La casa el mejor refugio frente a COVID-19
Gaceta
Raúl Terrazas Barraza
La casa el mejor refugio frente a COVID-19
El tema de los aumentos de contagios de COVID-19 está en la mesa de comentarios de los tamaulipecos y se incorpora de nuevo con rigor a la agenda social, porque la única forma de evitar graves daños a la salud de la población, en esta que llaman ya la tercer ola de propagación, es apegarse a las medidas de prevención elementales, como evitar las reuniones masivas, mantener a toda costa el uso de cubrebocas, usar gel, lavarse las manos a cara rato y checar la temperatura de las personas antes de su ingreso a cualquier sitio.
Cuidarse de forma personal, adoptar todo tipo de acciones preventivas, usar siempre el cubrebocas y evitar acudir a sitios concurridos, es la mejor medicina contra este COVID-19 que ya debería llamarse COVID-21, porque se ha prolongado más allá de las estimaciones que se hicieron cuando la pandemia alcanzó el pico más alto hace un año, aunque, le siguió de frente mes tras mes, con altibajos que, sin importar que la gente este vacunada.
El Decreto mediante el cual se endurecieron las medidas preventivas en Tamaulipas, implicó un revés para los propietarios de establecimientos de todo tiempo, mismos que apenas comenzaban a planear la forma de recuperarse de los estragos causados durante el 2020 y los primeros tres meses de este año, cuándo las autoridades sanitaras, en base a los acuerdos del Comité Estatal de Seguridad en Salud, determinaron de nuevo la restricción de horarios para los establecimientos y la contención en la venta de bebidas alcohólicas.
Más contagios, muchos más que aquellos suscitados a mediados del mes de junio tras la época de cierres de campañas políticas de todos los candidatos a los cargos de elección popular que contendieron en las urnas el primer domingo de ese mes, se registran desde hace más de dos semanas y se relacionan con la determinación de grupos de personas para reunirse en actividades sociales sin mantener las medidas sanitarias, solo porque las noticias de otros países daban cuenta de que, en forma paulatina estarían de nuevo en la normalidad.
Incluso, el intento de los directivos de la Secretaría de Educación de la entidad para clases presenciales en las escuelas de los municipios que aparecían en semáforo verde, generó la percepción de que la pandemia de coronavirus estaría controlada, sin embargo, apenas pasaron unos días y esos directivos se percataron de que las cosas no funcionarían y dieron marcha atrás a la determinación, al fin y al cabo el ciclo escolar estaba en sus últimas semanas, así que, no valía la pena exponer a nadie, las actividades de este ciclo escolar concluyeron en línea.
Expertos en el asunto del COVID-19, como la Doctora Roselyn Lemus-Martin, en una entrevista para medios de comunicación mexicanos hizo ver que hay un cambio en las tendencias de la enfermedad y que, en efecto hay un tercer repunte en muchos países, entre ellos México, con la diferencia de que, los casos de hospitalizaciones y defunciones son menos, pero, el de contagios tiende al alza sin que s puede terminar cual será el impacto en la población.
Subraya que, debido la considerable cantidad de vacunados con el esquema completo les libra de la atención médica hospitalaria y de la muerte, pero, al crecer la proporción de contagios por la existencia de portadores asintomáticos, da pie a que personas de otros grupos de edad que los afectados en los repuntes anteriores sean los enfermos y sostiene que la vacunación se mantiene como una forma de contención de COVID-19, siempre y cuándo se mantengan las medidas preventivas como en los primeros meses de la aparición del virus.
La nueva tendencia de la pandemia implica a los jóvenes y genera preocupación hasta por los niños, ya que, en Victoria como en otras ciudades del país se tienen casos de niños positivos al virus y tienen que ser aislados y tratados como si fuesen adultos, aunque, con menos posibilidades de complicaciones, al no existir comorbilidades que agravan el estado de salud de las personas, como sucede en los mayores de 50 años que tienen enfermedades crónico-degenerativas.
En el escenario de las vacunas, la experta en biología molecular y celular de la Universidad de Oxford considera que, para una mayor efectividad en la contención de la pandemia, tiene que elevarse el nivel de vacunación de la población, porque si se habló en diciembre de que, debería de inmunizarse cuando menos al 70 por ciento de la población, con la aparición de otras variantes, en especial la Delta la cobertura debe superar al 80 por ciento para el 2024.
Aunque puede lograrse para el 2022, porque en el mundo ha crecido la velocidad de vacunación y consideró práctico que, aquellos países que tienen buenos niveles de vacunación tienen que apoyar a los no avanzan en esa medida, para que no existan en el mundo zona de riesgo que se conviertan en focos de expansión.
Es polémico también la eficacia de las vacunas contra las variantes del coronavirus y de ellas la denominada Delta, contra la cual, la Cansino y Sinovac son menos efectivas que las Pfizer, Johnson y Sputnik, por eso, infinidad de personas quieren vacunarse de nuevo, sin embargo, la doctora Lemus-Martin no recomienda ello, en el entendido de que, las personas solo tienen que incrementar las medidas sanitarias y preventivas. Para definir que la eficacia de todas, solo faltan los resultados de la tercera prueba en las dos que se considera tienen menos efectividad
Respecto a las combinaciones las únicas que tienen estudios y resultados son la Pfizer con AstraZeneka, por tanto, la consideran como segura.
El llamado frente ala evolución de la pandemia se hace en tres vertientes, las medidas preventivas, cubrebocas, lavado de manos, uso de gel y no sitios concurridos, que la vacunación llegue a todos los grupos de edad y quedarse en casa todo el tiempo posible.
La diferencia entre el vacunado y el no vacunado, está en el nivel de afectación a la salud de las personas, porque la vacuna no evita que el virus entre al cuerpo, pero, aquello que si evita es la enfermedad grave de COVID-19 y la muerte, de tal manera que, vacunados o no vacunados, tienen que acatar las medidas restrictivas y cuidarse mediante el uso del cubrebocas, quedarse en casa, lavarse las manos hasta 20 veces al día, la sana distancia y no acudir a sitios concurridos.