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ALMARAZ Y SU JUEGO DE ALIANZAS

CUADRANTE POLÍTICO

POR  FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO

ALMARAZ  Y SU  JUEGO DE ALIANZAS

Políticamente, ciudad Victoria  constituye, algo mucho más  significativo que una capital  de estado. Fue aquí, donde se inició  el derrumbe  histórico  de éste partido, hace  ocho años, con el magnicidio del doctor  Rodolfo Torre  Cantú.

En esa fecha, (28 de junio de 2010), los jóvenes que ahora acudirán  por primera vez a las urnas, eran apenas unos niños. Lo curioso es que, este primero de julio, tal vez muchos de ellos, ante la falta de respuestas  laborales  del panismo, posiblemente, (como antes  lo hicieron sus mayores)  le apuesten  al tricolor, o  bien le den su confianza  a MORENA.

Para los efectos que usted guste y mande, Victoria  sigue siendo el símbolo  de la resistencia priista en el estado. Y  el personaje que encabeza  la identidad de  una militancia que no solo se niega a desparecer, sino que está  aportando nuevos cuadros, es  Oscar  Almaraz Smer.

Actualmente, el  alcalde  capitalino que busca su reelección,  es el heredero llamado a reconstruir lo que queda  de  una época  compleja, donde  el llamado Grupo  Victoria,  llegó a vivir su máxima  gloria y esplendor, pero posteriormente   se pulverizó  por  pugnas internas.

De este reacomodo,  el dos de julio, podrían emerger nuevos pactos y alianzas, entre ellos, el más significativo, es el de OAS, con el  clan Cárdenas, considerado como el único grupo tricolor que salió ileso, del juicio sumario, en materia de escándalos y corrupción.

Un día después  de la elección presidencial, el paisaje priista  en Tamaulipas, podría  ser una llanura, donde muy pocos estarían  de pie, y en la cual,  la influencia de los ex gobernadores, incluyendo Egidio, sería parte del pasado.

En este contexto, los Cárdenas son un ejemplo de dignidad militante y de independencia económica,  lo cual les a permitido, no solo participar con autoridad moral y decoro, sino  como actores  preponderantes  de un futuro priista, donde no es descartable una  refundación nacional. Por lo pronto, no hay que perder de vista su actual alianza con el alcalde victorense.

Obviamente, la  candidatura  de la joven Ale Cárdenas a la diputación federal por el V Distrito, responde, no solo  a  una cohesión de lo mejor del priismo en el centro del estado, sino también a un relevo generacional  empeñado en recuperar la confianza  de la sociedad civil. En este sentido, Ale, ha iniciado con el pie derecho.

Dentro de este mismo escenario, es pertinente preguntarnos: ¿Quién es Oscar  Almaraz Smer? ¿Cuáles son sus características con las  que hasta ahora  ha navegado  en un escenario difícil, dominado por el poder institucional  y la lupa escrutadora del PAN, como el nuevo dueño de Palacio?

Oscar posee una formación  técnico-política, es  sin lugar a dudas, la más  clara expresión de  un priismo que  tiene que  sublimarse en la cultura de la negociación,  para  mantenerse vigente, y  evitar la eliminación del juego del poder.

En este sentido, OAS  ha sabido jugar sus cartas, ante  el PAN-gobierno, cohabitando  con su poderío, en un clima de respeto mutuo. Pero sobre todo, aceptando  las jerarquías de las instituciones azules, en una frase que podría resumirse como:

“Ambos nos necesitamos”, o cosa parecida. ¿Qué pasará con Almaraz y sus aliados, a partir del dos de julio? No lo sabemos. Pero por ahora, todos se necesitan para cruzar el puente  del  2018.

LA FOTO POBLANA   Y SUS  6  DE 12

Ayer, en este mismo espacio de opinión, le comentábamos  sobre  el evidente  debilitamiento  político  del candidato  del Frente,  Ricardo   Anaya. Pues bien,  después  de enterarnos que, solamente  seis,  de los  doce  gobernadores  panistas  acudieron a su convocatoria  en el estado de Puebla,  se confirma que  el  candidato  azul, prácticamente se está  desmoronando,  abandonado por la mitad  de su ejército   de mandatarios estatales, en los cuales cifró su fuerza  desde un inicio.

En materia de análisis,  fue más notoria la imagen  de las ausencias, que la foto de las presencias. En la mermada suma anayista, solo estuvieron los estados de las dos Baja Californias, de Querétaro, Nayarit, Guanajuato y Durango. No acudieron Chihuahua, Aguascalientes, Quintana Roo, Veracruz  y Tamaulipas.

Todos estos jefes  de las instituciones, en cinco   entidades de la república,  decidieron poner distancia de por medio,  ante  un proyecto fallido, que  a estas alturas, ya no garantiza el triunfo.

Fue tan raquítico  el respaldo hacia el  llamado Chicken Little, que ni siquiera  el gobernador  anfitrión  Antonio Gali, salió en la foto. De acuerdo a la nota de ayer, en El Universal, Gali  solo aportó una presencia muy discreta en el evento, y se marchó por cuestiones personales.

Este  personaje ligado  al  ex gobernador Rafael Moreno Valle,  prefirió no engordarle el caldo a la pasarela de Anaya. El abanderado del PAN,  buscó  dar una imagen de fuerza, pero lo único que logró trasmitir  finalmente,  fue su debilidad electoral, justo a  un mes de la elección presidencial.