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Votar

Gaceta

Raúl Terrazas Barraza

Votar

Partir de la base de que, en cada elección debe de incrementarse la votación para mejorar la representación de los mexicanos en los cargos públicos, debiera una máxima que permitiría a la política infinidad de razones positivas para que haya motivación social y evitar por todos los medios que el voto se convierta en la manzana de la discordia y enfrente a las poblaciones.

Se supone que con el voto de los ciudadanos se crea una especie de compromiso entre la sociedad y los políticos para lograr mejores condiciones y calidad de vida, aunque es inevitable pensar que es el voto la causa por la cual los políticos se sienten una casta diferente, en virtud de que, al sentirse apoyados por los electores creen que les entregaron la libertad de hacer aquello que les pegue en gana, cuando en realidad deben de responder las necesidades planteadas por la población

En el más puro de los conceptos, cuando se promueve la participación de los ciudadanos para que voten, aquello que en realidad se busca es que las comunidades se beneficien con una buena administración por parte de aquello que logran llegar a los cargos públicos y que, tras suceder ello, habrá beneficios para las comunidades, porque se generarán empleos, se mejorará la atención a la salud, educación, infraestructura, la economía será benevolente, habrá mejor seguridad y la calidad de vida será diferente.

Bajo ningún concepto, los votos tienen que caer en el desagradable esquema de la manipulación, coacción y hasta comercialización burda del sufragio, es mejor tener en cuenta que el valor del voto es el reflejo bien intencionado de la sociedad y que, la perversión que puedan darle los demandantes de votos, quienes creen que los ciudadanos están obligados a votos por ellos, solo porque los partidos les postularon para los cargos públicos para el relevo constitucional y legal.

Hay muchas razones poderosas para votar y que, deben de considerarse a partir de este momento, dado que, faltan 13 días para la elección concurrente de Tamaulipas ya que, en ella se eligen a Diputados Federales que despacharán en la Cámara Baja del Congreso de la Unión a partir del mes de septiembre venidero, también diputados local que despacharán en el Congreso del Estado y los 43 presidentes municipales de la entidad.

Votar es un derecho que se logró por la lucha de infinidad de personas que luchar de manera afanosa, incluso, que hasta murieron por ello, de tal forma que no debe desperdiciarse la facultad de los mexicanos para votar y además no es solo el ejercicio mecánico de votar, sino que, se toma parte de las decisiones que deben influir en el desarrollo de las comunidades o las naciones.

Por otro lado, votar es un acto de unos instantes, pero, el efecto de hacerlo tiene un alcance mayor al de elegir a los candidatos, ya que, si no se hace, otros decidirán por los ciudadanos respecto a las políticas de trabajo requeridas para el desarrollo de las regiones, votar la autoridad a los ciudadanos para demandar la intervención de las instituciones, quien no vota no puede exigir nada.

Votar es velar por los intereses de las personas, ya que, aquellos que llegan a los cargos públicos deben de tomar decisiones en función de las propuestas de los ciudadanos y en la actualidad de acuerdo al comportamiento de los políticos y los electores, propicia la eliminación de grupos políticos que no dieron los resultados esperados en las elecciones anteriores, de manera que, son los electores quienes pueden desechar con su voto las administraciones o los gobiernos que fallaron a la expectativa.

También votar propicia una gran satisfacción a las personas, les da prestancia, autoridad moral y un alto valor de cívico, en virtud de hacer suyo el mandato constitucional de participar en las decisiones que definen a los funcionarios que deben conducir las políticas de desarrollo en el país.

El hecho de que una parte de los electores no participe en las votaciones, implica pensar en fallas de la democracia, sin embargo, es uno de los puntos más difíciles de analizar, porque las personas jamás señalan las causas reales de su no participación, pero, si abren un boquete en los procesos electorales y evidencian en primer término al mal funcionamiento de los partidos políticos y sus candidatos, de ahí que no exista más grande satisfacción que el resultado de las elecciones haya sido copioso.

El abstencionismo siempre se ve como algo normal, porque los ciudadanos no están obligados a votar, deben de hacerlo por convicción, pese a que la Constitución del país sí considera obligatoria la participación de los ciudadanos, muchos de los cuáles deciden no hacerlo, situación que da pie a grados de abstencionismo que rebasan al 50 por ciento del listado nominal de electores, de ahí la necesidad de reflexionar sobre las causas de la no participación.

Entre ellas las relativas una acción conductual de los ciudadanos relacionada con el contexto social e histórico y la forma en que se conciben las elecciones, incluso, los estudiosos consideran tres tipos de ciudadanos que no votan, los que nunca han sufragado, quienes solo van cuando se convencen de que su participación dejará algún beneficio a sus comunidades y aquellos que no debido a razones que tienen que ver con la migración a otras ciudades, porque no están en sus distritos, no tienen credencial para votar con fotografía o bien que nadie les convención para ir a las casillas el día de la elección.

Votar debe ser de todos los mexicanos, por ello, durante estos 13 días que faltan para la elección más grande de la historia, vale la pena reflexionar sobre el sufragio y, al margen de partidos y candidatos, cumplir con la obligación Constitucional de elegir a las personas que deben despachar en los cargos públicos para los tres años siguientes, en el caso de la elección concurrente de Tamaulipas.