Mujeres «despicadoras» de camarón no ven ninguna esperanza con la 4T
*De la Federación hasta el momento no han recibido apoyo. Del Estado esperan que sí pero temen que tendrán que pasársela presionando y yendo a Ciudad Victoria para que las escuchen
María de Jesús Cortez
Por parte de la Cuarta Transformación a nivel federal hasta el momento no ha habido apoyo para las mujeres despicadoras de camarón quienes tienen que autoemplearse «en lo que caiga» para sacar a sus familias adelante, sobre todo en este tiempo de veda del crustáceo en donde se quedan sin trabajo en las empresas dedicadas al despique.
Aureliana Núñez, líder de más de 2 mil 500 mujeres dedicadas al despique de camarón, informó que para su grupo no ha habido apoyos federales. «Metí papeles de las que se quedaron fuera y nada y del gobierno estatal yo creo que allí ya será estar presionando ir hasta allá, ir a Victoria meter papeles, oficios, lo de la cooperativa lo de la Unión de Despicadoras para que nos tomen en cuenta», recalcó.
La también ex regidora del cabildo porteño comentó que antes en gobiernos anteriores les daban empleo temporal en el periodo que duraba la veda del camarón pero ahora no fue así.
«Desgraciadamente no se dio lo del empleo temporal, ojalá que esta nueva administración estatal sí nos apoye».
Cuestionada sobre si la delegada de la zona, Elizabeth del Ángel las apoyó la entrevistada comentó «nunca la vi, la busqué y nunca nos recibió, se pasaron de largo con nosotros, lo intentamos muchas veces y no a lo mejor ahora sí», aseveró.
También se le preguntó sobre si ya había cumplido sus promesas el comisionado de Pesca federal quien hace meses quedó de regresar a tierra jaiba pero tampoco ha cumplido.
«Lo estamos esperando, eso ya tiene mucho tiempo y ahorita está la veda del camarón así que tendremos que respetarla y esperar hasta principios o finales de agosto aunque luego se alarga por ello es que en ese tema no hay una fecha precisa», precisó.
Aureliana Núñez terminó diciendo que las mujeres de su gremio tienen que buscar empleo en otra tarea o bien autoemplearse vendiendo tortas, heladitos, haciendo quehacer en casas pues sólo las empresas grandes les llaman a trabajar dos o tres veces a la semana.
