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Prometer no empobrece

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Oscar Contreras

Prometer no empobrece

El doctor Américo Villarreal Anaya igual que el presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando andaba en campaña, se la pasa ofreciendo apoyos, prometiendo obras y asegurando que las mesas de seguridad y la estrategia de “abrazos y no balazos” pacificarán a Tamaulipas.

Sin duda que debe estar hablando de una utopía, porque eso de que va a transformar el estado es, con el debido respeto que nos merece, un escenario irreal y muy difícil de alcanzar, ya que en sus filas tiene a mucha gente que en el pasado fueron claves para que el PRI perdiera el poder.

Hablamos de personajes como Antonio “Capulina” Martínez Torres, Ricardo “El Negro” Gamundi, Manuel Muñoz Cano, Eliseo Castillo Tejeda y hasta el mismísimo Bético Valdez Richaud, quienes fueron los causantes de la derrota priista y buscan volver al gobierno estatal, para llevarse lo que les faltó, pero ahora con MORENA

Es por esto que nadie se explica cómo pretende el doctor Villarreal Anaya transformar a Tamaulipas si los mismo que lo dejaron endeudado, destruido y lleno de inseguridad, son de su equipo y esto causa cierta sospecha, porque si el doctor pacta con el pasado, es casi imposible que haga lo que promete.

Aunado a esto, AMLO, no contempla nada para Tamaulipas y no es posible que, aprovechándose de la campaña, se digan una o varias mentiras piadosas a los electores, ya que esto pudiera afectar la deteriorada credibilidad de MORENA y su presidente.

Por ello, el doctor Villarreal Anaya no debe creerse que, con las mesas de seguridad y la presencia de las Fuerzas Federales en estas reuniones, serán más que suficientes para darle al estado la paz y tranquilidad que todos los ciudadanos se merecen.

Sin embargo, siendo el doctor Américo un candidato de MORENA, pues no le queda de otra más que mentir, así como lo hizo el presidente en sus casi 20 años de campaña y pudo convencer a los mexicanos de su honestidad y transparencia, pero pronto se desengañaron y ante eso nada se podrá hacer.

Finalmente, nadie se sorprenda sí de repente el doctor Américo Villarreal Anaya se empieza a caer en la aceptación y simpatía de la gente, ya que empezó a circular un video donde se descubre que Villarreal Anaya es más chilango que las guajolotas y eso es decir mucho.

Nos informan que desde kínder hasta la universidad siempre vivió en la Ciudad de México y está más identificado con la vida cotidiana de los chilangos que la de los tamaulipecos, por eso no tiene amigos de la infancia, y juventud que lo puedan reconocer.

Eso sí, tiene compañeros de trabajo y muchos parientes, por lo que esto le da cierta raigambre como tamaulipeco, aunque realmente sea chilango y esperamos que no le descubran otros secretos ya que se pudiera repetir lo mismo que sucedió en Nuevo León.

De salida. Como si en Altamira no hubiera personajes más importantes que el papá de Armando Martínez Manríquez, presidente municipal de Altamira, hace unos días de entregó la presea al mérito ciudadano “José de Escandón y Helguera” 2022 que otorga el Honorable Ayuntamiento de esa ciudad.

Este acto cívico es inmoral, porque el alcalde premia a su papá y ahora lo único que falta es que a la calle Hidalgo le ponga su nombre y esto sería un acto de nepotismo y culto a la personalidad de su familia.

Sin embargo, un podemos esperar más de Armando Martínez, siempre ha sido así y no cambia y cómo podemos ver, su familia es su límite y no hay más… pobre Altamira, se van unos y los que siguen, son igual no importa que sean de MORENA.