Columnas

Y sigue la compra venta de seres humanos

David Ed Castellanos Terán

@dect1608

Y sigue la compra venta de seres humanos

El tráfico y la trata de personas sigue siendo un asunto que no quieren erradicar los gobernadores de Chiapas, Campeche, Tabasco y Quintana Roo, para ellos es mejor dejar que corran las ganancias que conlleva la venta de humanos.

Son entidades gobernadas por el partido Morena con Rutilio Escandón Cadenas, en Chiapas; Layda Sansores San Román, de Campeche y Carlos Manuel Merino Campos, en Tabasco; así como del perredista Carlos Manuel Joaquín González, el último de los gobernadores del sol azteca, son la puerta grande de México para los traficantes de personas.

Estos cuatro estados: Chiapas, Campeche, Tabasco y Quintana Roo, son la frontera sur de México con una extensión territorial de 1149 kilómetros, y desde hace varias décadas representan el paraíso para el contrabando humano; solamente que hoy están bajo la administración del partido político del presidente López Obrador y el negocio va a la alza.

Desafortunadamente no hubo cambios favorables con la llegada de los que vendieron la “esperanza de México”, todo sigue igual o peor, incluso, no hace ni un mes cuando el esposo de la delegada del Instituto Nacional de Migración en Chiapas, fue encarcelado por presuntos vínculos con bandas de traficantes de personas. Los corruptos en el sexenio actual no solo existen como en el pasado, operan a luz del día y ante el conocimiento del mesías.

La ruta del Golfo de México, involucra al otro morenista gobernador de Veracruz de Ignacio de la Llave, Cuitláhuac García Jiménez también hace poco o nada para frenar el tráfico de personas.

Ayer fuimos testigos mudos de la masacre de San Fernando, con el PRI tamaulipeco de donde emergieron Américo Villarreal Anaya y Arturo Diez Gutiérrez, casualmente hoy, ambos personajes buscan a gubernatura tamaulipeca que dejará un panista de nombre Francisco Javier García Cabeza de Vaca, operador político tan acorazado como el más viejo PRI, un político con capacidad de constituirse un grupo de élite que lo proteja y extermine cualquier hoja que pueda significar un peligro para su integridad; un mandatario que también tiene en su administración el registro de una masacre, por cierto registrada ya en la era de los abrazos y no balazos que pregona Andrés Manuel.

Unos con mayor compromiso para poner orden y hacer valer la justicia y respetar la ley, otros con la encomienda de hacerse de la vista gorda ante los delitos globales; el asunto es que siguen pasando inmigrantes como pródigos de exportación, escondidos como si fueran metanfetaminas y por suerte hoy fueron rescatados por la policía de Cabeza de Vaca.

La Secretaría de Seguridad Pública del Estado informó que en colaboración y coordinación con personal del Instituto Nacional de Migración y de la Guardia Nacional, la Policía Estatal rescató la noche del sábado -un día antes del debate- a 54 personas en calidad de migrantes, 13 de ellos menores de edad que eran transportados en un autobús de pasajeros de servicio turístico.

El aseguramiento fue en el tramo de Altamira, la ex tierra de Cuco Sánchez, hoy de Juvenal alrededor de las 20:50 horas, en un módulo de seguridad y vigilancia ubicado sobre la carretera Tampico-Poza Rica donde se detectó a los migrantes en un camión cuyo conductor era acompañado por otras dos personas de nacionalidad mexicana, una de las cuales era mujer.

Del total de menores rescatados, 11 son hondureños (5 mujeres y 6 hombres) y 2 nicaragüenses varones.

De los adultos, 22 son hondureños (8 mujeres y 14 hombres); 4 mujeres de Cuba; 15 nicaragüenses (3 mujeres y 12 hombres).

Como en todas estas historias los ilegales quedaron a disposición de autoridades ministeriales federales para las investigaciones correspondientes, y determinar su situación jurídica-migratoria, así como establecer las responsabilidades correspondientes en el caso de los tres mexicanos que atendían el traslado de los ciudadanos hondureños, nicaragüenses y cubanas.

En la intimidad… Estas personas se salvaron de ser aniquilados por los violentos, pero sí que tienen suerte pues sobrevivieron a sus países donde la pobreza y la política solo sirve para enriquecer a los de arriba, para su suerte, los encontraron los policías buenos de Tamaulipas y efectivos valiosos de la Guardia Nacional en un estado que pinta muy distinto al Tamaulipas de hace unos años cuando Arturo Diez era alcalde de Victoria y Américo Villarreal Anaya, un burócrata priísta de primer nivel.

davidcastellanost@hotmail.con