Marketing y logística para la política
Gaceta.
Por: Raúl Terrazas Barraza.
Marketing y logística para la política
En el III Congreso de Comercio y Negocios Internacionales que lleva a cabo la Unidad Académica de Derecho y Ciencias Sociales de la UAT en Ciudad Victoria, se realizó una conferencia denominada Sincronía entre el Marketing y la Logística, impartida por la Mtra Olinda Ornelas Benítez de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
Ella hizo ver que, los cambios en la mercadotecnia se aceleraron por el avance en la comunicación y la tecnología, situación que llevó a los especialistas a mejorar sus estrategias conectar mejor con los consumidores, por ello sugirió que debe pensarse en dos factores adicionales mejorarán el mercadeo, la logística y la sustentabilidad.
Como estudiosa de los fenómenos sociales observa que los consumidores quieren soluciones, precios, conveniencia y proceso de comunicación en un solo paquete, de ahí que mercadotecnia y logística son dos cosas que deben funcionar en paralelo.
La mercadotécnica provee la información necesaria para mejorar las ventas, porque permite empoderar al consumidor para tomar decisiones y con la adición de la logística, se logra la sincronización perfecta con las estrategias de marketing para generar servicios de excelencia y dar solidez a las marcas de productos que hay en el mercado y que el cliente busca.
Desde luego, este es un tema académico con el cual, los estudiantes de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales adquieren habilidades para conectar sus aprendizajes con los negocios en los que estarán cuándo se incorporen a la vida profesional y productiva.
Desde luego, el tema abordado por la Mtra Ornelas Benítez, puede aprovecharse para otro tipo de situación, la política y es que, es algo que quienes andan en precampañas electorales y después, que sus partidos los selecciones para ser los candidatos oficiales para contender en las urnas el seis de junio venidero, tienen que hacer uso de la mercadotecnia para llegar a los objetivos que tienen trazados para cada etapa.
En política el marketing es básico, incluso, dicho por la Mtra Gisela Rubach, directora de la especialidad den el Instituto Autónomo de México, ITAM, en estos tiempos es impensable ya una precampaña o campaña sin el uso del marketing y las redes sociales, pero, además bajo un concepto de política inteligente.
Ella misma estableció que antes de hacer precampañas o campañas, es indispensable saber qué quiere la gente, no aquello que los político piensan, por eso es necesario realizar encuestas, grupos de enfoque, escuchar en las redes sociales y efectuar un análisis electoral de los resultados por lo menos de tres elecciones similares a las que aspiran a participar.
Entrelazada la postura de la Mtra Ornelas Benítez, las apreciaciones de la Mtra Rubach y la realidad de la política actual, se generarán alternativas de mayor practicidad para lograr que los ciudadanos volteen a ver a los aspirantes a cargos de elección popular, porque se advierte un distanciamiento peligroso entre electores y partidos, por tanto, son los precandidatos ahora y los candidatos después, quienes podrán conectar con las personas para lograr que acudan a las urnas y que, con su participación legitimen el proceso.
El marketing y la logística, usados en la política, tienen que dar mejores resultados, entendida ésta última como el conjunto de operaciones para la previsión, organización y regulación del flujo de acciones para llevar a cabo el proceso político de los partidos y sus precandidatos o candidatos.
Ahora, si de guerra se tratara, la logística es la columna vertebral de las acciones y comprende la ejecución de las operaciones de guerra, por tanto, la política como guerra entre partidos y candidatos, será todo aquello que permita llegar al fin de ganar las votaciones.
Incluso, hay efectos de una mala logística que influyen en la percepción de los ciudadanos a la hora de votar, como es el caso de la llegada tarde de los precandidatos o candidatos a los actos públicos porque no se calcularon los tiempos o bien aquellos que se relacionan con la presencia de colaboradores responsables de la logística que son mal vistos por los electores y aumenta la brecha entre ambos.
La estrategia para la política debe basarse, como lo señalaron en el Congreso de Comercio y Negocios Internacionales, en la sincronía entre el marketing y la logística, para que pueda hablarse de mejores resultados en las precampañas, campañas y las urnas.
Otros especialistas de logística señalan que, aquellos que desarrollan el arte de la política y buscar algún cargo público mediante la elección popular, tienen que aplicar y dedicar un buen tiempo al arte de la logística, porque toda precampaña o campaña tiene dentro de su organización un montaje que va desde la simple búsqueda de unidades de transporte, hasta el más complejo sistema de comunicaciones y desplazamiento para encontrarse con los electores.
Además, si las campañas se consideran como un período de buenas acciones, porque el objetivo es ganar, si es precampaña la nominación y si es campaña la elección, para lograrlo se tiene que establecer una estructura de alto diseño que permita planificar, organizar y controlar una estrategia que, de fallar alguno de los eslabones de la cadena, el producto final no podrá llegar a su destino.
En atención a este tipo de factores y porque es percibido un abismo entre los políticos y los ciudadanos o electores, más allá del marketing, se requiere de la logística montada en un cronograma de actividades diseñado a partir del conocimiento electoral del terreno en el que se trabajará, pero, sobre todo, el comportamiento de las personas.
Dicho de una forma bien práctica, cada precandidato ahora, tienen que realizar su propia estrategia y los candidatos en su momento, fabricar una a la medida de sus necesidades de conexión con el elector, porque lo más importante como dicen los del marketing comercial, es mejorar la motivación, la percepción y el aprendizaje de los clientes.
En el caso de la política, es igual, solo que, esa motivación, la mejoría en la percepción y el aprendizaje debe incluir en los ciudadanos que tienen credencial para votar con fotografía y que constituyen el listado nominal de las personas que podrán acudir a las urnas el seis de junio venidero.
