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Candidatos de ocurrencia

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza

Candidatos de ocurrencia

Cómo explicarse este de la nueva forma de hacer política con miras a la obtención de cargos públicos en el territorio mexicano, la verdad, parece complicado, porque explicar el hecho de que una persona como Susana Prieto que agitó a los trabajadores de Matamoros como defensora de causas justas, ahora piense que, con su forma de hacer política tiene allanado el camino para ser alcaldesa de aquella ciudad fronteriza.

Sucede ahora que la política se hace, primero que nada, por temporalidad, después por ocurrencia en virtud de apreciaciones individuales en el sentido simple de que, sí fulano de tal fue candidato y ganó, cualquier puede hacerlo y para cuándo menos piensan los no políticos, ya se siente manejadores de masas al grado de confundir el apoyo social con el electoral.

Por sí solos esos dos conceptos son extremos, ya que, tratar de comprar el respaldo de los ciudadanos con dádivas económicas o promesas de solución a las demandas de la población, en absoluto representa la posibilidad de ganar la elección, la gente no decide por quién durante los procesos internos de selección de los partidos políticos, en su mayoría se esperan hasta los últimos días de las campañas.

Además, suceden cosas tan extrañas como el registro de muchos prospectos de un mismo partido y más extraño aún si se piensa en Reynosa, sitio en el que urge la unidad en torno a quien gobierna la ciudad y tiene derecho a la reelección, como es el caso de Carlos Peña Ortiz, sin embargo, aparece el fuego amigo con personajes como el Diputado Armando Zertuche Zuani, quedó registrado como prospecto para la encuesta con la cual la dirigencia nacional de su partido decidirá quién sea el abanderado.

En aras de buscar explicación de que pasa con la política en la época actual, habría que considerar la ocurrencia como un factor determinante para las candidaturas, mismo que, aleja a los verdaderos políticos de la postulación y es cuándo los partidos fallan a la sociedad en un escenario donde la acumulación de fallas les convierte en organizaciones cada vez más desprestigiadas.

En el momento que alguien cae en la ingeniosidad de que, ser candidato es mucho más fácil de aquello que se piensa, la realidad es que no sabe en la que se mete, porque de inmediato es rodeado por grupos de aduladores, que le dicen al oído solo cosas que él quiere saber y porque encontraron en él una mina de oro, habrán de engañarlo desde el primer momento y hasta la no designación como candidato, porque al momento de olfatear con claridad que la tirada fa a favor de otra persona, de inmediato le dejan solo y se van a la cargada.

No hay hasta la fecha un ocurrente que haya creído que alcanzar la candidatura es sencillísimo y ya para cuándo se dan cuenta, invirtieron una buena parte de su capital y llegado el momento en que los partidos tienen que nominara a sus prospectos, se percatan que ni siquiera los dirigentes de los partidos políticos voltearon y, es más, nunc ales vieron tamaños para candidaturas.

Siempre hay cientos de empresas dispuestos a dar aquello que tienen para ser alcaldes o legisladores por sus municipios o la entidad, aunque muchos de ellos tardaron en percatarse de que, los ciudadanos no votan por los empresarios solo porque a ellos se les ocurrió ser candidatos, sí sufragan si el partido político a través de la estructura que tiene logra comprometerlos, como fue el caso del bien recordado Don Pascual Ruiz García, quien poco apoco se adentró en el partido que lo llevó a cargos de elección, incluso, hasta podría decirse que eso no fue una ocurrencia sino en plan bien trazado.

Quizá deba ser elemental que los candidatos de ocurrencia no se queden en el escenario de la política, porque eso denigra a la política y aleja a la ciudadanía de las urnas, por tanto, será necesario que los partidos políticos cambien y trabajen en serio para crear cuadros políticos que les permitan ganar elecciones, como debe de ser y no al revés, que los candidatos de ocurrencia les den votos suficientes para mantener el registro que el INE otorga para su desempeño en el terreno electoral.

No a los candidatos de ocurrencia y si a los buenos cuadros políticos, por eso extraña de sobre manera que, en Nuevo Laredo no sea considerado como candidato natural a la presidencia municipal por los partidos de una de las coaliciones, al contador Ramiro Ramos Salinas o bien en el caso de Victoria, no darle vueltas al asunto y nominar a la Diputada local plurinominal, Alejandra Cárdenas Castillejos como la candidata a la presidencia municipal.

De candidato de ocurrencia está lleno ahora el escenario de la política, aunque habrá niveles en los que, a lo mejor si funciona, porque la ocurrencia que tuvo el presidente don Andrés López Obrador de decir que Samuel García Sepúlveda que es Gobernador de Nuevo León debería ser candidato para sucederlo en el cargo, ahora resulta que, en el arranque de las precampañas para la nominación, les dio una barrida a las dos adversarias que tiene y a quienes demostró que su popularidad y la de su esposa en redes sociales no tiene límites.