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Rescatar Policía Municipal

TRIBUNA

Rescatar Policía Municipal

Javier Terrazas

Primero, permítame desearle un feliz año nuevo 2020, apreciado lector.

Espero que haya pasado de forma muy grata con su familia las fiestas de navidad y fin de año.

Y de corazón, le deseo lo mejor para éste nuevo año que inicia.  Que de la mano de Dios a usted a su familia le vaya bien.

Que el creador del mundo ilumine sus caminos, dotándoles de salud, paz, armonía, unidad familiar, alegría y amor.

Y que usted haga bien su delicada labor de buen ciudadano, padre de familia, miembro de una iglesia, vigilantes de la educación de sus hijos y activo participante de la vida de su municipio.

Creo que de esa forma puede contribuirse a forjar mejores ciudadanos desde la familia, la iglesia, la escuela y los Ayuntamientos.

Ya que son éstas instituciones las principales formadoras y forjadoras de ciudadanos de bien en la sociedad.

A reserva de que en breve le comparta un análisis sobre la relevancia de éstas cuatro instituciones, en la vida de la comunidad, hoy le hablaré del Ayuntamiento.

Y lo hago de forma particular porque éste 2 de enero se conmemora del Día del Policía.

Y aunque los 43 Ayuntamientos de Tamaulipas, no tienen la figura del Policía Municipal, ésta  debería rescatarse.

Una Policía Municipal limpia y de sólida formación, es clave para la reconstrucción de la paz social en los municipios.

Sus funciones en Tamaulipas se han cubierto de manera parcial por Policías Estatales, Federales, Militares o Guardia Nacional. Sin los resultados deseados.

Una buena Policía Municipal o Preventiva, es la encargada de aplicar el reglamento de Policía y Buen Gobierno.

Que debe velar por la prevención de los delitos, vigilando en forma ordinaria a los ciudadanos, para detectar cuando se infringe alguna de las normas.

Sin embargo, ésta tarea está ausente, pues los policías estatales, federales o militatares no están preparados para ello y se dedican al combate a la delincuencia organizada.

Quedan a la deriva las funciones de prevención, de tal forma que no hay vigilancia del orden ni una acción correctiva al ciudadano en sus primeras infracciones a las normas del buen comportamiento.

Por tanto, esa institución debe reestablecerse, con la finalidad de contener la ola delincuencial en esa fase de primeras acciones de infracción a la norma.

De otra forma, los jóvenes que violentan una ley con un delito menor en poco tiempo pueden llegar a ser los grandes delincuentes, ya que nadie lo atajó en una primera instancia.

Claro que no es solo la Policía Municipal o Preventiva quien debe evitarlo, sino que debe trabajarse en forma conjunta con las otras instituciones formadoras de buenos ciudadanos.

Las escuelas deben hacer mucho mejor su función.

De la misma forma que las iglesias fomentando la religiosidad y la vida espiritual de los jóvenes.

Y obvio que desde la familia debemos trabajar mucho más duro para inculcar valores y principiios.

Pero sobre todo para fortalecer la familia, quebrantada por el divorcio,  el fenómeno de las madres o padres solteros.

Desde la familia, la iglesia y la escuela, debe fomentarse el respeto a la Policía y que ésta a su vez responda a los intereses de la comunidad.

Si no rescatamos y fortalecemos a éstas instituciones, difícilmente, desde la nueva Guardia Nacional, podremos acotar la ola de inseguridad que agobia al país.

Creo que es tiempo de que en Tamaulipas se restaure la institución de la Policía Municipal o Preventiva.

Para contribuir desde la primera instancia a mejorar el combate a la inseguridad y la delincuencia.

Una Policía Municipal sana y comprometida con la comunidad, ayudará a romper el circulo vicioso de la fábrica de delincuentes juveniles, por la ausencia de guardianes del orden.

Por lo pronto, Feliz Día del Policía a los gendarmes actuales.

Esperemos que pronto podamos festejar a los Policías Municipales.