México del despeñadero al exterminio
David Ed Castellanos Terán
@dect1608
México del despeñadero al exterminio
Si durante la última década se dijo que México iba directo al despeñadero, la situación del presente hace crear a la oposición, la necesidad de aglutinarse para salvar la nación del exterminio morenista.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho hasta lo inimaginable para fortalecer las alianzas en su contra.
En las elecciones del 2021 cuando se renovó la Cámara de Diputados, el partido en el poder perdió posiciones; Acción Nacional (PAN), PRI y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), aunque parece que no, lograron el objetivo prioritario: restarle fuerza al movimiento fundado por López Obrador.
Pocas veces leemos o escuchamos a un político hablar con la verdad, aunque les duela a sus fieles allegados partidistas, pero el pasado viernes 22 de octubre, como un hecho milagroso que anuncia la proximidad de la Navidad, el senador suplente de Ricardo Monreal Ávila, me refiero al ex colaborador de Marcelo Ebrard, Alejandro Rojas Díaz Duran, publicó en Twitter lo difícil que va a ser para morena enfrentar la sucesión presidencial.
“En #Morena la tenemos difícil para el 2024, porque tenemos que congraciarnos con: Los más pobres. Las víctimas de violencia. Las clases medias. Los intelectuales y científicos. Los pequeños y medianos empresarios. Los medios de comunicación. La UNAM”
Rojas Díaz Durán, que es un personaje pensante, pero un payaso cuando se disfraza de político, atinó en su publicación y eso es solo el comienzo o lo que apenas alcanzan a ver, pero, sobre todo, a aceptar, uno que otro morenista.
La crisis en México va más allá, pero pocos se atreven a expresarla, quizás porque todos están vinculados al círculo de poder o porque era tan grande la esperanza y anhelo de que llegara alguien y salvará al país de los vicios del pasado, que hoy parece una condición normal decir: “ya le tocaba a otros”, dejemos “que roben otros, no los mismos de siempre; eso es como la violencia financiera familiar, una agresión psicológica o tan agresiva como la violencia física; llamémosla «violencia política social», y la gente está aprendiendo a vivir con ello ¡el PRI robó más! Repiten los más débiles y chiquitos de pensamiento.
Para sorpresa de muchos, espanto de otros y respiro colectivo surgió en Tamaulipas un grupo de líderes sindicales, empresarios, representantes de organismos camarales y participes de la comunidad en general – claro, afines al PRI en su mayoría, pues hasta antes del Cabecismo, no había otro- para exhortar a la población en general a analizar el rumbó de México con MORENA en el poder, y a hacer conciencia de la situación que impera en el ámbito nacional, pero sobre todo, cuidar a Tamaulipas, salvarlo de la voracidad y exterminio morenista que tiene derecho a jugar y competir por la gubernatura en 2022 cuando Francisco Javier García Cabeza de Vaca, se enfrente a la sucesión gubernamental.
¡La alianza va! dijeron los presentes en el salón Pánuco del Hotel Posada de Tampico, el bunker de los Garza Cantú, un “estadio político” que sabe y ha sufrido la precariedad de la 4T. Veremos cómo se mueve la novena priista de cara a los play offs.
En la intimidad… El delegado nacional del PRI en Tamaulipas, Felipe González Alanís, es nacido en Nuevo León, y parece que lo que menos espera de una entidad pujante, tan sufrida pero próspera como Tamaulipas, es ver resplandecer su grandeza. Ojalá Alejandro Moreno sea más inteligente como para darse cuenta del truco en el que lo está metiendo González Alanís, pues el representante del priísmo nacional, considera una presión panista los eventos multitudinarios de César Augusto Verástegui Ostos, por lo que mandó decir a Alito que, en la entidad tamaulipeca, no hay condiciones para constituir una alianza.
