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Doble contra sencillo: Cabeza de Vaca va proyectado como opción presidenciable de la derecha

Escenario Político

Por Marco Antonio Torres de León

Doble contra sencillo: Cabeza de Vaca va proyectado como opción presidenciable de la derecha

El Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca tiene a su estado en un puño. Bajo control.

Es ejemplo de que cuando se quiere, se puede. Y es ejemplo además de que para poder gobernar, hay que tener visión de largo alcance.

La entidad goza de cabal salud luego que desde su primer año de gobierno el mandatario nacido en Reynosa, marcó distancia de sus antecesores cambiando el sistema de gobernar y haciendo a un lado los viejos esquemas corruptos, donde la anarquía favorecía a los funcionarios insensibles, que al ver las arcas sin vigilantes, sacaban lo que querían dejando al pueblo tamaulipeco en último lugar.

García Cabeza de Vaca hizo fácil lo difícil. Tomó al toro por los cuernos y primero que todo actuó con valor civil.

Metió en prisión a un ex gobernador y mandó señales de que no permitiría que el viejo régimen siguiera enseñoreado.

Al menos no en su sexenio.

García Cabeza de Vaca es un político pragmático, hecho en la cultura del esfuerzo y cuya preparación para gobernar la inició muchos años antes que los tamaulipecos le dieran el voto en las urnas.

Se codeo con senadores y diputados federales de todas las corrientes políticas del país y aprendió el arte de saber escuchar, oír consejos y de negociar con los ricos y poderosos empresarios para crear ternas exitosas donde quien más ganara, fuera el pueblo.

Es así como en sus tres años de ejercicio gubernamental Cabeza de Vaca ha creado miles de empleos atrayendo inversionistas de todo el orbe, que meten dinero a Tamaulipas sin temor alguno, sabiendo que el gobernador es garantía y aval al mismo tiempo.

Ganar tres de tres es su fórmula. Ganar todos y no solamente uno, es decir, ganar gobierno, pueblo e inversionistas juntos, es su lema y actitud. Sostiene su praxis política en un factor en razón de que Tamaulipas fue un gran infierno, seguridad y garantía de vida a los tamaulipecos.

Dio brillantez a su policía haciéndola una policía de escuela, salida de las aulas, ética y con valores profundos; y sobre todo dispuesta a vencer las tentaciones del submundo que constantemente buscaban ‘negociar’ con el espectro delincuencial, como costumbrismo arraigado, como un mal casi crónico y endémico.

Aquel viejo vicio poco a poco fue quedando en el pasado.

Hoy, aspirante a policía que no pase los filtros de honestidad, no entra. Simplemente no entra.

No se le persigue ni se le hostiga, simplemente no entra al cuerpo que protege vida, integridad física de los tamaulipecos. Así tal cuál.

Su estilo de gobernar – de García Cabeza de Vaca–rompe con la anquilosada y arcaica forma de tratar a sus gobernados como súbditos y a sus cercanos colaboradores como subempleados, que sólo están para darle loores. Cabeza de Vaca no es egocéntrico.

Su formación es humanista pues a pesar de que para la izquierda mexicana y para muchísimos simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador el PAN es un demonio, un leviantan en potencia, en el gobernador Cabeza de Vaca esas características no se cumplen.

Es un mandatario estatal habituado a la praxis sencilla, sin adornos ni ambages, pues lo mismo aborda temas de negocios con la iniciativa privada del mundo para usufructuar los vientos eólicos, minas, pesca, ganadería y agricultura, que se reúne al mismo tiempo con el secretario de Seguridad para planear reducción importantisima en los índices de criminalidad.

El Gobernador García Cabeza de Vaca va por tanto marcando distancia del resto de sus homólogos gobernadores del PAN y les saca un cuerpo y medio de ventaja.

La proyección de Cabeza de Vaca como figura política en constante ascenso y cuya estrella no se apaga y por el contrario brilla más, crece exponencialmente cada día porque ha sabido aplicar orden, justicia y disciplina para bien de los gobernados de esta ínsula del norte de México, Tamaulipas.

Claro está que el Secretario General de Gobierno César Augusto Verástegui ha ido acompañándolo desde su primer día siendo firmemente participe de su éxito, ejecutando las disposiciones del gobernador al pie de la letra.

Los tamaulipecos están contentos de haber elegido hace poco más de 3 años a Francisco García Cabeza de Vaca.

Si en este momento hubiera un referéndum, figura un poco fantasmal y compleja en este momento histórico de la política mexicana, seguramente que los tamaulipecos harían ganar a Cabeza de Vaca.

Educado, firme de convicciones y de ideología bien trazada y perfectamente definida, Cabeza de Vaca no necesita ser emulo de AMLO para lograr efectividad.

No es un populista como AMLO pero gobierna igual o mejor que aquél, por supuesto guardando las debidas proporciones.

García Cabeza de Vaca no necesita de la figura del choque o la confrontación para demostrar su eficacia. Lo hace desde adentro, desde los intestinos de la justicia, sin ambages ni parafernalia innecesaria.

Es por eso que estamos frente a un fenómeno político del siglo XXI, una político reynosense que si continúa así, con paso gigante de león, con certeza llegará firme al año 2024 como una estrella principal del PAN o de la derecha humanista no radicalizada, para pelear por la candidatura del blanquiazul a la presidencia de la República.

De aquí a allá, lo veremos.

Seguros estamos.

Doble contra sencillo que así va a ser.