Columnas

El extraño caso de los sindicatos

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza

El extraño caso de los sindicatos

Los relevos en las organizaciones sindicales mexicanas tienen desde hace una década complicaciones que cada vez dejan divisiones más profundas entre sus integrantes.

Desde la Confederación Nacional de Trabajadores, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, el de los Petroleros, los telefonistas y de ahí para abajo cualquier agrupación de esta naturaleza genera ruido y con el, la posibilidad de que haya manos extrañas en la conducción de las organizaciones.

En ese contexto, todavía hay liderazgos sindicales que prevalecen y encuentran, casi de último momento, la forma de mantenerse, como sucedió en el Sindicato Único de Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Tamaulipas, SUTSPET, donde la última reelección de la licenciada Blanca Valles Rodríguez se puso complicada, pero, la libro, incluso ya puede decirse que la libró frente a aquellos representantes sindicales que trataron de ampararse en los protagonistas del actual sexenio gubernamental para sacarla de la jugada.

Tan descardo fue el asunto que, en su momento saltaron críticas de todos colorees y sabores, porque entre 2016 y 2017, quienes llegaron al área de Recursos Humanos pensaron que la licenciada Valles Rodríguez, solo tenían que comunicarle de palabra o con alguna nota que dejara su cargo y que en su lugar se designaba a otra persona, sin embargo, pronto se dieron cuenta que su liderazgo es verdadero y está soportado en una gran estructura de empleados.

Considerar que los sindicatos valen menos que antes, es inexacto, el valor es el mismo, aquello que ha cambiado son las formas influenciadas por las nuevas formas de comunicación y la posibilidad de que alguien que escribe en las redes sociales puede tener el mismo nivel de competitividad de los representantes de trabajadores que se han hecho en la talacha diaria y que saben trabajar con la base sindical.

En la actualidad la Sección 30 del SNTE, que tiene a su cargo el profesor Rigoberto Guevara Vázquez, se encuentra ya frente a la obligación de renovar la dirigencia, porque está pasada con más de la mitad del período que le tocaba desempeñar, debido a varios factores, entre ellos la pandemia de COVICD-19, que impidió llevar a cabo las elecciones seccionales y esa situación a dado como resultado que el grupo de inconformes crezca y se prepare para enfrentar al candidato que pueda postular la actual dirigencia.

En ese ruido que hay sobre el relevo obligado en el comité seccional, apareció de nuevo el nombre del profesor Arnulfo Rodríguez Tejeda, quien ya fue dirigente, pero cree estar en condiciones de trabajar por un período más, quizá, porque fueron muchos los intentos que hizo para llegar a la secretaría general de la Sección 30 y eso le da autoridad para competir de nuevo.

El asunto es que, hay cada vez más militantes del Sindicato que no congenian con ese tipo de ideas, por eso, hicieron saber la importancia de reformar los estatutos para que nadie que ya haya sido secretario General de la Sección 30, pueda ocupar de nuevo ese cargo y porque el ruido es en buen sentido y además se antoja lógico, si se toma en cuenta la afirmación de Reyna Campusano Salinas, del Movimiento Magisterial de Tamaulipas, quien afirma saludable que se dé oportunidad a nuevas corrientes del magisterio para que accedan al liderazgo estatal o los delegacionales.

De entrada, esto dejaría fuera de foco la intención del maestro villagranense, Rodríguez Treviño, porque además de ser exdirigente, ya trae una cuenta de años muy grande y eso taponearía a las nuevas generaciones de profesores que trabajan por sus compañeros.

Además, impide que el propio dirigente actual, Guevara Vázquez quiera quedarse por otro periodo, después de que, ya lleva casi los dos, debido a la postergación de la renovación del comité seccional.

El dicho popular de que, cuándo el Río suena es que agua lleva, aplica ya en el caso de la dirigencia del magisterio de Tamaulipas, porque los más creen que ya está todo listo para que las Delegaciones Sindicales de la 30 comiencen a trabajar en propuestas de apoyo para quien resulte el agraciado desde el comité nacional, el estatal o bien desde la autonomía que puedan tener los comités Delegacionales para pronunciarse por alguien de entre ellos.

Ese extraño caso de los sindicatos del país requiere de observación a profundidad, ya por las dirigencias o la estructura, porque sería inadecuado que se queden de brazos cruzados y que, para cuando menos lo piensen, su organización ya se desmoronó, rezagó, quedó inoperante o se perdió en la nada debido a la polarización de sus agremiados.

Guevara Vázquez tiene que dar pinceladas muy finas que le permitan bosquejar el escenario adecuado para la continuidad en la Sección 30, la apertura a una nueva generación de la misma línea o de plano trazar una estrategia para luchar contra aquellos que están organizados para llevarle las contras, pese a la cercanía que se supone existe con el líder nacional de los trabajadores de la educación profesor Alfonso Cepeda Salas.