Columnas

Rumbo al 2018

Tribuna

Por Javier Terrazas

Rumbo al 2018

De cara a los comicios mixtos que por primera vez vivirá Tamaulipas el próximo año, los partidos políticos que disputarán el poder, deben trabajar para su fortalecimiento.

Y especialmente en las acciones de capacitación de cuatros políticos porque a la hora de definir candidaturas requerirán de mujeres y jóvenes para atender las exigencias de la ley en materia de equidad de género y edad.

Sin embargo, en lugar de estar ocupados en esa delicada misión, están gastando sus energías en problemas internos, que les generarán fracturas y con ello reducir posibilidades de triunfos.

Los institutos políticos más representativos en la entidad, de acuerdo a los resultados de las elecciones del 2016 son: Partido Acción Nacional, Partido Revolucionario Institucional, Partido Movimiento de Regeneración Nacional y Partido Movimiento Ciudadano.

En el caso del PAN, aunque tiene resuelta su dirigencia con Francisco Elizondo Salazar e Ismael García Cabeza de Vaca, no están representados todos los grupos y algunos líderes regionales se mueven con fines futuristas.

Los grupos neopanistas de Nuevo Laredo y Reynosa; así como los tradicionales de Matamoros, Victoria y Tampico, hacen trabajo fino en las bases en aras de  ser tomados en cuenta.

La segunda fuerza política, el PRI, está inmerso en un proceso interno de elección de presidente sustituto, en el que los grupos regionales se tironean pretendiendo para sí la dirigencia, con la intensión de asegurar para sí candidaturas.

 No están viendo, la mayoría de ellos, que el interés general debe imperar por el particular, pues el adversario real es el partido en el gobierno en la entidad y para hacerle frente se requerirá de unidad, armonía, trabajo en equipo, disciplina y lealtad.

Si los aspirantes o sus promotores evaden el camino de construir  un acuerdo y apostar a una candidatura de unidad o consenso para la nueva dirigencia,  caerán en el riesgo de que el dirigente se los filtre el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, quien ya les está  quitando delegaciones federales.

Una buena oportunidad tuvieron el pasado sábado cuando varios ex dirigentes participaron en la asamblea: Ernesto Guajardo Maldonado, Antonio Martínez Torres, Oscar Luebbert Gutiérrez,Eliseo Castillo Tejeda, Homar Zamorano Ayala, Enrique Cárdenas del Avellano, Luis Enrique Rodríguez Sánchez, Ricardo Gamundi Rosas, Ramiro Ramos Salinas, Amelia Vitales Rodríguez (interina), Lucino Cervantes Durán y Rafael González Benavides

Por cierto de ese grupo Luebbert y Ramos, buscan ser considerados de nuevo, pero tienen que valorar que es lo que aportarían y qué tipo de dirigencia se requiere para ésta gran batalla.

De alguna forma, todos los aspirantes más encuerdados tuvieron que ver con el ex gobernador Egidio Torre Cantú, de quien ahora reniegan.

Luebbert tiene la Diputación Federal de su esposa María Esther Camargo; Juan Alonso Camarillo, fue Director de Gobierno; Luis Enrique Arreola, fue funcionario de medio pelo en la SEDESOL y Subdelegado de Infonavit en Matamoros; Sergio Guajardo, le debe la Delegación de SEDATU y Ramos, fue dirigente del PRI y líder del Congreso.

Los partidos que pueden capitalizar estos problemas internos en el PAN y el PRI son  Movimiento Ciudadano en el caso del albiazul, que ya le ha quitado cuadros y votos; así como MORENA en el tricolor, también con algunas desbandadas.

Gustavo Cárdenas todavía mandamás en el PMC y  Enrique Torres de MORENA, pueden ser quienes capitalicen el descontento de azules y tricolores.

 

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