Columnas

Y la participación ciudadana ‘apa.

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza.

Y la participación ciudadana ‘apa.

Ir tras la participación de los ciudadanos que tienen credencial para votar con fotografía en las elecciones, es el objetivo común de partidos y candidatos.

La presencia de los electores en las urnas tiene una mil connotaciones, van desde el comportamiento de los dirigentes de los partidos, el tipo de candidatos que presentan para contender, la situación social y hasta económica de la población, sin dejar de lado las repercusiones de uno de uno de los problemas cuya demanda de solución es la más sentida, la inseguridad.

La gente no vota en automático, debe de existir algún motivo que los haga ir a las urnas y, por desgracia, en los últimos tiempos, este asunto se ha pervertido o viciado, de tal forma que los votos tienen un costo para candidatos y partidos, ya sea en efectivo o en especie.

Las personas aprendieron ya a aguantar su voto el día de la elección hasta que, los compromisos que hicieron partidos y candidatos se cumplan en vivo, directo y todo color, situación que complica el asunto de la ideología política, los principios y la doctrina de los partidos, es más, hasta podría decirse que esto último ya no cuenta, así que, el voto es motivo de comercialización burda.

De acuerdo a un documento elaborado por el Instituto Electoral de Tamaulipas, sobre la participación ciudadana en las elecciones, se encontró que la tendencia es variable, sin un patrón claro a la alza durante los últimos 10 años, ya que, en el caso de las votaciones para Ayuntamientos, en el 2007, fue de un 48.73 por ciento, respecto al listado nominal que había en ese año y, para el 2010, la participación bajó casi cinco puntos, al situarse en 43.86 por ciento.

Después, para el 2013, subió as 48.40 por ciento, menos todavía que en el 2007, pero, casi siete puntos por debajo de la asistencia de tamaulipecos a las urnas en el proceso municipales del 201, que fue el más alto del período de referencia, al llegar casi al 56 por ciento.

Desde luego, relativo a las elecciones de hace casi cuatro años, tiene que ver el viraje registrado en las preferencias electorales de los ciudadanos, al dejar del lado al PRI, que había postulado al matamorense Baltazar Hinojosa Ochoa y volcarse a favor de la propuesta que pegó y sorprendió a nivel nacional, realizada por el reynosense Francisco García Cabeza de Vaca, quien gobierna la entidad desde entonces y estableció la alternancia en el poder estatal.

El documento del IETAM asienta que el derecho a votar, es eso, más la obligación que se ejerce para integrar las instancias gubernamentales con personas electas mediante la participación en las urnas y, en las votaciones para Ayuntamientos en 2018, hubo un despegue a la alza de casi seis puntos, porque fueron a sufragar un millón 612 mil 103 personas de dos millones 628 mil 745 que podían hacerlo porque contaban con credencial para votar con fotografía.

De entrada puede considerarse que la reacción de los tamaulipecos a votar en las elecciones municipales, es buena, pero, es indispensable observar el entorno en que se dio esa participación del 61.32 por ciento del 2018 para determinar quienes serían los alcaldes, entre los cuales se incluyeron reelecciones, porque las Leyes Electorales contienen ese factor.

La participación en las votaciones del año pasado, tienen su lado circunstancial, porque al mismo tiempo hubo elecciones federales presidenciales, para cambiar de Jefe del Ejecutivo Federal, proceso que arrastró a los muchos a votar, aunque, a diferencia de otras entidades del país, en Tamaulipas, fueron favorecidos los candidatos del Partido Acción Nacional, que tres años atrás había arrasado al PRI y en 2018 aguantó el embate del Partido Movimiento de Regeneración Nacional, que se despachó con la cuchara grande al obtener para el candidato presidencial más de 30 millones de votos.

La participación de los ciudadanos en las urnas cuando hay votaciones, da para la reflexión a efecto de diseñar con objetividad escenarios futuros y por eso, en la elección local del 2021 que permitirá el elevo de alcaldes y diputados en Tamaulipas, esa participación podría caer al nivel de la del 2010 que fue de casi el 44 por ciento o la del 2013 que superó el 48 por ciento.

La razón de ello es que no habrá ni elección de Gobernador ni de Presidente de la República como en el 2016 y el 2018, como tampoco las hubo en el 2013 y seis años antes, en el 2007, para un porcentaje de participación del 48.73 por ciento, por tanto, esa será la tablita que deben de brincar los candidatos que propongan los partidos políticos, con la certeza de que, solo empleados a fondo podrán lograr que la ciudadanía vaya a las urnas en julio del 2021.

Esto de participar en las elecciones y encontrar los factores que repercuten de manera positiva, no es sencillo, porque la lógica indica que donde hay más votantes es donde más gente debe acudir a las urnas, sin embargo, es a revés, municipios como San Nicolás, Nuevo Morelos, Miquihuana, Cruillas y Casas, son los que tienen más concurrencia a las urnas.

El año pasado, que no fue una elección municipal normal, porque estuvo influenciada por la candidatura del actual presidente de la República, Andrés López Obrador, casi el 86 por ciento de los electores de San Nicolás votaron, 941 de mil 95 que son, en Nuevo Morelos lo hicieron dos mil 619 de los tres mil 102 y en Miquihuana dos mil 491 de los dos mil 960 sufragaron.

En contraparte, los porcentajes más bajos de votación fueron para Nuevo Laredo, con el 53 por ciento, Camargo con el 56 por ciento, Matamoros, con poco menos del 57 por ciento, Reynosa con una cantidad similar y Río Bravo con menos del 58 por ciento.

En Tamaulipas existen y existieron personas que jalaron mucha participación en las urnas y son de todos los partidos, entre ellos Gustavo Cárdenas Gutiérrez, su padre don Jorge Cárdenas González, el nuevoladerense Carlos Enrique Cantú Rosas, en Tampico hace muchos años, Don Fernando San Pedro Salem, quien fue dos veces alcalde porteño.

El empresas matamorense avecindado en Victoria, propietario de restaurantes, gasolineras y huertas de naranja, construyó un imperio de participación ciudadana en las urnas, que sirvió para sus aspiraciones personales en todos los paridos en los que anduvo y además, en el caso del que aún dirige, Partido Movimiento Ciudadano, obtuvo regidurías, diputaciones locales y federales plurinominales, así como una federal de mayoría la que ostenta ahora, Mario Ramos Tamez, quien por cierto, quiere quitarle el mando al matamorense y quedarse con la posición, como si no supiera que por él nadie vota.