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Violencia contra las mujeres, datos espeluznantes.

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza.

Violencia contra las mujeres, datos espeluznantes.

Se haya hecho mucho o poco, el asunto es que, una cosa o infinidad de ellas que se realicen, cuentan para contener esa distorsión de la sociedad llamada violencia contra las mujeres y las niñas, en virtud de que más allá de prevalecer aumenta año con año.

Documentos de la Organización de las Naciones Unidas, confirman que una de las violaciones persistentes de derechos humanos y una amenaza a millones de niños y mujeres, es este tipo de violencia, por ello, este domingo se celebró el Día Internacional contra esa forma de atentar contra el sexo femenino.

Lo denominan el Día Naranja y es una invitación para que, desde todas las trincheras y plataformas se desplieguen banderas para luchar contra ese fenómeno que no conoce fronteras sociales, económicas ni de naciones, de manera simple existe en todas las edades y de todas las formas.

Hay violencia física, sexual, psicológica, económica, aquellas que se da por la explotación, política, salarial, laboral o bien por las relaciones sociales, de ahí que, el INEGI en sus encuestas sobre este tema, precia que las agresiones de mayor gravedad como las físicas y las sexuales, no ocurren como actos aislados, sino más bien son recurrentes y sistemáticas, pero, acompañadas de eventos que atentan contra la integridad emocional de las mujeres, para ejercer presión y control sobre ellas, como es el caso de la violencia económica, chantaje, degradación y las amenazas.

Este domingo en Victoria, como en muchas ciudades de la entidad y el país, grupos de personas, salieron a las calles para tratar de buscar el respaldo de la sociedad a efecto de impactar con advertencias o demandas públicas, en la erradicación de la violencia contra las mujeres y las niñas.

Posicionar el Día Naranja como el punto de partida para hacer más cada vez para evitar el maltrato a las mujeres, es una postura relevante, por eso señalábamos que cualquier acción, por pequeña o grandiosa que fuera, cuenta en el avance de la lucha contra todas las formas de violencia.

Los datos del INEGI, hacen ver que, la prevalencia de violencia de pareja a lo largo de la relación tiene varios matices en cada entidad del país, es así que, en Tamaulipas existe en el 35 por ciento de las mujeres y respecto a la severidad, la cifra mayor de este dato, es para de 42 por ciento para la grave, mientras que, la leve es del 23 por ciento, la muy grave del 19 por ciento y la moderada es del 16 por ciento.

La ventaja es que, Tamaulipas se encuentra por debajo de la media nacional en esto de la prevalencia del denigrante fenómeno social en un escenario donde lugares como el Estado de México y la capital del país alcanzan el 53 por ciento.

También están por encima de Tamaulipas, con casi un 50 por ciento Aguascalientes, Michoacán con el 47 por ciento y Yucatán con el 45.

En donde la violencia contra las mujeres es menor, es Nuevo León y Campeche, donde llega apenas al 32 por ciento.

También la ONU, indica que, por lo menos una de cada tres mujeres en el mundo ha sido golpeada, forzada de manera sexual o abusada en lo emocional, en el curso de su vida y quienes, por lo regular lo hacen son sus parejas.

Pero, y que es violencia contra la mujer desde una perspectiva de definición, es un acto basado en el género que dé o pueda dar lugar a un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, incluyendo amenaza de dichos actos, coerción o privación arbitrarias de su libertad, ya sea en la vida privada o en la pública.

Como se trata de concientizar a la población en este gran problema social, creemos que es relevante comenzar por entender bien el concepto, aunque, lo válido es que, además de lo que hayamos hecho este 25 de noviembre, en el resto del año podamos apostar más por el respeto a las mujeres en todos los sentidos.

El Instituto Nacional y el estatal que trabajan para ellas, tienen en desarrollo programas de orientación para las mujeres y, aunque se ha cuestionado el logro de las metas por parte de la directora en Tamaulipas, María Elena Figueroa Smith, la realidad es que a diario han actividades que sirven para empoderar a las mujeres y ayudarles en situaciones extremas.

En el país, de acuerdo al INEGI, de las mujeres que enfrentaron violencia por parte del esposo o novio a lo largo de su relación de pareja, fueron casi 20 millones y, en el 64 por ciento de los casos se trata fue severa o muy severa.

Además, se estima que, por año, cada mujer perdió 30 días de trabajo remunerado y 28 de trabajo no remunerado como consecuencia de la violencia por parte de su pareja y el costo estimado por los días de trabajo perdidos por ellas entre octubre de 2015 y octubre de 2016, llevó a cuatro mil 400 millones de pesos.

Basados en los números, podemos dimensionar el tamaño de un problema social y este de la violencia contra mujeres y niñas, es el mejor para insistir en la necesidad de desarrollar acciones de prevención, atención y eliminación de la referida violencia, ya que, se ubica en las relaciones de mayor cercanía y familiaridad, en especial, las de pareja, por matrimonio, unión o noviazgo.

Se estima que por cada 100 mujeres de 15 años o más que han tenido pareja o esposo, 42 de las casadas y 59 de las separadas, divorciada o viudas, vivieron situaciones de violencia emocional, económica, física o sexual durante la actual o la última relación.

Cuando se habla de violencia, de inmediato debe de pensarse en agresiones y daños y es aquí, cuando pasamos la línea inimaginable, porque van desde jalones, empujones hasta los golpes patadas, intentos de asfixia o estrangulamiento, incluso, con armas de fuego.

Además, el daño no termina con la agresión, más bien es el inicio, porque casi la mitad de las mujeres que enfrentaron violencia, señalaron consecuencias psico-emocionales directas, entre ellas, problemas de alimentación, de nervios y de sueño, angustia, tristeza, aflicción y depresión.

Esto último obliga a extremar cuidados, ya que, episodios graves de depresión y angustia, derivados de la violencia, acentúan en las mujeres idas suicidas que derivan en intentos para ello, según versión de mujeres que se enfrentaron a esas circunstancias. De un millón y medio de ellas, casi 878 mil pensaron en el suicidio y unas 657 mil ya lo intentaron en alguna ocasión.

Al analizar los datos de problemas como estos, es cuándo se piensa en la importancia de actuar, por tanto y ante la severidad de la violencia contra las mujeres, deberíamos de pensar en que todos los programas oficiales y aquellos que lleven a cabo las organizaciones de la sociedad civil, deben ser exitosos, de lo contario, los datos de los años siguientes, será peores que los plasmados por la investigación, ya que, los del 2018 empeoraron respecto a los del 2017 y éstos respecto a los del 2016.