Columnas

Victoria: Montañas de Basura

Por: Javier Terrazas

Tengo mi domicilio a tres cuadras del palacio municipal de Victoria y nunca la transitada calle había sufrido el olvido tan prolongado del servicio de recolección basura.

Por ser una arteria de gran movilidad vehicular y de personas, el camión ha tenido una ruta de paso diario.

Casi siempre la hora de ese servicio era entre cinco y siete de la tarde, cuando el tráfico vehicular ha disminuido.

En este nuevo gobierno de origen morenista se cambió el horario del paso de los camiones recolectores. Hasta hace unas semanas lo hacían por la noche.

Radico en el mismo domicilio desde hace algunas décadas, cuando el alcalde de Victoria era el extinto abogado y profesor Ramón Durón Ruiz.

Y desde aquel tiempo a la fecha, ningún alcalde priista o panista había descuidado tanto el servicio de recolección de basura en el centro de la ciudad como el actual.

Por lo general el servicio se caía unas semanas con retrasos de las rutas al principio de cada gobierno municipal.

El argumento ordinario la entrega de varios vehículos descompuestos, sin recursos para refacciones que impedían el funcionamiento ordinario.

La deficiencia se extendía incluso a los dos o tres meses, pero se solucionaba con agilidad. No se acentuaba cada día más, como ocurre en la presente administración.

La capital tamaulipeca, hace más de 30 años tenía un gran slogan, Ciudad Limpia, Ciudad Amable. Mismo que acuñó el entonces locutor Don Carlos Adrián Avilés y lo repetía a diario en su programa «Alegría Matinal»

Alimentaba de alguna forma la conciencia de la comunidad y se reflejaba en el entorno.

Correspondía a lo que se veía en las calles de Ciudad Victoria. Haciendo la diferencia con las ciudades del sur de la entidad y las fronterizas, que eran por lo general sucias.

Hay un dicho popular que refiere» no se puede tapar el sol con un dedo»

Y mucho menos un montón de bolsas de basura apiladas en las banquetas, con periodos de más de una semana en pleno centro de la ciudad a tres cuadras de la oficina del alcalde.

Van ya más de un año y medio del gobierno de origen morenista de Victoria y el problema de la deficiente recolección de basura se agrava cada día más.

Ha sido el peor servicio de recolección de desechos desde hace 43 años que radico en ésta ciudad.

De los periodos más recientes, con Oscar Almaraz Smer que llegó a gobernar por el PRI, ese servicio fue aceptable. Pues el mismo se aplicaba a fondo, conocía el sistema ya que laboró en el Ayuntamiento de Pascual Ruiz García, como Director de Servicios Públicos Municipales.

Con el independiente, respaldado por el PAN, Xicoténcatl González Uresti, hubo fallas al inicio de la administración, pero se corrigió en dos meses.

Volvió a aparecer en la etapa final de su mandato, pues desde adentro se le empezó a hacer una mala imagen para obligarle a dejar el cargo y allanarle el camino a Pilar Gómez Leal, prima política del ex gobernador.

Con la residente de Mc Allen, Texas, avecinada en Victoria por motivos familiares, se mejoró de inmediato el servicio, pues pretendían, como sucedió luego, lanzarla como candidata para un nuevo periodo.

Pero se quedó en el camino. El contrapeso fue el mal gobierno estatal de su patrocinador.

La cruda realidad es que ni en los tiempos de Xico o Pilar como alcalde y alcaldesa, tuvimos las calles tan cochinas. La basura está por doquier.

Hace algunos meses el centro de la ciudad se salvaba del espectáculo tan deprimente y nauseabundo.

Pero ya nos alcanzó el olvido, la indiferencia y la desfachatez del Ayuntamiento.

Quizá tendremos que hacer los victorenses una oración colectiva para que el creador del universo nos haga el gran favor de desaparecer la basura al menos cada tercer día de nuestras calles.

Desechos que son de todos los ciudadanos, pero han sido llamados como «La Basura de Gattás»

A un año siete meses y medio de gobierno municipal y más de siete meses de la nueva administración estatal, es incomprensible que el problema tan deprimente para todos los victorenses y tamaulipecos, siga tan fuerte.

Si no puede uno limpiar su casa, que otra cosa puedes hacer en la vida.

Tiempo de enmendar, de corregir, de actuar, de cumplir, de limpiar.

Después, sería demasiado tarde.

Y el ciudadano no perdona a la hora de votar.

Sobre todo, si Eduardo Gattás quiere aparecer en la boleta electoral en el 2024.