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Exigen sorgueros de Tamaulipas a AMLO y Villalobos precios justos a cosechas

*Las trillas del sorgo en Tamaulipas llevan un avance de poco más del 60 por ciento, pero la incertidumbre en el precio sigue por la falta de respuesta del gobierno federal a la caída en el mercado internacional.

Por: Víctor Terrazas

MATAMOROS, TAMAULIPAS, 17 DE JUNIO DE 2023.-  Los agricultores del norte de Tamaulipas siguen exigiendo al presidente Andrés Manuel López Obrador y al Secretario de Agricultura Víctor Villalobos Arámbula, el rescate de los precios de comercialización de sorgo y maíz de la entidad que se desplomaron por la alza en la producción mundial, la apertura de las fronteras y la desaparición de ASERCA.

Jorge Luis López Martínez, Presidente del Consejo estatal Agropecuario, explicó que el problema del abandono al campo mexicano en los últimos diez se ha acentuado en éste gobierno, por la eliminación de subsidios, así como de las instituciones crediticias, de seguros y mercado de futuros de cosechas, que ponen al borde de la bancarrota a los agricultores mexicanos.

Señala que la situación de este año se agrava porque hay una mayor producción mundial, se desploman los precios internacionales, se abrieron las fronteras a granos de otros países con los que no hay libre comercio, el dólar está más barato y no hay una política pública de este gobierno federal para respaldar al sector primario, por lo que pone en riesgo la soberanía alimentaria.

Dijo que en Tamaulipas la cosecha de sorgo que al principio se estimaba en 2 millones de toneladas quizá solo alcance un millón 750 mil toneladas, llevándose un avance de más del 60 por ciento en las trillas, sin que haya un precio de mercado que permita la recuperación de los costos de producción.

Ante la falta de respuesta del gobierno central, dijo que las deudas y urgencias de pagos de créditos, insumos y necesidades de las familias de los productores, algunos no están en condiciones de esperar un mejor precio y están malbaratando las cosechas.

Se está pagando a 4 mil pesos la tonelada o hasta menos, cuando lo esperado era que se tuviese un valor de los 6 mil 500 pesos la tonelada.

Refiere que el mayor precio que se ha pagado en este ciclo otoño-invierno 2022-2023 es de 4 mil 500 y 4 mil 700 pesos tonelada, pero hay quienes han recibido 3 mil 950 pesos por tonelada.

Añade que en una semana más estarán concluyendo las trillas del sorgo y entonces si se conocerá el volumen de cosechas y la postura final de los productores, pues no pueden seguir en la incertidumbre del bajo precio y la falta de estímulos, así como tolerando el abandono al sector primario de la producción.

Reconoció el respaldo que el gobierno federal otorga al sector social, el pequeño productor, pero dijo que para la viabilidad de la soberanía alimentaria se requiere de la participación de los medianos y grandes productores, así como de instituciones fuertes que les respalden y una política pública que los proteja de las asimetrías con el campo de Estados Unidos y Canadá.

En esos países el campo está muy subsidiado y aquí nos tienen casi en el total abandono, se han ido eliminando los estímulos y las instituciones que se crearon para tratar de poner piso parejo con los productores de los vecinos del norte y si no se reactivan simplemente la descapitalización nos conducirá a la quiebra y al abandono de la actividad agropecuaria.

López Martínez, dijo que los agricultores del norte de Tamaulipas de todas las agrupaciones que participan en ese organismo, tanto del sector privado y social, estarán atentos a los acuerdos que se tomen en el marco del Frente Nacional para la Defensa del Campo Mexicano, que agrupa a productores de varias entidades del país, para respaldar las disposiciones que se acuerden.

Por lo que hace al cultivo del maíz, dijo que están por iniciar las trillas y de este cultivo se espera una cosecha del orden de las 450 mil toneladas, para la que se demanda un precio de 7 mil pesos tonelada.

Finalmente dijo que si no hay respuesta del gobierno central, la alternativa será que se diseñen políticas públicas estatales en coordinación con los productores, pues no debe dejarse en el abandono al sector agropecuario.