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Espejismos

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza

Espejismos

Los ciudadanos no creen que ayude muchos a los alcaldes el hecho de fabricarse lugares destacados en las listas de desempeño, popularidad o calificaciones que les permitan diferenciarse de sus homólogos.

En primera instancia es entendible este tipo de deseos, porque les da un valor más allá de la opinión que de forma particular los ciudadanos tienen de ellos y eso no tiene precio, así que, cualquier cantidad que las empresas dedicadas a la investigación sobre opinión pública pidan, será pagada con gusto.

Este tipo de mediciones sirven para enaltecer el ego de los políticos y para nada a mejorar la idea que tienen las personas de ellos, con todo y que, el promedio de la puntuación alcanzada en uno o más años, como en el caso del empresario Jesús Nader Nasrallah, sea muy alto cosa que no hará que cambie la opinión de sus detractores.

Para cada presidente municipales es relevante que midan la supuesta opinión que tienen los ciudadanos sobre el trabajo que desarrollan, porque mentalmente se sienten realizados y pueden decir a los cuatro vientos que son mejores que sus colegas de otras regiones o entidades situación los propulsa a conquistar otros cargos de elección popular.

Esos porcentajes altos que tiene el alcalde de Matamoros, Mario Alberto López Hernández, en automático le tienen colocado como el candidato natural para ser o candidato a Senador o a Diputado Federal por Tamaulipas y cómo última instancia, pensar en la postulación como candidato a diputado local y por su gran desempeño llegar en forma directa a presidir la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado en la Legislatura del 2024 al 2027.

Al presidente municipal de Ciudad Victoria, Eduardo Gattás Báez, se le nota envidia de la buena cuando las encuestas hablan de percepciones destacadas para colegas suyos como el matamorense o bien la alcaldesa de Nuevo Laredo, Carmen Cantú Villarreal y le da gusto saber que hay muchos que están por debajo de su nivel, como el caso del presidente municipal de Reynosa, Carlos Peña Ortiz.

De acuerdo con los investigadores, los estudios de opinión tienen varias funciones, predecir resultados, son insumos para la planificación de acciones y un mecanismo de relaciones públicas orientadas a modificar los escenarios en los cuales haya incomodidad por parte de los actores y de esa manera dar con sus debilidades y entonces encontrar la forma de trabajar en su eliminación o convertirlas en fortalezas.

La prognosis es entonces el conocimiento anticipado de algún hecho y la suma de dos partes que bien definidas pueden sumarse y dar una dimensión que puede modificarse para alcanzar los objetivos, esto es, el prefijo pro, que indica, hacia adelante y el sustantivo gnosis que quiere decir conocimiento, de ahí que los presidentes municipales de Tamaulipas se enfrasquen en luchas quincenales o mensuales para sacar como andan en la percepción de la gente, porque eso los catapultará para el futuro.

Cuando un político echa mano de la prognosis, puede jugar con asuntos como las restricciones o límites que permitan llegar a mejores decisiones políticas y que no es otra cosa que el deseo de los políticos para controlar su historia ya que, la investigación social señala que la prognosis orienta a la conquista distintiva de la autoconsciencia social.

Dicho con claridad el objetivo de las mediciones de opinión queda claro que la idea central es que en el medio político a quienes califican bien, les puedan colocar en posiciones más adelante, esto quiere decir que, por su promoción de la exitosa carrera que tiene como alcalde Eduardo Gattás Báez, dicho por él, se nota que aspira a dos cosas, por la proximidad su llegada, que el Doctor Américo Villarreal Anaya le extienda una invitación a formar parte de su gabinete a partir del mes de octubre.

La de después, esperar hasta el 2024 para el llamado obligado y natural a ser candidato a Senador de la República, Diputado Federal o Diputado local, en el entendido de que, esta última posición implica una de las grandes frustraciones de su vida, porque perdió la diputación local en uno de los Distritos de Ciudad Victoria.

También hay prognosis negativa y es el caso del Alcalde de Tampico, porque a pesar de que su ego estaba al máximo porque se mantuvo por una temporada como el mejor alcalde de México, no le alcanzó para ser candidato de su partido a la gubernatura de la entidad, Nader Nasrallah tuvo que sumarse a la postulación del ingeniero César Verástegui Ostos de la coalición, Va por Tamaulipas, misma que, se quedó corta frente a la otra coalición que participó en la elección del cinco de junio pasado, porque ganó el Doctor Américo Villarreal Anaya.

El punto delicado del conocimiento anticipado que los políticos tienen de aquello en que forma presunta los ciudadanos tienen de ellos, es que, las encuestas están muy devaluadas en estos tiempos y puede constatarse su falla, con el solo hecho de ir a reuniones de organizaciones sociales, empresariales, de grupos de personas, en las cuales por lo general se mofan de que haya alcaldes con calificaciones muy altas y que, como Gattás Báez, ni siquiera han comenzado a gobernar, porque no tienen recursos o gobiernan a medias con acciones superficiales pero bien vendidas en las redes sociales como cosas plus ultra.

Las mediciones son como un espejismo político que no se ajusta a la realidad social de los alcaldes, sino aquello que ellos creen ver y difundirlo proyectarse hacia el futuro.