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La defensa del hogar

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza.

La defensa del hogar

Después de la defensa que hicieron de sus intereses los usuarios de la unidad de servicio de transporte colectivo denominado Combi, el asunto de la figura de la legítima defensa reapareció en la agenda de la sociedad, en el entendido de que, desde el año pasado se trabajaba sobre una reforma al Código Penal Federal y después trasladarla a la Legislación de las entidades federativas.

Ahora todo mundo pregunta que de que se trató la reforma, que, hasta donde se sabe fue aprobada a fines del pasado mes de junio en el Senado de la República y que permitirá que ante la intromisión de algún intruso a la vivienda que atente contra la integridad física o bienes patrimoniales, los dueños del inmueble podrán defenderse sin ser procesados en forma penal.

Esto es, que las personas podrán encarar a los ladrones, sea delincuente o no que en caso de asalto o robo con violencia, están en libertad de golpear, herir y hasta matar al asaltante y estará amparado por la Ley.

Quién se encuentre en su domicilio podrá repeler la agresión, cuando un intruso llegue a una casa habitación y hacerlo de cualquier manera bajo cualquier circunstancia y utilizando los mecanismos o los elementos que tenga a la mano y de ninguna manera puede ser imputado penalmente.

La limitante que tiene la reforma al Código Penal, es que la figura aplica sola para casas habitación, es en el domicilio que habitan las personas, pero, incluye patio, jardín, azotea, bardas, todo lo que es el contexto de la casa habitación.

Se trata dicen de una iniciativa que estuvo enfocada a fortalecer la figura de la legítima defensa en el Código Penal Federal, con un enfoque pro víctima y en la cual se incluye hasta a los presuntos guardianes del orden que público, los policías, esos a quienes los ciudadanos temen porque en la mayoría de los casos actúan canteados a favor de los ladrones, en lugar de defender a quienes pagan impuestos y luchan todos los días para tener una mejor calidad de vida, los ciudadanos.

La defensa de sus pertenecías que hicieron los de La Combi, en la capital del país, se convirtió en algo viral y es seguro que no actuaron en apego a lo previsto en la Reforma al Código Penal, porque quizá ni enterados estaban y como tal reforma solo aplica a los domicilios, pudieron contenerse, pero, se trató de defender sus propiedades de un vulgar asaltante de quien no se dejaron y se arriesgaron a un desenlace que podría complicar su existencia.

Los otros.

Del Gobierno de la República salieron dos nombramientos en dependencias federales para Tamaulipas, justo cuándo el Delegado José Ramón Gómez Leal está convaleciente porque dio positivo a COVID-19.

Se trata de los cargos para los nuevos titulares de las Administraciones Portuarias Integrales de Altamira y Tampico, que fueron aprobados, según esto, por el presidente Andrés López Obrador a través de Puertos y Marina Mercante, una dependencia de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes, cuyo titular acaba de llegar, Don Jorge Arganís.

Para la API de Altamira, la Coordinadora General de Puertos y Marina Mercante, Rosa Icela Rodríguez, entregó el nombramiento al Capitán de Altura Oscar Miguel Ochoa Gorena en sustitución de Juan Manuel Latapí Díaz quien acababa de llegar y para la de Tampico al Vicealmirante Miguel Báez Barrera.

Hay quien cree que no tiene nada que ver el hecho de que el Delegado del Gobierno federal, estuviese enfermo para que los nombramientos pudieran fluir, pero, otros creen que sí ya que, desde que apareció en esa chamba se ha dedicado a taponear la designación de funcionarios federales en virtud de que no le consultan nada y cree que no jalarán con él en el proyecto político que tiene para el año que viene y desde luego en el 2022 relacionado con la sucesión gubernamental.

La pretensión de los propietarios de gimnasios de Victoria y la entidad, de que las autoridades estatales volteen a ver su situación económica por la pandemia de COVID-19, es válida dado que tienen varios meses cerrados y están a punto de tronar por rentas y gastos de operación, sin embargo, tendrán que entender que se trata de una actividad de mucho riesgo para el contagio del padecimiento, de ahí que el Comité Técnico de Seguridad en Salud de la entidad, no los tenga contemplados para la reapertura.

Lo mismo sucede con actividades empresariales con actividad que propician la aglomeración de personas como los salones para fiestas, las albercas y las actividades al aire libre en espacios públicos, son de gran riesgo y quizá sean de las últimas que se autoricen para la reapertura.

También entran los clubes sociales y deportivos, porque están cortaos con la misma tijera y las autoridades estatales evitarán hasta donde sea posible los contagios debidos a tumultos que pueden evitarse. Es sobre la base de este que las todas de autoservicio deben de cerrar muy temprano los fines de semana y en días normales tener horarios limitados.

De todas formas los responsables de establecer las medidas sanitarias insisten que, el asunto no es contra los negocios, sino contra los efectos negativos que puede generar la aglomeración de personas, porque incrementaría los casos de COVID-19 a un punto que no pueda controlarse.

La exigencia de los propietarios de gimnasios es hasta lógica, aunque también las autoridades tienen información en el sentido de que algunos de ellos operan en forma clandestina, porque permiten la entrada de sus clientes por las puertas traseras o levantan la cortina para que ingresen y la vuelven a cerrar, esto mediante pactos a través de mensajes por redes sociales.

El punto a favor de las medidas sanitarias previstas por las autoridad, es que, poco a poco se lleva aun momento en el cual los ciudadanos, optan por cuidarse más en lo personal y evitarán bajo cualquier oferta comercial riesgos a su salud, por ello, aunque los gimnasios pudiera abrir, sus clientes podrían no acudir a las sesiones de entrenamiento sabedores de que los contagios pueden multiplicarse de manera geométrica, es decir, que si alguien tiene síntomas de COVID-19 un día, para el siguiente podría haber dos, luego cuatro, luego 16, después unos dos centenares y de es forma se echaría al traste todo el esfuerzo de contención realizado de marzo a la fecha.