Columnas

El norte sin el sur.

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza.

El norte sin el sur.

Aunque sea por la crisis de Covid19, el hecho de que cobrase fuerza la demanda de los Gobernadores de las entidades más generadoras de impuestos a la federación para revisar el esquema de coordinación fiscal y modificar la fórmula de distribución de los recursos.

El punto es que, las entidades más beneficiadas con los presupuestos son las que menos recaudación fiscal tienen, cosa que lastima las economías de los que más generan y menos reciben, como son Chihuahua, Jalisco, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, pero, a los que se agregarían en automático los mandatarios de otras entidades como Sonora, Sinaloa, Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, San Luis Potosí, Zacatecas y Durango.

Son los del norte y centro del país que, la vista de todo mundo, son los que mayor actividad productiva tienen, cada cual, con sus características propias, pero, son aportadores de mucho dinero a la federación.

Desde hace meses, está en el aire la propuesta para una gran Convención Hacendaria de México, sin embargo, el silencio de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público y desde luego del presidente de la República, Don Andrés López Obrador, es total, pero se insiste desde cualquier nivel y personas, de ahí que hasta le diputado local de Victoria, Arturo Soto Alemán, dijera hace unas semanas que la referida convención debe de tener fecha.

En este tema, de la misma forma que el Gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, el titular del poder ejecutivo de Chihuahua, Javier Corral Jurado hizo ver con determinación el replanteamiento de la Coordinación Fiscal, porque ya no funciona y hasta dijo que, su entidad podría dejar de enviar los impuestos y dejarlos para se aplicados a las necesidades de los habitantes convertidos en una nueva forma de presupuesto.

La mentada formulita esa a través de la cual los ingresos fiscales se convierten en recursos para los programa de desarrollo de las entidad, tiene años y años sin funcionar, pero, ni en las épocas de administración priísta y panista del Gobierno de la República, se puso la atención necesaria para su modificación, de ahí que, el actual gobierno federal de extracción cuasi izquierdista y en automático antagonista a las otras dos formas de administración que tuvo, dejará que las cosas pasen sin que se mueva un dedo.

La razón es que esto conviene al plan del titular del Poder Ejecutivo, porque los estados que más impuestos producen recibirán menos recursos y de esa forma las entidades del sureste mexicano y del centro que tienen limitaciones porque su planta productiva es reducida seguirán financiados por los del norte y occidente.

Para que puedan modificarse fórmulas y leyes de coordinación fiscal, la Convención Nacional Hacendaria debería llevarse a cabo antes del mes de agosto, porque en septiembre de este año deben de presentarse las propuestas presupuestales para el 2021, en un escenario donde a pesar de ser considerada como prioridad, existe otra que tiene centrada la atención de todo mundo, la pandemia del Covid19 de la que, sus cifras para este domingo a nivel nacional son cuatro mil 661 casos confirmados, 296 fallecimientos y ocho mil 697 identificados como sospechosos.

A futuro mediato, llevar a cabo la referida reunión hacendaria, tampoco es viable, porque el año venidero, será de elecciones federales y locales de gran peso político, porque cambiarán de Gobernadores 15 entidades del país, muchas de ellas el grupo que más impuestos generan a la nación, como Chihuahua, Nuevo León, San Luis Potosí, Querétaro, Sonora, Zacatecas y Sinaloa.

También lo harán las dos Baja Californias, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit y Tlaxcala, todos ellos con elecciones de alcaldes y diputados locales, pero, a estos últimos tipos de elección se agregarían Chiapas, Yucatán, Veracruz, Morelos, Aguascalientes, Coahuila, Hidalgo, Tabasco, Puebla, Jalisco, Quintana Roo, Guanajuato y la Ciudad de México.

Quizá se requiera más que una demanda, recurrir a los hechos, es decir, que se tomase una determinación como la de los comerciantes agrupados en la FECANACO, quienes, de palabra, luego de una reunión virtual que presidió el matamorense Julio Almanza Armas, dijeron que no pagarán impuestos ni a la federación, el estado y los municipios debido a los efecto negativos que deja en las finanzas de sus negocio la pandemia del Covid19 que tiene paralizadas a las empresas de todo tipo, pese a que, las hay esenciales definidas por el Gobierno de la República para que puedan dar servicio en virtud de requerirse los productos que expenden para la subsistencia de los ciudadanos que están recluidos en sus casas mientras pasa el gran riesgo de contagio del coronavirus.

Los Gobernadores de los estados que generan más recursos deberían de direccionar los impuestos a una cuenta especial para que, se queden en la entidad y solo hacer del conocimiento a las autoridades federales de la existencia de los recursos, de los cuales una parte podría ser transferida a la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, pero, bajo nuevos criterios.

Dicho de otra forma, se tendría que romper con la coordinación fiscal, que es producto de una legislación especial. Disfuncional si se quiere ver de esa forma, pero existente y quizá entrañe riesgos, porque la Federación podría responder con una controversia constitucional y hacer que los impuestos sean entregados a la Secretaria de Hacienda como lo establece la Ley.

Hay en juego muchas cosas y lo elemental es que, los Gobernadores de las entidades del Norte, Occidente y Centro del país, tienen razón en cuánto a exigir un mejor trato de la Federación, porque desde hace decenas de años es injusto y no puede seguir así, si se toma en cuenta que año con año se reduce la cantidad de recursos disponibles para el desarrollo urbano, social y de obras para mejorar la calidad de vida de los mexicanos.