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Innovadores de la “ingeniería electoral”

Opinión pública

Innovadores de la “ingeniería electoral”

Por Felipe Martínez Chávez

Cd. Victoria, Tamaulipas.- En Antiguo Morelos el PAN lleva como su candidato a la presidencia a Carmelo Tinajero Castro. Es el marido de la presidenta saliente, Evangelina Avila Cabriales, quien llegó al poder en 2016.

Carmelo ya fue alcalde, lo mismo que su hermano José Guadalupe.

Pues bien, continuar con los cacicazgos familiares locales y postular a vasallos y opositores, es una de las variantes de “reingeniería electoral” que hoy privilegia el partido azul.

En Díaz Ordaz quedó inscriba Paola Elizabeth Méndez Domínguez, actual regidora en el ayuntamiento que llegó por Morena.

Por Bustamante va Brisa Verber Rodríguez, quien es presidenta del DIF en un gobierno emanado del PRI.

A Jaumave se le “guisa aparte” porque hay cuatro suspirantes que hicieron solicitud, una de ellas Norma Villanueva Ramos, esposa del actual presidente panista  Martín  Rodríguez García.

Y así sucesivamente, los azules han creado una mescolanza, un coctel que, si falla, puede explotar con fatales consecuencias para sus inventores.

Es algo inédito, hecho con ingenio pero también un Frankenstein que les puede  revertir y marcar el comienzo del fin de la era panista en Tamaulipas.

Si hacemos un recuento, dos exitosos operadores políticos se han distinguido en los últimos 15 años, como reinventores de la “ingeniería electoral”.

El primero de ellos Ricardo “El Negro” Gamundi Rosas; el segundo César Augusto “El Truco” Verástegui Ostos, todavía en activo.

Don Ricky vino a refinar el método porfiriano del “maiceo” con una técnica más elevada: “Toda cabeza tiene un precio” y, cuando no se puede “arreglar arriba”, queda dividir el territorio en microrregiones para hacer lo mismo.

Fue tan exitoso que en el 2009 se llevó “ocho de ocho” distritos electorales federales y dejó en “zapato” al PAN. Comenzó así una exitosa carrera de marketing que le deja para vivir bien a través de su empresa OWL Estrategas, y de vez en cuando se le ve por Tamaulipas.

Verástegui ha puesto en práctica un método nuevo, una auténtica innovación que debería patentar si, como espera, le rinde los mejores frutos en las urnas y dedicarse a eso en el futuro, como el moreno jarocho.

No se aparta mucho del principio gamundiano del precio de cada conciencia, aunque la variable es ofrecer y “jalar” a su causa a los actores más populares según su encuesta, vengan de donde vengan, en una revoltijo ideológico indefinido.

En ese coctel ha metido de todo, a militantes azules, subyugados de otros partidos y hasta enemigos, no porque no esté en condición de vencer, sino para evitar rudeza de más.

Ya puso en práctica esta innovación y le dio buenos resultados en 2019 cuando ganó 21 de los 22 distritos electorales. Prueba de ello, como ejemplo, son las diputaciones para Alberto Lara Bazaldúa y Alberto Garza Faz, de Reynosa.

Esta vez llevó su experimento al extremo con final impredecible.

No solo refrendó cacicazgos sino que tomó “cascajo” y gente como Mónica González García y Oscar Almaraz Smer, del PRI, que van por las diputaciones federales de Matamoros y Victoria.

Por las diputaciones locales, en su experimento de reciclaje incluye a Daniel Sampayo Sánchez, a quien metió en el distrito Once, Matamoros, el único en manos de Morena, el más difícil de ganarle a la oposición.

Y quedó inscrita, por el distrito 19 (Miramar) Elsa Elizabeth Humphrey Oelmeyer, la esposa del efímero cacique Javier Gil Ortiz, ex diputado federal y ex de Altamira, pariente del ex Gobernador Eugenio Hernández Flores.

A la hora de escribir estas líneas, tarde del domingo, el CDE del partido había registrado aspirantes de 37 municipios, casi todos en designación directa, únicos.

Se supo que en Palacio seguían negociando los seis ayuntamientos más “difíciles”, comenzando con Río Bravo donde el “equipo compacto” insistía en postular a Miguel Angel Almaraz Maldonado, cuya historia no hace falta repetir aquí.

Los otros cinco corresponden a Hidalgo, Villagrán, Mainero, San Nicolás y San Carlos, área de influencia de la Brigada Cívica Pedro J. Méndez. Al parecer no les aceptaron sus propuestas.

Pendiente también el distrito 17 (Mante-González) donde se aferraba Pedro Luis Ramírez (ausente en los últimos meses por “necesidad”, dicen sus amigos), gente del SNTSS. Quiere cambiar el 16 por el 17.

El plazo para hacer los registros –es un decir- vencía a la medianoche del domingo.

A la misma hora vencía el plazo para que los independientes recabaran las firmas para su registro. De 21 enlistados, 15 avanzaban con posibilidad de aparecer en las boletas por las alcaldías.

Hay datos relevantes que merecen atención y avisarle a Don César Augusto, como ese de que el más alto porcentaje, rebasando 7.6 veces el umbral requerido, es Carlos Lara Macías, de Ocampo, quien podría ser presidente por la vía libre.

¿Para qué avisarle al hombre? Para que lo registre por el PAN.

Y decirle que de plano en Llera “El Sapo” de la Torre Valenzuela les va a ganar el mandado y mas vale “jalar” a la esposa de este, Elisa Quintanilla Arcos porque ya superó en 400 por ciento las firmas que necesitaba.