, su pariente, trate de mediar para que se sostenga.

El asunto es que, de la SEP creen que no hay la suficiente colaboración para que pueda generarse una inversión considerable del Gobierno del Estado, para generar las condiciones adecuadas que permitan poner a disposición de las comunidades educativas en esto del reinicio de las clases presenciales para fines del mes de agosto que ya está a la vuelta de la esquina.

Esto de la vacunación para los mayores de 18 años, quizá se ha convertido en la envidia política del partido que gobierna el país, porque esas colas que se formaron en los primeros días hubiesen será apropiadas para mensajes de corte electoral, sin embargo, están a destiempo, porque las votaciones ya pasaron, aunque, si se advierte que a través de auxiliares se trata de generar una atmósfera que atraiga a los jóvenes y se queden con la idea de que la vacuna y acudir a los puestos de vacunación es su gran experiencia y que a partir de ello, se vean como parte de la militancia del partido que maneja Mario Delgado Carrillo, el de Regeneración Nacional.

Enajenara los jóvenes, para ser concretos y tener más clientelismo electoral en el futo mediato, parece ser la idea de los auxiliares de servidores de la nación que aparecieron con cuadros de baile y música de la que gusta a los de más de 18 años.