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El sexenio que hay no es el que se quiere

Gaceta

Raúl Terrazas Barraza

El sexenio que hay no es el que se quiere

En la administración federal que tiene a su cargo el presidente Andrés López Obrador es muy difícil pasar de las palabras a los hechos, porque primero se dicen muchas cosas y meses completos van y vienen, sin que obras, recursos y programas sean tangibles, aunque, por más extraño que parezca a infinidad de mexicanos en especial los seguidores acérrimos que tiene el mandatario solo parece importarles que se diga aquello que se hará, más no que se haga.

En todas las entidades del país, las inversiones en obra pública, que sirven para crear infraestructura moderna y crecimiento, se cuentan con los dedos de las manos, ni modo que menos de mil millones de pesos sean suficientes para pensar que, a casi tres años de la administración federal, Tamaulipas está bien en infraestructura para el desarrollo.

La rehabilitación de las carreteras y caminos que sirven para el tránsito de las mercancías que sostienen la vida y la economía de todos los municipios de la entidad, en los hechos, es uno de los grandes pendientes, porque casi todos los tramos se quedaron hasta el avance del sexenio peñista, prueba de ello es el paso alzado que está inconcluso en el Poblado de Magueyes, municipio de Mainero, en virtud de que, la oficina que tiene en el estado la Secretaría de Comunicaciones y Transportes no cuenta con ni con la aprobación para terminar el proyecto y menos con los recursos.

Las obras realizadas con recursos federales en las ciudades fronterizas a las que acudió el presidente López Obrador a fin de cortar los listones de inauguración sirven de muy poco, aún cuando se trata de parques deportivos, dado que, la gente no acude por el asunto de la pandemia de COVID-19, igual sucede con las techumbres y quizá aquello que rescata la inversión ejecutada, son las obras de pavimentación en Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo.

A propósito de los tres años del triunfo obtenido por el político tabasqueño en las urnas, infinidad de propuestas realizadas con palabras, siguen sin convertirse en hechos y lo peor es que, para el desarrollo del país hay otros hechos de los que no se ha hablado y pegan a miles y miles de mexicanos, con aumentos en los precios y servicios básicos, escasez de empleo, cero oportunidades para la inversión y restricciones en muchos sentidos para impulsar acciones educativas, culturales, deportivas y hasta cívicas.

Las quejas de todo mundo están al orden del día y no se avista una solución pronta, dado que, las proyecciones económicas son desastrosas y aunque se hable de crecimiento en la inversión extranjera, la realidad es que, en entidades como Tamaulipas que son receptoras naturales de ese tipo de recursos, por el desarrollo de la industria maquiladora, no se ve por ningún lado, al contrario, cada vez la información local da cuenta de cierre o reducción de personal en empresas de este giro.

Empresarios de todo tipo profesionales, emprendedores, trabajadores, amas de casa, estudiantes y la sociedad en general, considera que, en los casi tres años de la administración lópezobradorista, son más complicaciones que soluciones las que se ven en el territorio nacional, eso sí, los mexicanos todos los días se levantan con la mentalidad de que todo mejorará y por desgracia cada mes que finaliza y el cual se hace un recuento, el saldo es negativo. El círculo sigue en movimiento y al ponerse los ojos en otra fecha icónica del año, se renuevan propósitos para continuar con ganas y esperar mejores resultados.

Si la vida sigue y las expectativas no mejoran, son y serán las elecciones la mejor forma para que el pueblo de México de con su voto del giro que el sistema necesita, bajo la premisa de que, el 2024 no está lejos. La gasolina y el gas no bajaron de precio, tampoco los impuestos, la falta de medicamentos en especial para los niños con cáncer son palabras y el crecimiento no aparece.

Los otros.

La expulsión de la alcaldesa de Reynosa, Maki Ortiz Domínguez del PAN, debe ser, por lógica, la primera de las casi cien personas que serán eliminadas del padrón de militantes, ya que, con sus acciones dejó mal parado al PAN en aquella fronteriza ciudad y además la sucederá en la administración su hijo, Carlos Peña Ortiz, quien ganó la elección como candidato del Partido Movimiento de Regeneración Nacional.

La decisión de la Secretaria de Salud de la entidad, doctor Gloria Molina Gamboa de aplicar de nuevo medidas sanitarias restrictivas para evitar contagios de COVID-19, es obvio que afectarán actividades comerciales, económicas y sociales, pero, son necesarias y urgentes, para que menos personas enfermen de COVID-19, de ahí que, pedir la contribución de todas las personas no es nada del otro mundo, sobre todo si se piensa que no hace mucho tiempo, unos tres meses los tamaulipecos estaban encerrados en sus casas, sin ir a sus trabajos ni acudir a sitios públicos, porque el nivel de contagios y de hospitalización en los primeros meses de este año, estaban en su punto más alto.

Esto quiere decir que no se puede apostar la nueva normalidad a la vacunación, dado que, ya fallecieron personas que estaban vacunadas y eso tiene preocupada a la sociedad civil. Dijo el presidente de la Federación de Cámaras de Comercio de Tamaulipas, Julio Almanza Armas, que las empresas no son las causantes de contagios y quizá tenga razón, sin embargo, son el motivo para que la movilidad de las personas aumente en forma exponencial y los riesgos se multipliquen para COVID-19 en esa misma proporción.

Por allá en la ciudad de Monterrey dónde despacha como alcalde el victorense Antonio Fernando Martínez Beltrán, se supone una sucesión tersa, el 30 de octubre venidero, cuándo se da el relevo constitucional porque las actividades del municipio se mantienen al alza pese a la salida del alcalde titular, Adrián de la Garza Santos para ser candidato a la gubernatura, misma que perdió frente a Samuel García Sepúlveda, traía un gran ritmo de trabajo.

Martínez Beltrán hijo del licenciado Antonio Martínez Torres, ex de muchos cargos públicos en la entidad y de la señora Claudia Beltrán de Martínez, responde a los regiomontanos con resultados y dada su experiencia en el manejo de oficinas gubernamentales, los sectores empresariales y políticos reconocen el trabajo realizado por el victorense, aunque en Monterrey, donde ha desarrollado su carrera profesional, administrativa y política, no lo liguen con las buenas raíces de tamaulipecos

El hijo de Martínez Torres, Antonio Martínez Bernal, le entregará la administración municipal de Monterrey al hijo de Luis Donaldo Colosio Murrieta, Luis Donaldo Colosio Riojas, por tanto, será un gran orgullo para el exsecretario general de Gobierno de Tamaulipas, ya que, de alguna forma estuvo vinculado en las acciones partidarias que llevó a cabo el sonorense asesinado durante su campaña presidencial.

El alcalde de Monterrey tiene en marcha un gobierno responsable en el que se tiende a los que más necesitan a través de una política de puertas abiertas y con honestidad en el manejo de los recursos, utilización eficiente de los mismos y eficacia en los resultados, acciones que corresponden a su compromiso con los regios.