Columnas

Puros y santos

Gaceta

Raúl Terrazas Barraza

Puros y santos

Desde la óptica de ciudadanos de otras entidades del país, el tema político de Tamaulipas es observado de muchas maneras, en primer lugar creen que la gente de los municipios grandes de la entidad se encuentra en situación constante de riesgo debido a la inseguridad, en segundo lugar consideran que aquello relacionado con la política y en especial de los gobernadores complicado, porque dos de los exmandatarios están en la cárcel y del que terminó hace casi cinco años, se hablan infinidad de cosas negativas.

Al margen de la inseguridad porque es un asunto de orden nacional, es la percepción del futuro que depara a los tamaulipecos en el cambio de gobernador, en virtud de creer que las aspiraciones de todos los que quieren ocupar ese cargo a partir del 2022, tienen que presentarse ante sus electores como si fueran santos y puros.

Sobre todo, por la constante de que, en todos los casos anteriores, quienes buscaron el respaldo de los ciudadanos para llega al despacho principal del Palacio de Gobierno, eran los hombres adecuados, sin embargo, en el ejercicio de sus funciones perdieron la brújula y dieron pauta para que se fincaran responsabilidades penales y con ellas largos juicios que derivan en el encarcelamiento de dos de ellos.

La gente de otras entidades del país considera que para los tamaulipecos será muy difícil creer en las palabras de los precandidatos, incluso, considera que los estudios sobre preferencias de los electores, tienen que llevarse a cabo en forma repetida, para constatar la autenticidad y evitar al mismo tiempo que haya datos en la agenda ciudadana con encuestas hecha a modo para que los ciudadanos vean que los precandidatos son esos personajes santos y puros que requiere la política para lograr su presencia en las urnas el día de la elección local venidera.

Desde luego que, desde la antesala del inicio del proceso electoral 2021-2022 y el momento de la selección interna de los precandidatos que comenzará este mes de diciembre que viene, nombres y más nombres surcarán el escenario de la policía y será entonces cuándo el análisis de los precandidatos se haga a fondo, con un riguroso escrutinio, como lo consideran los ciudadanos de otras entidades del país y que se refleja en una expresión sencilla que sintetiza su percepción de esta entidad, porque dicen, Pobre Tamaulipas.

Algo que no puede determinarse es el hecho de que, militantes y simpatizantes de los partidos políticos y de las agrupaciones que se han preparado para la política, se encuentren ya listos para una elección más y si quieren entrarle desde ya, en virtud de que son muchas las cartas que sobe la mesa ponen los partidos que trabajarán en coalición en el 2022.

El punto es que, en la calle y en voz de los ciudadanos, todavía no se escucha sobre la persona que quieren como gobernados para el período de dos años que viene y que se conoce como transición ya que, al armonizarse la Legislación para que en 2024 la elección de los que deben ocupar cargos públicos se lleve a cabo en la misma fecha que las votaciones federales.

Se sabe de los muchos que quieren ser gobernadores y es parte del momento que vive la política, porque aquellos que no están bien identificados, buscan de manera afanosa que volteen a verlos y se den cuenta de las virtudes que tienen y que, para nada se parecen a las de los exmandatarios que están metidos en líos con la justicia, eso sí, en l entendido de que un de ellos podría cambiar su condición penal, aunque el plazo es demasiado largo y no se resuelve nada a su favor.

Desde luego cuenta de manera directa aquello que piensen los tamaulipecos, sin embargo, no puede dejarse de lado la percepción que tienen las personas de otras entidades sobre Tamaulipas, sus exgobernadores y los precandidatos que andan muy acelerados por todas las regiones para dejar correr la versión de que son puros y santos.

Los otros.

Las dificultades financieras que tienen los municipios de Tamaulipas se deben en mucho a los recortes presupuestales que les llegan desde la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, lo malo es que impacta ya en la prestación de los servicios públicos básicos, esos que las personas de inmediato su deficiencia, mismos que reclaman, porque alteran la forma de vida de los ciudadanos, en especial de aquello que pagan sus impuestos.

En atención a ello, cuándo la alcaldesa de Victoria, María del Pilar Gómez Leal, dijo que las dificultades que tiene el Ayuntamiento para los servicios públicos se deben al escaso respaldo del Gobierno Federal, tiene toda la razón y suena a que habló por muchos de sus compañeros presidentes municipales, porque todos adolecen de los mismos problemas.

A lo mejor quienes gobiernan con la ideología e la nueva izquierda dirán que esto no sucede, como es el caso de los alcaldes de Madero y Matamoros, Adrián Oseguera Kernión y Mario Alberto López Hernández, no dirán nada, porque n pueden golpear a los que tienen la caja de los presupuestos, dado que hay más compromisos por delante, cosa que no tienen los alcaldes que gobiernan desde la óptica de otra ideología política.