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SNTE: Relevo sindicalista

Por: Javier Terrazas

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en México, es uno de los sindicatos más sólidos en el país.

Su fortaleza institucional ha resistido los fuertes embates de las sacudidas externas de los cacicazgos del potosino Carlos Jonguitud Barrios a finales de la década de 1980 y  ya en este siglo, de la chiapaneca Elba Esther Gordillo Morales.

El sindicalismo sentista, logró superar las presiones que desde el poder gubernamental se ejerció en esos dos tramos de transición.

Anteponer los intereses de las bases a los de grupos sindicales, así como a los intereses políticos de los gobiernos en turno, ha permitido que se mantenga como un sindicato sólido en los vaivenes de los cambios de colores de los gobiernos.

Así se pasó de un gobierno priista a uno panista, de uno panista a uno priista y del priista al morenista.

La fuerza del SNTE, favoreció incluso crear el Partido Nueva Alianza, vigente aún en algunas regiones del país, o intentar formar otro, Partido Redes Sociales Progresistas.

En ambos casos la afiliación fue sin presiones, respetando la ideología de los integrantes, y sin comprometer la pluralidad de la organización sindical.

En el caso particular de Tamaulipas, la Sección 30 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, ha sorteado con creces una alternancia en el poder político gubernamental.

De interactuar en su relación con gobiernos de hegemonía priista, estos últimos seis años lo hizo con el gobierno de origen panista, que preside Francisco García Cabeza de Vaca.

Su Secretario General, Rigoberto Guevara Vázquez, tuvo que aprender a gestionar, cabildear, mediar, negociar, presionar y hasta pelear con un gobierno menos sensible.

Y aun con las fricciones, presiones y desatenciones en muchos de los casos, en las prioridades y urgencias, obtuvo acuerdos y respuestas que mantuvieron conquistas y atendieron necesidades de los agremiados.

El periodo sindical del matamorense Rigoberto Guevara Vázquez, feneció hace tiempo, pero se mantuvo porque se suspendieron los relevos en el periodo de pandemia del Covid-19.

Al ceder un poco la pandemia, la aparición de las vacunas, el regreso a clases presenciales y las actividades ordinarias, se reanudó el proceso de renovación sentista en todo el país.

Se celebraron procesos de elección en 21 Secciones del país. La de Tamaulipas está a la vuelta de la esquina.

Por ello, hay efervescencia preelectoral, pues es el sindicato más numeroso y el maestro reviste un papel esencial en la sociedad por la importancia en la educación pública en la entidad y el país.

La convocatoria no se ha dado a conocer, pero ya varios maestras y maestros han mostrado interés en participar en el cercano proceso.

La novedad es que la elección será por votación abierta de todos los sindicalistas.

Podrán participar los 60 mil maestros activos, número al que debe restarse aquellos nombres que se repiten por las dobles plazas, así como cerca de 21 mil profesores jubilados.

El dirigente actual, dijo hace unas semanas anticipó la inminencia del proceso de renovación de la Sección 30 de Tamaulipas. Incluso dio nombres de algunos prospectos, sin cerrar la opción para quienes cumplan los requisitos.

También hay que señalar que se votará por planillas, no por personas, de tal forma que no necesariamente puede ganar el más popular, sino el que articule la mejor planilla,

La efervescencia es tan marcada, que no se enfrió con el periodo vacacional de los trabajadores de la educación. Los posibles aspirantes, han seguido moviéndose en territorio, así como en los medios de comunicación tradicionales y en redes sociales.

La realidad es que, en éste periodo vacacional, no habrá convocatoria.

Y suponiendo que ésta se emitiera a finales de agosto próximo, por lo general contempla un periodo de 30 días posteriores para que se realice un pleno sindical para el informe de labores, lo que llevaría a finales de septiembre.

Además, el propio proceso de elección marcará tiempos para el proceso de tres o cuatro semanas, por lo que se iría hasta el próximo mes de octubre, posiblemente.

Quienes tengan intenciones de participar, deben revisar su trayectoria y trabajo sindicalista, pero de la misma forma buscar los mejores perfiles para su planilla. Quien mejor haga esa combinación allanará el camino para ser el nuevo dirigente.

Entre los nombres de los aspirantes para el juego sucesorio sentista en Tamaulipas aparecen los siguientes:

Cecilia Robres Riestra de Victoria, por ahora Secretaria de Organización en la Zona Norte, quien se ha quedado en la orilla, al menos en dos ocasiones.

José Guadalupe Puente Covarrubias, Secretario de Crédito, también de Victoria, que también ha figurado en listas de posibles aspirantes en pasados procesos.

Jaime Eduardo Ramos Salinas, Secretario de Organización en la Zona Sur de la entidad, también de Victoria y ex aspirante, además hermano del ex dirigente Oscar Martín Ramos Salinas.

Francisco Navarro Ramírez, victorense que despacha en la cartera de Secretario de Negociación Laboral, igual ex aspirante de hace varios periodos, quien fuera cercano al ex dirigente Enrique Meléndez Pérez.

José Abelardo Ibarra Villanueva, oriundo de Hidalgo, quien funge como Tesorero de la Sección 30 del SNTE, a quien se recuerda como adversario del actual dirigente Rigoberto Guevara Vázquez, quien le ganó la contienda 3-1, en el último congreso sindical. En redes sociales se le ha visto buscando el «paraguas cuatroteísta».

Naif José Hamscho Ibarra, de Matamoros, Secretario de Previsión Social, quien fue uno de los primeros en abrirse como aspirante, quizá de manera anticipada, además de mostrarse con el respaldo del Senador panista oriundo de Reynosa Ismael García.

Arnulfo Rodríguez Treviño, oriundo de Villagrán y avecinado en Nuevo Laredo, quien va fue Secretario General de la Sección 30, luego de varios intentos y que «reverdece laureles» ante la opción de votación directa que abre la nueva etapa de democracia sindical. Quizá su mayor obstáculo sea la edad, pero sus allegados, señalan que goza de cabal salud.

El antecedente de las 21 Secciones Sindicales que se han renovado recientemente, refieren procesos en paz, sin problemas mayores, en donde privilegiaron la unidad, acuerdos e institucionalidad.

Y Tamaulipas quizá no sea la excepción, pues en las alternancias gubernamentales ( Del PAN a MORENA), lo fundamental es consolidar la autonomía sindical y sus principios. Es la armonía interna la que garantiza la mejor defensa de las conquistas y demandas de las bases.

Los aspirantes, deben valorar esa circunstancia y estar a la altura de esa exigencia, que coincide con el clamor de la «tropa magisterial».

Por lo tanto, Comités Ejecutivos que rayen en el entreguismo o en el extremo del radicalismo, no deben ser alternativas.

Y el SNTE, formado por miembros de la clase pensante del país, en esta primera apertura democrática de votación universal, tiene la obligación moral de dar una lección a la sociedad mexicana y a los propios partidos políticos.

De ese tamaño es el compromiso. Más allá del quién encabeza la planilla, como se conformó y cómo ganó.

Ta tarea sindical no será una panacea.  Exigirá sapiencia, talento y liderazgos reales.