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Fallece el periodista tamaulipeco Rubén Dueñas Arizmendi de infarto

* Hace algunos años había externado ante colegas de la Unión de Periodistas Democráticos «moriré con una libreta y pluma en la mano», en alusión a su emoción y pasión por la actividad reporteril y periodística.

VICTORIA, TAMAULIPAS, 21 DE AGOSTO DE 2021.- La madrugada de este sábado 21 de agosto falleció de un infarto al corazón en su escritorio y sobre su computadora, cuando tecleaba su columna «La Red» el periodista Rubén Dueñas Arizmendi,

Falleció haciendo lo que amaba, escribiendo. Hace algunos años había externado ante colegas de la Unión de Periodistas Democráticos «moriré con una libreta y pluma en la mano», en alusión a su emoción y pasión por la actividad reporteril y periodística.

Arribó a Ciudad Victoria a mediados de los achos ochentas del siglo pasado, procedente de Nuevo Laredo, donde se formó como periodista y laboró en el Diario de Nuevo Laredo, en el que llegó a ser Jefe de Información.

Su traslado a la capital tamaulipeca fue para integrarse al cuerpo de redactores de La Verdad de Tamaulipas, creada el 1 de agosto de 1984, al que se sumó unos años después como reportero de las fuentes agropecuarias y federales.

Desde entonces, le tocó cubrir información generada en Ciudad Victoria, con los gobernadores Américo Villarreal Guerra, Manuel Cavazos Lerma, Tomás Yarrington Ruvalcaba, Eugenio Hernández Flores, Egidio Torre Cantú y Francisco García Cabeza de Vaca.

Alternó el trabajo para medios locales y estatales con la corresponsalía de «El Heraldo de México», al que sirvió hasta hace poco tiempo.,

Los últimos años de su vida los dedicó a escribir la columna política «La Red», en la que combinaba información de interés nacional e incluso internacional o regional reciente con su opinión y algunas anécdotas. procuraba siempre estar al día en el manejo de sus reportes.

Se publicaba en varios medios escritos de las ciudades fronterizas de Tamaulipas, así como en medios digitales de la entidad, a los que se había sumado con la emoción de siempre, consciente de la nueva realidad del internet y su impacto en los medios masivos de comunicación.

Dominaba el inglés, pues laboró en otras actividades ajenas al periodismo en los Estados Unidos, donde aprendió el idioma, lo que le permitió luego ser un reportero bilingüe.

Fue también forjador de muchos reporteros quienes abrevaron de su disciplina, responsabilidad, olfato periodístico, la lectura de medios y libros sobre periodismo e innovaciones de los medios de comunicación.

Pocas veces se quedaba callado en las entrevistas, siempre tenía una pregunta de interés, que acompañada de fuerte voz la hacía interesante y obligaba a la respuesta del funcionario, fuese del nivel local, estatal, federal o internacional.

Lo mismo entrevistaba al bolero que al gobernador, al presidente, al secretario del gobierno federal o al empresario, líder obrero. estaba al día en las agendas y en la temática relevante del personaje.

Oriundo del centro del país, se asentó por décadas en Nuevo Laredo y decidió el cambio a Victoria, donde ejerció el periodismo por más de 30 años ininterrumpidos, salvo sus vacaciones anuales a Nuevo Laredo.

Descanse en paz el periodista, elocuente conversador, «politólogo-cafetalero» y mejor amigo.

Vaya el más sentido pésame para sus hijas, radicadas en el sur de Estados Unidos.

Su cuerpo se encuentra en el Servicio Médico Forense de la Fiscalía General del Estado en espera de que los familiares lo reclamen.