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Un título no avala un buen gobierno

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Oscar Contreras

Un título no avala un buen gobierno

Hace unos años en Tamaulipas tuvimos cuatro gobernadores graduados del Tecnológico de Monterrey y según esto, por su preparación académica y experiencia en el gobierno, serían los mejores, pero fracasaron, llegaron con mucha hambre, una ambición desbordada y permitieron que la opacidad, el déficit y el desvío de recursos se adueñaran de su administración estatal.

Y hasta parece que se prepararon para robar y hacer de la corrupción una práctica común, de tal manera que sus estudios les permitieron mantenerse en el poder por casi 30 años, pero dejaron el estado lleno de deudas y en manos de la inseguridad, dos de ellos están en la cárcel y los otros dos, quedaron aborrecidos por los tamaulipecos para siempre.

Sin duda han sido los gobernantes mejor preparados, sus títulos académicos lo garantizaban, pero establecieron la peor época de corrupción de la historia en Tamaulipas y eso, confirma que un título no garantiza un buen gobierno, porque el estado lo que necesita es un gobernador que sepa trabajar, que lo quiera y le ofrezca bienestar, así como seguridad y confianza a los tamaulipecos.

El doctor Américo Villarreal Anaya está lleno de títulos académicos en el área médica y es cardiólogo, pero no tiene carrera política, lo cual afecta su candidatura y en caso de ganar, esto podría perjudicar al gobierno, porque todo sería nuevo para él y por su inexperiencia no puede ser un buen gobernante.

Su presencia en el escenario de la política se debe más al interés que tiene el presidente Andrés Manuel López Obrador, por tener colaboradores sin trayectoria, sin que le exijan nada, ya que busca manipularlos para controlar el país y continuar con su proyecto de establecer un gobierno centralista y autoritario.

El odio de AMLO a los estados del norte, donde se genera una gran parte de la riqueza del país es más que evidente. Por ello, busca que MORENA gane en estas entidades para apropiarse de sus recursos y luego, llevarlos al sureste de México, donde están las prioridades de su gobierno.

Tamaulipas requiere de un gobernante que tenga experiencia, conocimiento, ofrezca resultados y dé certeza hacia al futuro, porque el porvenir para Tamaulipas con MORENA es incierto y sin esperanza de que llegue la transformación y un cambio real como lo pregonan. De ser así, esto ya hubiera sucedido, pero no envían recursos suficientes para el campo y las ciudades y hasta para apagar los incendios que están acabando con la sierra madre oriental.

Con esto no decimos que Américo Villarreal no pueda hacer un gobierno eficiente, pero creemos que en este momento no es posible, ya que Tamaulipas requiere de políticos con mayor trayectoria y experiencia como César «Truko» Verástegui, quien ha sido alcalde, diputado, dirigente de su partido, secretario general de gobierno y esto, lo avala para ser un buen gobernante.

Y es que para ser gobernador de Tamaulipas no es necesario tener un doctorado, maestría o tener el título universitario, se necesita trabajar duro y sin descanso, sabiendo qué hacer y en especial, saber sumar y multiplicar, nunca restar ni dividir, porque eso al estado no le aporta nada.

Truko tiene los conocimientos y la experiencia necesaria para ser gobernador, porque conoce lo que Tamaulipas requiere para salir adelante, sabe cuánto cuesta ganarse la vida y ha tenido buenas, malas y peores situaciones, lo que forja el carácter y el temple, para ser un buen gobernante.

De salida. El doctor Américo Villarreal asegura que las fuerzas armadas del gobierno federal son las que han mantenido la paz y seguridad en el estado, pero esto es en parte mentira, porque a veces lo único que hacen, es patrullar las ciudades, pero no combaten las organizaciones del crimen organizado por órdenes de Andrés Manuel López Obrador, quien actúa aprendiendo delincuentes y conteniendo migrantes sólo cuando se lo ordena el gobierno de los Estados Unidos.

La estrategia de “abrazos y no balazos” no garantiza la paz y seguridad de Tamaulipas, sólo quienes viven en el estado lo saben por lo que esto no debe aplicarse, ya que pondría en riesgo la situación estatal y los delitos aumentarían por lo que tendríamos un estado fallido como sucedió hace una década. Esperamos que esto cambien, porque el estado y más en la frontera se puede perder la poca o mucha tranquilidad que se ha logrado. Ni más ni menos.