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AVA una estrella más de La Mañanera

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Por Oscar Contreras

AVA una estrella más de La Mañanera

El presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a darle oportunidad al gobernador Américo Villarreal Anaya para que se luciera en su programa propagandístico de “La Mañanera” donde fue el orador principal en la firma del acuerdo nacional que federaliza el sistema de salud en los gobiernos estatales de MORENA y sus aliados.

Y por supuesto que AMLO busca que Américo vuelva a tener la confianza de los tamaulipecos, busca posicionarlo como un gobernador responsable y para eso vuelve a utilizar la comunicación, pero esta herramienta del poder presidencial, no siempre funciona cuando se ha perdido el contacto con la sociedad.

Cuando inició su gobierno se pensó que realmente habría cambios, que se acabarían los privilegios, el culto a la personalidad, el nepotismo y la corrupción, pero no sucedió y el proyecto de la 4T en Tamaulipas se vino abajo por su forma de actuar.

De tal manera que su idea por transformar el gobierno y la sociedad no radica en tomar decisiones para acabar con los negocios que se hacen bajo el amparo del poder, ni poner en la cárcel a los culpables del saqueo que se hizo en el pasado sexenio, ni siquiera fortalecer al partido (MORENA) que lo llevó al poder estatal, lo que busca y así lo ha dado a entender con su comportamiento, es vivir y disfrutar de los privilegios de ser gobernador.

Por eso no hay cambio ni transformación en Tamaulipas y cuando ha podido actuar para hacer la diferencia ante los problemas, lo que hace es huir a la Ciudad de México para que desde allá le ayuden a resolver lo que aquí puede hacer, pero tiene miedo de tomar decisiones y no tiene confianza en sus colaboradores, porque realmente no los conoce.

Américo nunca se preparó para ser ni siquiera representante de la cuadra de su casa, ni regidor, alcalde o diputado, la política en sí, teórica y práctica no le importa, le molesta, le incomoda negociar y se enloquece cuando le niegan o se oponen a sus deseos.

No tiene trato directo con la gente que está fuera de su círculo social y de influencia, nunca lo ha tenido y mucho menos con los políticos o dirigentes de organizaciones sociales, aunque siempre lo simula muy bien porque es un ejercicio que con los años ha mejorado y sabe aparentar con excelencia.

Su presencia en el panorama político del estado es resultado de un ejercicio de la mercadotecnia y ahora paga las consecuencias de lo blandengue con que se le hizo su vestidura de gobernante de ficción virtual.

El doctor Villarreal Anaya aún cree que, por haber llegado al gobierno estatal, se le debe rendir pleitesía, guardar silencio y arrodillarse ante su majestad divina de la 4T en Tamaulipas y más, cuando AMLO su majestad imperial lo llama a Palacio Nacional para hacerlo una estrella más de su programa de televisión con alcance nacional.

Sin embargo, el mundo de la política nacional sigue su curso y pronto llegarán los que sí se formaron en la lucha, los que saben que a veces se deben tomar decisiones equivocadas para avanzar y ahí es cuando queremos ver al gobernador Américo Villarreal actuar o definitivamente alejarse de su responsabilidad para volver al ostracismo que al parecer es donde más le gusta estar.

Mientras tanto en Tamaulipas después de un año de “su gobierno” aún los tamaulipecos siguen esperando la transformación y esta no llega por más que lo publicitan y en lugar de avanzar se retrocede.

Así se demuestra en el Pacto que firmaron entre la Sección 30 del SNTE y la pandilla que controla la Secretaria de Educación en Tamaulipas, pero sus dirigentes tuvieron que ir hasta la Ciudad de México a tomarse la foto y rubricarlo, ya que en el estado parecía más que imposible debido a que la base del magisterio repudia a la titular de Educación.

Con esto se confirma que Américo Villarreal prefiere a la corrupción, el abuso de la autoridad y la actitud prepotente de los funcionarios, que mantener la armonía laboral con los maestros, y en lugar de fortalecer al mandatario estatal lo debilita y por supuesto que la confianza que los tamaulipecos le tuvieron algún día sigue disminuyendo.

En fin, en puerta se tiene el conflicto del trasvase del agua de Nuevo León a Tamaulipas que afectará a los agricultores del norte del estado y eso al gobernador le volverá a ocasionar un destemple en sus emociones, pero si es que ya no lo van a resolver deben anticiparse a lo que sucederá, porque no están tratando con burócratas, ni con beneficiarios de sus programas, tratan con la gente del campo, quienes hacen un gran esfuerzo para invertir y trabajar sus tierras y lo mínimo que le piden al gobierno estatal es que los defiendan y sí no lo hacen, imagínense ustedes a donde vamos a llegar….

De salida. En Altamira el alcalde Armando Martínez tiene que reinventarse si es que quisiera continuar al frente del ayuntamiento para no hacer tantas payasadas, ocurrencias, ponerse a trabajar por la ciudadanía y dejar a un lado su promoción porque en nada le ayuda.

Y es que personajes como Miguel Gómez Orta están a punto de entrar al escenario de la política, aunque sólo le falta afinar algunos acuerdos y detalles con su familia, amigos y colaboradores y luego definir y planear los pasos a seguir en los próximos meses.

Sin embargo, no ha dejado de estar cerca de la gente se mantiene en contacto y esto le da confianza y seguridad para volver a la política, pero además ya sabe qué se debe hacer para competir y ganar cuando lo dice con claridad en una frase que lo distingue: “seguimos y seguiremos para adelante… pero sin descanso”.

Por ello, el caso de Altamira en el próximo proceso electoral tiene mucho que ver con las personas, su trabajo y el trato que les han dado, más que los partidos y sus dirigentes, aunque eso pronto lo vamos a comprobar y ahí estaremos para luego comentarlo…