Inflación
Gaceta.
Por: Raúl Terrazas Barraza
Inflación
La expresión real de la economía familiar está muy lejos de coincidir con los números de los expertos en la evolución mensual y anual, por la sencilla razón de que, aumentos son aumentos y nadie puede cambiarlos, solo impactan en forma negativa en el salario.
El acabose es cuándo el alza en los precios tiene que ver con los alimentos, porque la gente tiene que pagarlos, en el entendido de que, implica abstenerse de la adquisición de otros productos y servicios que también son elementales en el funcionamiento de los hogares.
La educación es uno de los más recurrentes, por eso, al concluir el ciclo escolar infinidad de niños y jóvenes que estudian en escuelas privadas, ya saben que no se verán con muchos de sus compañeros, porque dejarán ese tipo de escuelas para acudir a las públicas ya que, sus padres no pueden sufragar las colegiaturas, sin embargo, el asunto no termina allí, porque quienes están en las escuelas públicas, por eso de las mismas dificultades económicas, podrían hasta dejar de estudiar, así se trate de educación básica o profesional.
Para no darle muchas vueltas al asunto, es preciso señala que los precios de alimentos y de servicios se incrementaron en este primer semestre del año en tal proporción que a simple vista los consumidores saben que no pueden comprar con el mismo dinero aquello que adquirían a principios del 2021, basta analiza una lista de pecios de cualquier comercio, por ejemplo, uno de los que venden pollo cocinado y que tiene gran demanda en la población.
Un pollo solo, ya sin nada de complementos cuesta 170 pesos, contra menos de 160 que costaba antes, una quesadilla ya cuesta 40 pesos y antes unos cinco pesos menos, además, cualquier complemento que se reclama porque antes era sin costo, ahora se cobra o no se surte.
Los servicios que son requeridos para la funcionalidad de un hogar, entre ellos, luz, agua, gas, gasolina para los vehículos, cable, telefonía, internet, aumentan sin que nadie meta las manos a favor de los consumidores y, en virtud de la pandemia e COVID-19 que reclama la permanencia de las personas sus casas, deben de apechugar las alzas, mismas que hacen que algunas de esas empresas crezcan en cantidad de personal e instalaciones como es el caso de quienes dan servicio para señales de comunicación, ni modo que pasen desapercibidas las nuevas instalaciones, que una empresa de este tipo tiene por la Avenida Hombres Ilustres.
También hay más gasolineras y empresas que venden alimentos y en los últimos meses proliferan los puestos callejeros tanto de comidas como de venta de frutas y legumbres, aunque son los fuertes calores los que han limitado la expansión de estos últimos negocios ya que, las pérdidas por las altas temperaturas que echan a perder los productos sacan del mercado a infinidad de dueños de negocios.
Respecto a los números de los analistas expertos, la inflación en este primer semestre superará a las previsiones, ya que, para abril pasado, el índice de precios al consumidor casi llegó al cinco por ciento, que es el mayor nivel desde diciembre de 2018, porque también aumentaron precios de combustibles y de alimentos.
Se estima inflación de más del seis por ciento, por tanto, se trata de números amenazantes para la economía nacional, porque entra en una etapa que denominan la estanflación, cuya definición del Banco de México, es que se trata de una situación en la que hay reducción en el nivel de la actividad económica, inflación elevada y creciente.
Los datos sobre alza de precios en México indican que se aceleró en marzo a su mayor nivel desde finales de 2018, para ubicarse por encima de la meta oficial del Banco Central, e impulsada principalmente por alzas en los precios de los combustibles, se trató del mayor repunte de precios desde el 4.83 por ciento que se dio en diciembre de 2018. Sólo en marzo, los precios al consumidor crecieron un 0.83 por ciento, más fuerte para un mes similar desde 1999 según el INEGI, mientras que el índice subyacente avanzó un 0.54 por ciento.
Los rubros que más incrementaron sus precios durante el tercer mes fueron el gas doméstico LP, la gasolina de bajo octanaje, y alimentos como los huevos y las tortillas de maíz.
A unos días de que las vacaciones lleguen, seguro se contraerán, pese a las promociones que los establecimientos dedicados a proveer de servicios turísticos lleven a cabo todo tipo de ofertas, al considerare que la economía de las familias no dará para soportar los precios de los productos y servicios, de manera que, aplicará la máxima popular aquella de que, si no se tiene para quedarse en casa, menos para ir de vacaciones.
Desde mayo pasado precios de tortilla, huevo y frijol, de gran demanda por los mexicanos, entre otras cosas porque eran baratos y de fácil acceso, se encarecieron debido a la combinación de factores que incluye sequía, especulación, sobredemanda, baja producción y aumentos.
Aquello que sucede en los hogares mexicanos, debiera ser sencillo de entender, pero, en el momento que entender implica el bolsillo, cuyo dinero no alcanza porque los salarios no aumentan, así que, sí a lo largo del tiempo es cada vez menor el número de cosas que pueden comprarse con la misma cantidad de dinero, las posibilidades de ahorrar y de invertir en negocios, significa que el dinero vale menos, por lo tanto, hay inflación y lesión a la economía local, regional y nacional.