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Américo, hombre de resultados

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Oscar Contreras

Américo, hombre de resultados

Leímos que Américo Villarreal se promueve ante los militantes de MORENA diciendo que es un «hombre de resultados», pero nadie sabe de qué habla y a qué se refiere. Se entiende que todo lo que es y lo que ha logrado es gracias a la herencia que le dejó el nombre de su padre.

Al doctor Villarreal no le ha costado nada para llegar a dónde está. No se sabe de algún sacrificio, esfuerzo o lucha, como antecedente, que nos indique que buscó ser candidato, porque nunca aspiró a entrar a la política.

Si llegó a ser candidato de MORENA al senado es porque Andrés Manuel López Obrador pagó una deuda moral, por el apoyo que le dio el ingeniero Américo Villarreal Guerra, cuando era joven y nadie creía lo que podía hacer.

Todo lo que ha sido, será y tiene, es gracias a la trayectoria de su padre. Por eso no hace compromisos con nadie y ni los quiere tener. Es un político que fue impuesto por un grupo cercano al poder de la 4T y que busca apropiarse del estado, para seguir haciendo negocios como el huachicol.

Américo sólo cumple su función. No hay más. Por ello, es hasta cierto punto es libre y sabe que su candidatura no se la debe a nadie en Tamaulipas. Por eso no necesita que le ayuden a ganar la elección.

Es por eso que a los beneficiarios de los programas federales les miente cuando les dice que es un hombre de resultados, pero esto mismo no lo haría donde hay gente de otros segmentos de la sociedad, se le conoce bien y saben que cuando habla de resultados, pues no los tiene.

En fin, la precampaña termina el jueves 10 de febrero y después Américo Villarreal tendrá tiempo suficiente para inventarse una nueva historia, un mejor mensaje ya que la campaña constitucional inicia hasta el domingo 3 de abril y esperamos que lo haga, porque sin resultados evidentes, no puede garantizarle a Tamaulipas ninguna esperanza, ni cambio real y mucho menos alguna transformación. Así de simple…. ¿Qué les parece?

Para finalizar, El presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo el fin de semana una exitosa gira el sureste de México y estando en Cancún anunció cinco nuevos proyectos por 10 mil millones de pesos para Quintana Roo, donde en junio próximo habrá elecciones para renovar la gubernatura y el Congreso local. Sin embargo, AMLO declaró:

“Se realizará una inversión del orden de los 70 mil millones de pesos aproximadamente (…) que no es crédito, sino presupuesto público, no va a quedar deuda”.

Y destacó el presidente tabasqueño: “es mucho lo que ha dado Cancún y Quintana Roo a México y esto es devolver un poco a la gente” del estado.

¿Qué tal eh? Tamaulipas necesita mucho menos que eso para mejorar la distribución del agua potable, en Tampico y Ciudad Victoria, terminar la construcción del Hospital Civil de Ciudad Madero y mejorar las vialidades en casi todas las ciudades importantes del estado.

Sin embrago, a López Obrador y el gobierno federal no le importa lo que le hace falta al estado, no le interesa y no es por falta de dinero, es porque simplemente Tamaulipas no está en la relación de sus prioridades y así, nadie entiende cómo MORENA quiere ganar la próxima elección.

De salida. Cuando creímos que los Playboys mexicanos ya no existían ante tanto fitness boy, de repente surgió la figura de José Ramón López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien vive un tórrido romance con su hermosa esposa, la venezolana Carolyn Adams y quien, asegura AMLO, tiene dinero así que ella es quien mantiene a su vástago.

De tal manera, que los Playboys mexicanos resurgen y si usted habla tabasqueño, esta robusto por no decir que gordo, usa lentes y tiene mal genio, queremos decirle que su destino no perdido puede rehacerlo con una venezolana y ella, así como le hace el hijo de López Obrador, le pagará una mansión Houston y será muy feliz. ¿Será?

Sin duda que AMLO nos quiere engañar y ante los ataques recibidos por la mansión dónde su hijo y su esposa viven con lujos y sin medidas de austeridad, simplemente dijo: “al parecer la señora tiene dinero, pero no tiene nada que ver con el gobierno, ni un contrato, ni una recomendación, no somos iguales”. Y faltó decir: No somos iguales, somos mejores… y ahí están la prueba.