Tamaulipas

Tamaulipas espera que al término del año hidráulico no se enfrenten problemas de agua

Ciudad Victoria, Tamaulipas. – De acuerdo al análisis probabilístico, una vez que concluya el año hidráulico 2022 – 2023, a finales de septiembre, se espera que Tamaulipas no enfrente problemas de agua y se arranque a partir del 1 de octubre con el próximo ciclo 2023 – 2024 con un aceptable almacenamiento de este suministro en las principales presas de la entidad.

Así lo dio a conocer el responsable de la Secretaría de Recursos Hidráulicos para el Desarrollo Social en Tamaulipas, Ing. Raúl Quiroga Álvarez, durante la ceremonia cívica de honores celebrada en la explanada del Paseo Pedro J. Méndez, a la que asistió el gobernador del estado Américo Villarreal Anaya, acompañado por la presidenta del DIF estatal, María Santiago de Villarreal.

Al rendirle un parte informativo al mandatario estatal y al pueblo de Tamaulipas de la situación actual en el tema hidráulico a lo largo y ancho de la entidad, indicó, que en la parte norte de la frontera dónde se localizan 10 ciudades, así como 3 Distritos de Riego, se tiene un volumen almacenado de 857 Mm³ y de acuerdo a los análisis matemáticos realizados, si llegara a llover el 50 % del promedio histórico en esta región, se terminaría con un acopio de 1,268 Mm³.

Y si a esta cifra se le restan los 370 Mm³ que requieren las ciudades de la frontera, dijo, se tendría la posibilidad de proporcionar riego al Distrito más grande del noreste del país, que es el 025, Bajo Río Bravo, “es decir, aun cuando nos lloviera el 50%, creo que vamos a tener un año mucho mejor de los que hemos tenido en los últimos 5 años”.

Al noroeste del Distrito de Riego 025 tenemos la subcuenca del Río San Juan, por lo que informó al mandatario estatal que la presa de El Cuchillo, tiene en este momento 568 Mm³. Por lo que se dispone de un excedente de 53 Mm3 para trasvaso a la Presa Marte R. Gómez. De acuerdo a la proyección, se iniciaría el siguiente año hidráulico con 722 Mm³, sin embargo, la Presa Marte R. Gómez cuenta con un acopio de casi 400 Mm³, y tomando en cuenta las precipitaciones esperadas, además de que el Distrito de Riego 026 Bajo San Juan, no está regando, se terminaría ciclo con 716 Mm³, por lo tanto, no se tendrá la necesidad, de pedir un trasvaso este año.

Respecto a la cuenca del Río Soto la Marina, indicó que se tienen 466 Mm³ en la Vicente Guerrero y, de acuerdo a la proyección, se estima que, si ocurren lluvias del 50%, aunque esperan que se presenten más, terminaría el año hidráulico con casi 700 Mm³, por lo que de ser así suspenderían el servicio de riego para el Distritos de Riego 086, y garantizaría una calidad de agua extraordinaria, “y prepararnos, porque no decirlo, para poder dar vida a la segunda línea del Acueducto”.

Mientras en el sur, explicó, que la Ramiro Caballero está en una situación comprometida al registrar 183 Mm³. El municipio de González, indicó, tiene un pequeño acueducto para surtir la demanda de agua que requiere, aparte de otros pozos, aunque el distrito de riego de esta región, sí es muy demandante, por lo que consideran que al final del ciclo, cuando menos va a tener 350 Mm³ que garantiza el agua para González y para un plan de riesgos, si no óptimo si con disponibilidad.

En cuanto a la Emilio Portes Gil, cuenta con un almacenamiento de 72 Mm³, que se considera un pobre acopio, aunque en la proyección se concluiría con 106 Mm³, equivalente al 40%. El Sistema Lagunario estaría arrancando con el año hidráulico 2024 con 518 Mm³ cuando se extraen alrededor de 320 Mm³, es decir en el peor de los casos, vamos vislumbrando que tendremos un buen año en cuanto a disponibilidad de agua sobre todo para el uso público urbano, sin sobresalto alguno para arrancar el siguiente ciclo.

Por último, el titular de la dependencia informó al gobernador del estado, que se hizo un análisis por quinquenios de las precipitaciones de Tamaulipas, dónde se conoció que los últimos 5 años son los peores de los últimos 30 años, por lo que consideró que están metidos en un período de extraordinaria sequía, dónde el 2022 fue el segundo año más pobre en materia de precipitación de los últimos 39 años, e incluso este 2023 pintaba parecido al anterior, pero gracias al comportamiento de las precipitaciones que ocurrieron entre marzo y mayo se aligeró la carga que se tenía con respecto a la disponibilidad de agua para las ciudades, así como para el sector hidroagrícola.